M¨¦dicos contra el abandono

Charles Darwin no se trajo de Am¨¦rica Latina solo el germen de su obra m¨¢s conocida, El origen de las especies, sino probablemente tambi¨¦n un raro par¨¢sito que, dicen, le provoc¨® la muerte a?os despu¨¦s de explorar el continente americano a bordo del buque HMS Beagle. Algunos expertos relacionan, de hecho, los s¨ªntomas que dej¨® anotados en Viaje de un naturalista alrededor del mundo ¡ªcomo mareos, dolores de cabeza e incluso ¡°un insecto blando¡± que le recorri¨® el cuerpo y absorbi¨® su sangre¡ª con los que causa el protozoo Tripanosoma cruzi, que transporta una chinche conocida como la vinchuca y que es responsable del mal del Chagas; una enfermedad que es end¨¦mica en pa¨ªses tropicales y que, seg¨²n el arque¨®logo y naturalista de la Universitat Oberta de Catalunya Jordi Serrallonga, resquebraj¨® su salud. Sea como fuere, esta enfermedad es hoy, como entonces, una gran desconocida.

Los laboratorios no consideran rentable invertir en estas patolog¨ªas

El Chagas forma parte del grupo de las 17 enfermedades tropicales consideradas olvidadas por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). A falta de cifras oficiales, se calcula que m¨¢s de mil millones de personas sufren cada a?o alg¨²n tipo de estos males, como la malaria o la enfermedad del sue?o, entre otras, que estar¨ªan detr¨¢s de m¨¢s de medio mill¨®n de muertes anuales. La mayor¨ªa de estos enfermos residen en Am¨¦rica Latina, Asia o ?frica, aunque la gravedad de sus casos resuena en el centro mismo de Europa. All¨ª, en Bruselas, Bernard P¨¦coul lucha desde hace 10 a?os contra la amnesia global de los gobiernos y la industria farmac¨¦utica, que no ven en estos pacientes ¡°un mercado aprovechable¡± y, por lo tanto, no dedican tantos esfuerzos a investigar sus enfermedades. ¡°Los enfermos olvidados son muchos, tienen poca voz y carecen de poder adquisitivo¡±, resume al otro lado del tel¨¦fono este m¨¦dico franc¨¦s que preside la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi en sus siglas en ingl¨¦s), premiada recientemente con el galard¨®n de la Fundaci¨®n BBVA Fronteras de Conocimiento en el apartado de Cooperaci¨®n al Desarrollo.

P¨¦coul explica que el objetivo de su organizaci¨®n es promover la producci¨®n de f¨¢rmacos asequibles para enfermedades olvidadas y asegurar su distribuci¨®n gracias a sus colaboradores. ¡°La inversi¨®n en este tipo de enfermos es de solo un 10% cuando representan el 90% de la carga en la salud mundial en cuanto a mortalidad prematura y discapacidad¡±, desgrana este especialista.

Para equilibrar la aritm¨¦tica, DNDi recurre a sus distintos socios. Uno de los colaboradores m¨¢s estrechos es la ONG M¨¦dicos sin Fronteras (MSF). La doctora Carolina Jim¨¦nez cuenta desde Batangafo, un pueblo de 27.000 habitantes en la Rep¨²blica Centroafricana, que solo compran medicamentos a compa?¨ªas farmac¨¦uticas que ofrecen un est¨¢ndar de calidad de producci¨®n y precios ajustados. ¡°Se intenta priorizar los f¨¢rmacos por v¨ªa oral, que no requieren cadena de fr¨ªo. Estos medicamentos son dispensados en la farmacia del hospital o en las de los centros de salud perif¨¦ricos donde el paciente recibe la cantidad suficiente para cubrir periodos largos y as¨ª reducir el n¨²mero de desplazamientos¡±, concreta esta doctora que lo que m¨¢s ha visto, sobre el terreno, son casos de malaria: ¡°De 2009 a 2012, diagnosticamos entre 18.000 y 24.000 casos al a?o, de los que se hospitalizaron entre 2.500 y 5.000 pacientes; el 80-90% de ellos eran menores de cinco a?os¡±.

El presidente de DNDi lo confirma. Con 655.000 fallecimientos al a?o (el 86% menores de cinco a?os), la malaria es una de las enfermedades m¨¢s mort¨ªferas del continente. Un mal que en Espa?a, parad¨®jicamente, se cura con un simple paracetamol y el correspondiente antipal¨²dico, tal y como explica el doctor Sabino Puente, jefe de la Secci¨®n de Medicina Tropical y del Viajero del Hospital Carlos III de Madrid. En cuanto a la enfermedad del sue?o, DNDi cree que podr¨ªa haber unos 30.000 casos por a?o.

Seg¨²n esta organizaci¨®n, har¨ªan falta alrededor de 3.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de 2.000 millones de euros) para paliar todos estos males. ¡°En ese sentido, la financiaci¨®n p¨²blica es crucial para que la inversi¨®n en I+D no tenga que ser recuperada a trav¨¦s del precio final del medicamento¡±, afirma P¨¦coul. Los acuerdos con socios industriales son tambi¨¦n clave para el precio final de los tratamientos, junto con los esfuerzos para abaratar las materias primas, la optimizaci¨®n de dosis y de los procesos de fabricaci¨®n de los productos utilizando la tecnolog¨ªa disponible, a?ade. Uno de esos socios es el laboratorio de GlaxoSmithKline situado en Tres Cantos (Madrid). Seg¨²n explica una portavoz, GSK ha dado acceso, de forma libre y gratuita, a 13.533 mol¨¦culas candidatas contra la malaria, adem¨¢s de llevar a cabo iniciativas para compartir derechos de propiedad intelectual.

Lo mejor son tratamientos por v¨ªa oral que no necesiten nevera

Silvia Rejas padece la misma enfermedad que Darwin. Se contagi¨® en Sucre (Bolivia), donde su madre tiene una casa de adobe: el material predilecto de la vinchuca. Sin embargo, el contagio no se produce por la picadura en s¨ª, como sucede con la enfermedad del sue?o o la malaria. El doctor Sabino Puente explica que adem¨¢s del picotazo, este insecto de seis patas desprende sus heces: ¡°De modo que al rascarte, introduces el par¨¢sito¡±. Los s¨ªntomas van desde mareos y dolores de cabeza hasta inflamaci¨®n de ganglios y fiebres altas. Seg¨²n este experto, el Chagas responde bien al tratamiento si se detecta a tiempo en la fase aguda. En la cr¨®nica, en cambio, puede afectar al coraz¨®n y al aparato digestivo, y esto ocurre en un 30% de los casos, afirma. Rejas tiene 33 a?os y dice que se encuentra bien, aunque no sabe la suerte que habr¨ªa corrido en Am¨¦rica, donde 100 millones de personas est¨¢n bajo la amenaza del Chagas, que causa 12.000 muertes al a?o, a pesar de las distintas campa?as de fumigaci¨®n.

En el cap¨ªtulo ¡®Nube de langostas¡¯, de su relato Viaje de un naturalista alrededor del mundo, Charles Darwin, que muri¨® a los 73 a?os de un fallo card¨ªaco, describe la lucha que mantiene una noche de 1835 contra una ¡°vinchuca¡± a la que describe como ¡°la gran chinche negra de las Pampas¡±. Entonces escribi¨®: ¡°?Qu¨¦ asco no experimentar¨¢ uno cuando nota que le recorre el cuerpo un insecto blando, que tiene, por lo menos, una pulgada de largo? Su picadura no produce ning¨²n dolor, y es curioso ver c¨®mo se va hinchando su cuerpo; de plano que es, en menos de 10 minutos se convierte en una bola¡±.

Casi dos siglos despu¨¦s, la lucha sigue viva.