El fiscal otorga nula credibilidad a la nueva versi¨®n de Carca?o
El asesino de Marta ratifica la acusaci¨®n contra su hermano, imputado por el juez
![Javier Mart¨ªn-Arroyo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fbe822ad5-55c4-471f-a6de-f8ffe65744e8.png?auth=11b4c18a3c700fde6547c09f2549e6d80e1874bb354890d63a358496e8f9c883&width=100&height=100&smart=true)
![Miguel Carcaño, a su llegada a los juzgados.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/D2FLUYCDTE4ZQIIZBGRAPCXSCU.jpg?auth=66855e255c85b5e5504b8aa9d316a01067f8354bb3bd6b9170be72300461e79a&width=414)
Miguel Carca?o, asesino de la joven sevillana Marta del Castillo, ratific¨® ayer ante el juez del caso, Francisco Molina de As¨ªs, su ¨²ltima versi¨®n del crimen en la que acusa a su hermano de matar a la chica. Carca?o confirm¨® el relato de c¨®mo su hermano Javier Delgado mat¨® a Marta de un culatazo con su arma corta. ¡°Mi hermano golpe¨® con la culata del rev¨®lver en la cabeza de Marta varias veces, no s¨¦ cu¨¢ntas. Que yo viera le dio dos golpes. No provoc¨® mucha sangre en Marta. Marta recibi¨® los golpes en la sien izquierda¡±, dijo el asesino, condenado a 21 a?os de c¨¢rcel. Sin embargo, la fiscal¨ªa otorga ¡°nula credibilidad¡± a esta versi¨®n, dado que Carca?o evit¨® concretar el lugar donde supuestamente ambos enterraron el cuerpo de la chica en 2009.
A priori, el juez tampoco da cr¨¦dito a Carca?o, que compareci¨® como testigo, pero como consecuencia natural de su acusaci¨®n ha imputado por homicidio a Delgado, que declarar¨¢ en las pr¨®ximas semanas. Carca?o aleg¨® que no buscaba autoexculparse ni incriminar a su hermano. ¡°Si he llegado a esta situaci¨®n es porque durante el tiempo que he hablado con la polic¨ªa, he intentado que fuera encontrado el cuerpo de Marta¡±, a?adi¨® durante su declaraci¨®n, que dur¨® algo m¨¢s de una hora. Carca?o ha acompa?ado a los agentes en dos ocasiones los pasados octubre y abril hasta el supuesto lugar donde se encuentran los restos de Marta. Ambas sin ¨¦xito.
El ¨²ltimo relato sostiene que tras la muerte accidental de Marta en una grave pelea entre los hermanos, ambos trasladaron el cuerpo en el coche de Delgado hasta una carretera de La Rinconada, una localidad a las afueras de Sevilla. ¡°La zanja en la que sepultamos a Marta estaba abierta y ten¨ªa una profundidad de algo m¨¢s de medio metro (...) Tapamos el cuerpo con escombros que hab¨ªa al lado de la zanja¡±, a?adi¨® Carca?o.
La polic¨ªa s¨ª cree que esta ¨²ltima versi¨®n de Carca?o contiene m¨¢s verdad que ninguna de las seis anteriores, pero el problema insalvable es que sin la prueba del cad¨¢ver, no hay hechos objetivos que le den credibilidad. Carca?o aleg¨® ayer que hasta ahora no hab¨ªa contado la verdad porque su hermano es ¡°la ¨²nica familia que tiene¡±. ¡°He querido protegerle (...) pero esto me est¨¢ matando por dentro¡±, asegur¨® al juez. Carca?o solo aport¨® vaguedades sobre el sitio concreto donde supuestamente enterraron el cad¨¢ver. ¡°No ha dado ni un solo dato m¨¢s¡±, a?adieron las fuentes conocedoras de la versi¨®n policial.
La fiscal¨ªa no se cree la versi¨®n del asesino, y prueba de ello es que no hizo preguntas. Y es que Carca?o ha cambiado su versi¨®n sobre el crimen hasta siete veces durante los ¨²ltimos cuatro a?os ?Dice ahora la verdad? A falta de pruebas s¨®lidas, este ¨²ltimo relato parece otra versi¨®n m¨¢s. Carca?o ha situado el cuerpo en el r¨ªo Guadalquivir, en el vertedero de Alcal¨¢ de Guadaira, y ahora en una zanja de La Rinconada. Ha inculpado y excluido en diferentes ocasiones a sus amigos Javier Garc¨ªa El Cuco, condenado por encubrimiento, y Samuel Ben¨ªtez.
Al ser preguntado ayer por el origen de los restos biol¨®gicos que la Polic¨ªa Cient¨ªfica hall¨® bajo la cama de su cuarto o debajo del ordenador, Carca?o dijo desconocer su origen. ¡°?C¨®mo pudo contemplar la agresi¨®n de su hermano a Marta y no hacer nada para defenderla?¡±, se le interrog¨®. ¡°Me qued¨¦ parado, bloqueado¡±, respondi¨® parco el asesino.
Otro detalle inveros¨ªmil del relato se refiere a c¨®mo sacaron el cad¨¢ver del domicilio de Le¨®n XIII, sentado en una silla de ruedas y con solo una manta en las piernas ¡°dejando a la vista la cabeza de la menor (...) en la que habr¨ªa recibido golpes muy fuertes con objeto contundente, capaces de provocar la muerte¡± con ¡°heridas sangrantes¡±, destaca su declaraci¨®n. ¡°No cubrimos la cabeza y no utilizamos sujeciones del cuerpo a la silla. Solamente pusimos el cuerpo un poco inclinado¡±. A continuaci¨®n, son¨® el timbre y abri¨® la puerta sin antes preguntar. ¡°Estaba sobrepasado por la situaci¨®n¡±, aleg¨®.
Y a la pregunta fundamental de c¨®mo puede ignorar el punto exacto donde enterraron a Marta, si adem¨¢s volvi¨® una segunda vez, su respuesta deja un sabor amargo: ¡°Cerca del lugar existen naves y empresas, pero no relaciono ning¨²n punto en las proximidades¡±.
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