Un estudio vincula defectos de la placenta con el riesgo de autismo
El tratamiento temprano es clave para mejorar el estado de los pacientes
Es frecuente que el diagn¨®stico de un trastorno autista no llegue hasta que el ni?o cumple los tres o cuatro a?os. Y, sin embargo, los tratamientos m¨¢s eficaces son los que se reciben durante el primer y el segundo a?o de vida del paciente. De ah¨ª la importancia de contar con procedimientos de detecci¨®n precoces, como el que acaba de presentar un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale que describe c¨®mo a partir del an¨¢lisis de la placenta en el momento del nacimiento se puede determinar el riesgo de desarrollar autismo del beb¨¦.
El estudio, que publica este jueves la edici¨®n electr¨®nica de la revista Biological Psychiatry, se centra en dos aspectos del ¨®rgano del que parte el cord¨®n umbilical y que hace de enlace entre la madre y el feto: la presencia de pliegues irregulares y, sobre todo, una proliferaci¨®n irregular de un tipo de c¨¦lulas denominadas trofoblastos (las primeras que se diferencian una vez se fecunda el ¨®vulo y que forman la capa externa del blastocisto) que provoca que est¨¦n presentes en zonas donde no deber¨ªan aparecer.
Hasta el momento, el mejor indicador que existe para determinar si un ni?o tiene riesgo de desarrollar un trastorno autista tiene que ver con la historia familiar. Si ya tiene un ni?o afectado, la probabilidad de que una pareja vuelva a tener un hijo con el mismo problema se multiplica por nueve respecto a los padres que no tengan estos antecedentes.
Para llegar a los dos marcadores predictivos que describen en el trabajo, los investigadores de la Universidad de Yale, dirigidos por Harvey Kliman, y sus colaboradores del instituto de neurociencias Mind de la Universidad Davis de California sometieron a estudio a 117 placentas de beb¨¦s con hermanos afectados y, por ello, con alto riesgo de desarrollar trastornos autistas. Compararon los resultados de sus observaciones con los datos que extrajeron de otras 100 placentas que formaban el grupo de control y el resultado fue que en las placentas obtenidas de los ni?os considerados de riesgo? encontraron hasta 15 inclusiones de trofoblastos (la presencia de estas c¨¦lulas en zonas de la placenta donde no deber¨ªan estar) mientras que esta irregularidad solo se dio como m¨¢ximo dos veces por placenta en el grupo de control. El riesgo serio comienza a partir de las cuatro inclusiones, seg¨²n plantea Kliman en el trabajo.
¡°Es un estudio interesante¡±, comenta Fernando Mulas, jefe del servicio de neuropediatr¨ªa del hospital La Fe de Valencia, ¡°parece bastante contundente¡±. Mulas, que tambi¨¦n es miembro del grupo de expertos en trastornos del espectro autista del Instituto de Salud Carlos III, vinculado al Ministerio de Sanidad, insiste en la importancia de comenzar el tratamiento de estos menores a la menor edad posible.
¡°Generalmente, si la familia ya tiene un ni?o afectado se practica un seguimiento estrecho al reci¨¦n nacido para poder reaccionar ante los menores signos de alarma¡±, relata. Desde los seis u ocho meses ya se puede comenzar a detectar si el peque?o evita la mirada, si no responde a su nombre o no se?ala con el ¨ªndice. Si estos indicios se confirman con un diagn¨®stico en firme, los especialistas recomiendan comenzar con una intervenci¨®n temprana que consiste, b¨¢sicamente, en sesiones de tratamiento conductual. ¡°Es entonces, a edad temprana, cuando la plasticidad cerebral es mayor y los resultados son mejores¡±. La terapia se dirige fundamentalmente a potenciar las relaciones sociales, las capacidades comunicativas, el lenguaje y mejorar el comportamiento del menor.
Con m¨¦todos de diagn¨®stico precoces como el presentado por el grupo estadounidense, se podr¨ªa realizar un mejor seguimiento de los casos con elevada probabilidad de desarrollar el problema, lo que implicar¨ªa una reducci¨®n de los tiempos de respuesta en el comienzo del tratamiento, explica Mulas. El especialista recuerda que uno de cada 100 ni?os desarrolla un comportamiento autista, en sus distintos grados y manifestaciones.
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