¡°Da m¨¢s miedo una pluma que una pistola¡±
Este polic¨ªa nacional fue uno los finalistas del Premio Nadal con su novela 'La noche de los peones', de g¨¦nero policiaco
A Esteban Navarro (Moratalla, Murcia, 1965) la inspiraci¨®n le pilla casi siempre trabajando en el turno de noche de la comisar¨ªa de Huesca. Ah¨ª han nacido muchas de sus novelas, casi todas policiacas, como La noche de los peones, finalista del Premio Nadal. Este polic¨ªa nacional reconoce a las claras que su profesi¨®n le facilita mucho el trabajo. Con la primera se gana la vida y con lo segundo a los lectores. Lo tiene a tiro.
Adem¨¢s de la citada novela, Navarro tiene publicada en la web de Amazon una trilog¨ªa cuyo protagonista es un polic¨ªa cincuent¨®n que trabaja en su misma comisar¨ªa y que es su Pepe Carvalho particular. Con una salvedad: Mois¨¦s Guzm¨¢n conoce la materia de primera mano. Lo que explica el ¨¦xito de descargas.
¡°Algunos casos los he presenciado yo mismo, otros me los ha contado alg¨²n compa?ero y luego hay otros que me gustar¨ªa novelar y no puedo¡±, deja entrever Navarro con cierto aire de misterio mientras saborea un caf¨¦ cortado que para entonces ya se le ha quedado fr¨ªo. Escoge para declarar una cafeter¨ªa que le ha recomendado un compa?ero, que es adem¨¢s uno de sus superiores. ?Y c¨®mo llevan en la comisar¨ªa eso de que desclasifique documentos en sus horas muertas? ¡°Para mis compa?eros soy una especie de referente de lo que un polic¨ªa mondo y lirondo puede llegar a ser¡±, se enorgullece. ¡°Pero mis jefes lo llevan mal, es una percepci¨®n que tengo. Somos un cuerpo muy jerarquizado y da m¨¢s miedo una pluma que una pistola¡±. Al decir esto ¨²ltimo, un cliente pone la oreja. La polic¨ªa, que siempre despierta curiosidad; aunque la mayor¨ªa de escritores de novela policiaca no aprobar¨ªan el examen de ingreso: ¡°Sus personajes no son veros¨ªmiles, tienen una visi¨®n idealizada del Cuerpo; somos mucho m¨¢s normales¡±.
Hablan sus 20 a?os en la polic¨ªa, aunque su primer arma reglamentaria fue una Olivetti Hispano del calibre 45. Su padre le regal¨® esta m¨¢quina de escribir cuando ten¨ªa 10 a?os para que transcribiera las cartas de la familia. ¡°Yo era el ¨²nico de todos que sab¨ªa leer y escribir, as¨ª que me contaban lo que quer¨ªan que dijera y yo lo interpretaba; ah¨ª naci¨® mi vena literaria¡±, confiesa mientras pide su segundo cortado. Al hacerlo, revela tambi¨¦n el tatuaje de una pluma en su mu?eca. Acaso una met¨¢fora de toda la tinta que ha derramado hasta verse publicado.
Navarro decidi¨® subir sus novelas a la Red, tras peinar durante a?os sin ¨¦xito distintas editoriales y agentes literarios. ¡°Internet ha democratizado la literatura. Antes eran las editoriales quienes impon¨ªan a los autores y ahora es el p¨²blico el que los elige¡±, afirma sin atisbo de duda este miembro de pleno derecho de la generaci¨®n Kindle. Sus ingresos en Amazon no le dan para dejar la polic¨ªa. Se lleva alrededor del 30% de las ventas; unos 200 euros en el mejor de los casos, calcula. Pero este escritor ha conseguido su objetivo: que le lean y, de paso, que las editoriales rectifiquen. ¡°La misma que me rechaz¨® al principio ha comprado ahora todos los derechos de edici¨®n de mis novelas¡±.
Cuando no escribe, atiende las denuncias de sus vecinos o da la comida y la cena a los detenidos en los calabozos: ¡°Tiene que ser horrible estar encerrado en una celda de dos metros cuadrados, sin ventilaci¨®n y sin nadie que te escuche¡±. Lo ¨²nico de su comisar¨ªa que se imagina.
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