La edad perdida de la sanidad p¨²blica
Cientos de m¨¦dicos de m¨¢s de 65 a?os han sido jubilados forzosamente en la sanidad p¨²blica Su salida beneficia a la privada al subir la lista de espera y ofrecerles profesionales formados
Luis Ruiz del ?rbol pasea por los pasillos del hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid por ¨²ltima vez. Alg¨²n compa?ero se para y le da la mano. No le dice mucho m¨¢s. Sabe que ¨¦l est¨¢ entre los cerca de 500 m¨¦dicos de m¨¢s de 65 a?os que el pasado 30 de abril, v¨ªsperas de un largo puente en la capital, recibieron una fr¨ªa carta de despido de la Comunidad de Madrid. De algunas paredes cuelga la?carta al director de EL PA?S en la que 29 miembros del servicio de digestivo agradecen a Ruiz del ?rbol y a otros cuatro despedidos su dedicaci¨®n durante m¨¢s de 36 a?os. ¡°La sanidad p¨²blica no me ha dado ni las gracias y esgrime razones falsas para no dejarme seguir¡±, explica este reputado hepat¨®logo experto en cirrosis al que la Comunidad le hab¨ªa dado hace meses una pr¨®rroga para ejercer su profesi¨®n cinco a?os m¨¢s, hasta los 70.
Trajeado, con gafas y malet¨ªn negro, Ruiz del ?rbol devuelve el golpe con contundencia. ¡°En un a?o el servicio ha perdido el 30% del personal¡±. ¡°No les preocupa el paciente, sino un supuesto ahorro que no ser¨¢ tal¡±, explica en un despacho en la planta d¨¦cima del enorme monstruo del norte de la ciudad, que atiende a una poblaci¨®n de 600.000 personas. Este m¨¦dico, de uno de los servicios preferidos por los primeros alumnos del MIR, y con publicaciones en revistas cient¨ªficas de prestigio, deja un ensayo cl¨ªnico a medias. En la conversaci¨®n refleja cierta amargura. Hay quien se va con la impresi¨®n de que la sanidad p¨²blica ¡ªen Madrid y en la mayor¨ªa de las comunidades¡ª cierra los mejores 30 a?os de vida.
Ruiz del ?rbol es solo un ejemplo de algo que desde hace algunos a?os ocurre en toda Espa?a. Las comunidades ¡ªAsturias, Murcia, Comunidad Valenciana, Catalu?a, Andaluc¨ªa...¡ª decidieron que para rebajar sus presupuestos sanitarios dejar¨ªan de prorrogar la estancia de los m¨¦dicos m¨¢s all¨¢ de los 65 a?os, como lo ven¨ªan haciendo. Aunque solo Madrid lo ha hecho de golpe, en un d¨ªa, sin preaviso ni planificaci¨®n y descabezando servicios.
Solo el 10% de las plazas se reponen, por lo que la sanidad p¨²blica ha perdido a cientos y cientos de m¨¦dicos, muchos de ellos jefes de servicio y de secci¨®n, en buenas facultades f¨ªsicas y deseando seguir. Entre ellos, seguro que hay facultativos prescindibles, pero tambi¨¦n eminencias, referentes en su campo, los cirujanos a los que recurren sus compa?eros cuando tienen un problema. Ahora pasan a cobrar una pensi¨®n del Estado y, en el mejor de los casos para ellos, a compaginarlo con la sanidad privada, la gran beneficiada de esta descapitalizaci¨®n, seg¨²n la mayor¨ªa de las fuentes consultadas.
La Comunidad de Madrid, inmersa en el mayor plan de privatizaci¨®n sanitaria de Espa?a ¡ªla gesti¨®n de seis hospitales y un n¨²mero a¨²n indeterminado de centros de salud pasar¨¢ a manos de empresas¡ª, y en el movimiento de protesta del sector sanitario m¨¢s un¨¢nime hasta ahora, justifica la decisi¨®n en el ahorro. Prescindir de las n¨®minas de estos profesionales supone dejar de gastar 60 millones anuales; 40 este a?o, seg¨²n sus datos. El presupuesto anual para sanidad ronda los 7.100 millones. Los m¨¦dicos que trabajan en el sistema p¨²blico son unos 17.000.
Est¨¢ por ver c¨®mo afectar¨¢ esta marcha masiva, ya que la consejer¨ªa no facilita datos desglosados por hospitales ni especialidades. Las cifras de jubilados que da la Comunidad bailan. Primero afirm¨® que dejaban el sistema 455. Luego, en una entrevista en Abc con el consejero, el n¨²mero era 426. Y despu¨¦s, el responsable precis¨® que los forzosos eran 367, a la espera de revisar la documentaci¨®n de otros 41 y sumando 132 mayores de 65 que no hab¨ªan hecho la solicitud formal para seguir. El Colegio de M¨¦dicos eleva la cifra hasta unos 700.
El presidente regional, Ignacio Gonz¨¢lez, del PP, se ha defendido de las cr¨ªticas de que el despido ha sido fr¨ªo. ¡°Comprendo que el lenguaje administrativo y las resoluciones no introducen esos elementos¡± cercanos, dijo. Pero ¡°hay mucha gente que se jubila todos los d¨ªas en la Administraci¨®n¡± y con todas ellas se dan ¡°comunicaciones formales¡±, declar¨® a Telecinco. ¡°Lamento profundamente si ha habido m¨¦dicos ofendidos¡±, asegur¨® el consejero de Sanidad, Javier Fern¨¢ndez-Lasquetty, que tambi¨¦n insisti¨® en que se trata de ¡°una resoluci¨®n administrativa y no puede ser otra cosa¡±. La jubilaci¨®n masiva de m¨¦dicos se suma al incendio sanitario que desde octubre consume al PP madrile?o. Ninguna organizaci¨®n sanitaria ¡ªColegio de M¨¦dicos, sociedades cient¨ªficas, plataformas de profesionales¡ª apoya sus planes. Una consulta popular sobre la privatizaci¨®n auspiciada por m¨¢s de 70 entidades de la marea blanca ha recogido m¨¢s de 900.000 votos en cinco d¨ªas.
El hospital Ni?o Jes¨²s, centro pedi¨¢trico de referencia nacional, ha jubilado a su ¨²nico nefr¨®logo, Jos¨¦ Luis ?cija. ¡°Ten¨ªa ni?os programados, as¨ª que las consultas las pasan pediatras sin especiales conocimientos de nefrolog¨ªa¡±, explica un MIR del centro, que prefiere no ser identificado: ¡°Una derivada de esto es que nosotros, los residentes, tenemos que rotar un mes en el servicio de nefrolog¨ªa; y sin nefr¨®logo, no hay rotaci¨®n¡±.
Otro hospital, el Santa Cristina, en la capital, acaba de quedarse sin sus dos ¨²nicos endocrinos. Lola Cobe?a, madre de una paciente, escribi¨® a EL PA?S para denunciar que hab¨ªa recibido una llamada del hospital con el aviso de que no le pod¨ªan mantener la cita por la jubilaci¨®n ¡°de un d¨ªa para otro¡± de su m¨¦dico y del otro especialista que hab¨ªa. ¡°Han echado a cinco de 11¡±, resume Antonio G¨®mez Pan, al que le quedan d¨ªas como jefe de servicio de Endocrinolog¨ªa de La Princesa, del que depende el Santa Cristina: ¡°La verdad es que estoy muy contento de irme de este barco. No se imagina la cat¨¢strofe que va a ocurrir aqu¨ª, en solo dos o tres meses. Mi servicio se queda amputado¡±.
La consejer¨ªa asegura que ¡°todos los pacientes seguir¨¢n siendo bien atendidos¡±. ¡°Se ha contratado a un nuevo endocrino en Santa Cristina que asume las funciones¡±, seg¨²n un portavoz.
¡°En realidad, esto es un ERE encubierto¡±, opina Eduardo Lobo, jefe de servicio de Cirug¨ªa del Ram¨®n y Cajal y responsable del plan estrat¨¦gico de cirug¨ªa general y del aparato digestivo de la Comunidad de Madrid, que sigue en el cargo. Nueve de los cirujanos de su equipo con m¨¢s de 65 a?os solicitaron seguir otro a?o. A seis se lo denegaron. ¡°No se ver¨¢n afectados ni la patolog¨ªa urgente ni los pacientes ingresados¡±, asegura. ¡°Pero es evidente que va a aumentar tremendamente la demora para las consultas y las listas de espera quir¨²rgicas. Se van a disparar¡±.
Al recibir la carta, muchos m¨¦dicos decidieron tomarse los d¨ªas de vacaciones pendientes hasta el 15 de mayo, cuando empieza formalmente la jubilaci¨®n. Francisco Javier Cerd¨¢n es de los que opt¨® por seguir ejerciendo. ¡°Voy a seguir operando hasta el ¨²ltimo d¨ªa. No me van a quitar ese gusto. Tengo pacientes y no les puedo dejar. A los que me queden pendientes les escribir¨¦ una carta¡±. Hace un par de horas ha terminado una operaci¨®n a la madre de un colega. ¡°?Tengo aspecto de jubilado?¡±, ironiza este jefe de secci¨®n de Cirug¨ªa al presentarse en los pasillos del hospital Cl¨ªnico. No lo parece. Con su bata blanca sobre el pijama verde es un m¨¦dico m¨¢s. Tiene 65 a?os: ¡°La cirug¨ªa la aprendes con los a?os y yo ahora siento que estoy en mi mejor momento, capaz de transmitir lo que s¨¦ a otros colegas¡±. Fuentes del Cl¨ªnico cuentan que los pacientes con c¨¢ncer de colon o recto quer¨ªan que les operara Cerd¨¢n. ?l explica que lleva la direcci¨®n de 10 tesis doctorales con las que no sabe qu¨¦ pasar¨¢.
Los criterios de selecci¨®n en Madrid no son p¨²blicos. La consejer¨ªa no explica cu¨¢l ha sido el baremo para decidir el 30% de m¨¦dicos como m¨¢ximo que s¨ª se quedar¨¢n pese a superar los 65 a?os. Los facultativos tuvieron que presentar una memoria que recogiera su trayectoria profesional, su actividad en el ¨²ltimo a?o y un proyecto con sus planes para los siguientes 12 meses. No hay puntuaci¨®n que permita comparar y los m¨¦dicos no saben qui¨¦n ha evaluado qu¨¦. Esto ha generado sospechas de favoritismo y amiguismo. De que los jefes de servicio o los gerentes han elegido a sus amigos, a menudo, a los menos problem¨¢ticos o significados pol¨ªticamente.
Entre los jubilados cunde tambi¨¦n la impresi¨®n de que el apoyo masivo en los hospitales a la marea blanca de protesta contra la privatizaci¨®n ha se?alado m¨¢s a unos que a otros. Varios m¨¦dicos recuerdan que Antonio Burgue?o, director general de Hospitales, supera los 70 a?os.
Javier Mart¨ªnez Salme¨¢n, jefe de servicio de Ginecolog¨ªa del Hospital Severo Ochoa de Legan¨¦s desde 1986, es de los jubilados a la fuerza. Cree que su salida no es algo personal contra ¨¦l, pese a que est¨¢ considerado como pr¨®ximo al PSOE, asesor¨® en la reforma legal del aborto de Zapatero y fue de los primeros en practicar interrupciones del embarazo en la sanidad p¨²blica. S¨ª opina que la selecci¨®n se ha cebado con el Severo Ochoa, un hospital que se rebel¨® contra la Comunidad cuando acus¨® a Luis Montes de sedaciones ilegales: ¡°Aqu¨ª no ha habido renovaciones. Es un hospital muy castigado¡±.
Otras comunidades llevan meses aplicando esta pol¨ªtica en forma de goteo. Murcia ha jubilado forzosamente a 400 m¨¦dicos durante los ¨²ltimos dos a?os, seg¨²n los c¨¢lculos de la presidenta del Colegio de M¨¦dicos, Isabel Montoya. ¡°Del principal hospital, el Virgen de la Arrixaca, han jubilado a ocho jefes de servicio y a 28 jefes de secci¨®n. Han descabezado la organizaci¨®n de l¨ªderes cl¨ªnicos y de conocimiento¡±, critica.
Francisco Miralles, secretario general de la Confederaci¨®n Estatal de Sindicatos M¨¦dicos, conoce bien el caso de Murcia, donde ejerce. ¡°La gran beneficiada es la sanidad privada, que podr¨¢ contratar a precios razonables a m¨¦dicos formados¡±. A?ade que en Madrid tendr¨¢n m¨¢s trabajo las privadas que operan los excedentes de la lista de espera, algo con lo que coinciden otros consultados. Miralles matiza el ahorro que supondr¨¢ para el ciudadano. ¡°Con las jubilaciones, la comunidad aut¨®noma hace caja, pero se lo carga al Gobierno, que es quien se encarga de las pensiones. El ahorro para el contribuyente es mucho menor¡±.
Su idea es que si el ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, asfixia a las autonom¨ªas con sus objetivos de d¨¦ficit, estas se la devuelven con cientos de m¨¦dicos con derecho a la pensi¨®n m¨¢xima que sobrecargan el sistema de pensiones y que contradicen las tesis del Gobierno del PP y de la Comisi¨®n Europea de que hay que alargar la edad de jubilaci¨®n.
Un asesor fiscal especialista en medicina que pide no ser citado ha trabajado para muchos de estos jubilados: ¡°Por edad y categor¨ªa, la mayor¨ªa se va con la pensi¨®n m¨¢xima, 2.500 euros al mes en 14 pagas. Si quieren trabajar en la privada deben renunciar al 50% de la pensi¨®n, pero hay quien crea una sociedad con familiares que facture a la cl¨ªnica privada. As¨ª mantienen la pensi¨®n ¨ªntegra, siempre que no haya una inspecci¨®n de trabajo¡±. Su conclusi¨®n es que los m¨¦dicos conocidos y buenos pasar¨¢n a ganar m¨¢s dinero. El sueldo medio bruto de los jubilados forzosos es de 85.000 euros, seg¨²n el ahorro estimado por la Comunidad de Madrid, a lo que habr¨ªa que restarle lo que retorna al Estado en impuestos y cotizaciones. El gasto en pensiones ser¨¢ de unos 35.000 euros por m¨¦dico.
Las formas han dolido m¨¢s a muchos jubilados forzosos que el hecho de tener que replantearse su futuro en apenas 15 d¨ªas.
¡°M¨¢s que el hecho de que no me renueven, temo por el futuro de la sanidad¡±, asegura Manuel Guti¨¦rrez, neuropat¨®logo y jefe de secci¨®n del Hospital de La Paz especializado en tumores cerebrales. ¡°Mi adjunta se jubil¨® el 16 de febrero, as¨ª que pens¨¦ que ten¨ªa posibilidades de seguir. Dije en mi solicitud de pr¨®rroga que no hab¨ªa nadie m¨¢s en este laboratorio que pudiera hacer lo que yo hago, pero no fue suficiente. Han usado argumentos falsos para denegar la continuidad. Este campo se queda absolutamente hu¨¦rfano¡±, lamenta.
V¨ªctor Guti¨¦rrez Millet, nefr¨®logo del Hospital 12 de Octubre, est¨¢ convencido de que nadie ha le¨ªdo siquiera las memorias que presentaron. ¡°La carta es de una crueldad incre¨ªble, sin una palabra de agradecimiento tras 40 a?os de servicio¡±, a?ade. Los textos con los que se anuncia el final de carreras de d¨¦cadas en la sanidad p¨²blica emplean las mismas frases y p¨¢rrafos pr¨¢cticamente id¨¦nticos. Repiten, por ejemplo, que los servicios que dejan los jubilados tienen suficiente dotaci¨®n. ¡°Eso es una falsedad¡±, insiste Guti¨¦rrez Millet. De su servicio se va tambi¨¦n Mar¨ªa Teresa Ortu?o, que denuncia la ¡°falta de respeto absoluta¡± con la que les han tratado. Luis Miguel Ruilope, referente mundial en el estudio de la hipertensi¨®n, es el tercero. Deja a medias un proyecto financiado por el Fondo de Investigaci¨®n Sanitaria (FIS) del Gobierno.
Buena parte de los jubilados forzosos consultados aseguran que recurrir¨¢n la decisi¨®n. ¡°Yo tengo una pr¨®rroga firmada que se han saltado a la torera¡±, se queja Jos¨¦ Rold¨¢n, jefe de secci¨®n de Radiolog¨ªa de urgencias del 12 de Octubre. Solo en este hospital se van 150 profesionales, seg¨²n fuentes del centro. La anterior normativa permit¨ªa prorrogar un m¨¢ximo de cinco a?os, hasta los 70, a casi todos los facultativos que lo solicitaban, siempre que pasaran un examen f¨ªsico y psicol¨®gico.
El presidente madrile?o, Ignacio Gonz¨¢lez, anunci¨® en octubre pasado ¡ªjunto con el euro por receta y la privatizaci¨®n de hospitales¡ª su intenci¨®n de jubilar a los m¨¦dicos mayores de 65 a?os. Hace unas semanas se public¨® el Plan de Ordenaci¨®n de Recursos Humanos que le da forma. ¡°No pueden cambiar la ley con efecto retroactivo¡±, exclama Rufino Paz, internista del hospital de Getafe de 68 a?os que asegura tener intacta la motivaci¨®n de los 30. ¡°Hab¨ªa m¨¦dicos que ten¨ªan la prolongaci¨®n y no daban ni golpe, todos lo sabemos, pero no es mi caso, ni el de otros muchos¡±, asegura. Los recursos no son sencillos. El Tribunal Constitucional ha avalado esta semana la jubilaci¨®n forzosa de un m¨¦dico del Instituto Catal¨¢n de la Salud. Las autonom¨ªas pueden decidir si prorrogan la vida laboral y hasta cu¨¢ndo, seg¨²n el auto.
Jos¨¦ Luis Larrea, cirujano cardiaco de La Paz, relata que cumpli¨® los 65 el 5 de mayo: ¡°Les falt¨® tiempo para llamarme, como si tuvieran prisa por echarme tras 38 a?os dedicados en exclusiva a la sanidad p¨²blica¡±. Asegura que deja un ensayo de investigaci¨®n con c¨¦lulas madre y est¨¢ convencido de que nadie se ha le¨ªdo la documentaci¨®n que present¨®.
Vicente Silvestre, cirujano general y del aparato digestivo del hospital de M¨®stoles, califica de ¡°difamaci¨®n¡± el contenido de la carta de Sanidad. Con Silvestre se va un cirujano que en los ¨²ltimos 15 a?os ha operado a unos 400 pacientes con obesidad m¨®rbida y que, afirma, era el ¨²nico que realizaba esta t¨¦cnica en el centro: ¡°Hay otros 100 en lista de espera y no s¨¦ qui¨¦n los va a intervenir. Acabar¨¢n derivados a los hospitales privatizados. Porque a m¨ª no me va a sustituir nadie¡±.
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