Las siete vidas de los nuevos edificios
Frente a los inmuebles que la crisis ha dejado vac¨ªos y esperan un uso, algunos emblemas arquitect¨®nicos reinventan su utilidad
En Zaragoza, junto al puente de la Almozara, el edificio ideado para la Unidad de Montes tiene un huerto en la cubierta. El inmueble ha cambiado varias veces de uso ¡ªla propia Unidad de Montes se desmont¨® cuando todav¨ªa no se hab¨ªa inaugurado su sede¡ª y ahora funciona como sala de exposiciones temporales. ¡°Tambi¨¦n como centro de Estudios Medioambientales del Ayuntamiento¡±, cuenta su arquitecto Jaime Mag¨¦n, que asegura que, gracias a su flexibilidad, el edificio se ha adaptado a los nuevos usos sin necesidad de ser modificado. Por eso, se?ala, el ¨²nico cambio se ha dado en las cubiertas verdes: los trabajadores se han apropiado de ellas y cultivan all¨ª tomates y lechugas. No es que un edificio construido con algo m¨¢s de dos millones de euros est¨¦ justificado como pedestal para un huerto urbano junto al r¨ªo Ebro, pero la versatilidad de algunos inmuebles nacidos de una planificaci¨®n urbana inmediatista, caprichosa e irresponsable ofrece un lado optimista y c¨ªvico en el drama de la burbuja arquitect¨®nica que salpica a todo el pa¨ªs.
La Tate Gallery de Londres era una antigua central hidroel¨¦ctrica
La reconversi¨®n de los edificios es un cl¨¢sico urbano. Hist¨®ricamente se han transformado admitiendo todo tipo de usos: de iglesias a discotecas y de hospitales a museos. Piensen en la Tate Gallery de Londres ¡ªque naci¨® de una antigua central hidroel¨¦ctrica junto al T¨¢mesis¡ª o en el Museo Reina Sof¨ªa de Madrid, que transform¨® en centro de arte el hospital general de esta ciudad que Francesco Sabatini hab¨ªa levantado en el siglo XVIII. El Museo Picasso de Barcelona es tambi¨¦n la suma de cinco casas de diversas ¨¦pocas y la antigua Alh¨®ndiga de Bilbao es hoy la nueva sede de una mediateca con sala de exposiciones y piscina p¨²blica en la azotea.
Esa transmutaci¨®n se da en todas las ciudades con inmuebles de distintos periodos capaces de mantener no solo la estabilidad, sino tambi¨¦n la calidad arquitect¨®nica a pesar de los cambios. As¨ª, lo extra?o no es el cambio, lo extraordinario es que se acorten tanto los plazos de esa transformaci¨®n y que algunos edificios ni siquiera lleguen a estrenarse con el objetivo con el que fueron proyectados y construidos.
Recientemente, la C¨²pula del Milenio, ahora llamada 02 Arena, que Richard Rogers dise?¨® en Londres para dar la bienvenida al a?o 2000, fue recuperada. Sucedi¨® durante los pasados Juegos Ol¨ªmpicos y hace unos d¨ªas ha sido el rutilante escenario de la Final Four de baloncesto en la que el Olympiacos griego venci¨® al Real Madrid por 100 a 88.
M¨¢s cerca, en Valladolid, hay otra c¨²pula del Milenio. La dise?¨® el catal¨¢n Enric Ruiz Geli como pabell¨®n de la Sed para la Exposici¨®n Universal que Zaragoza dedic¨® al agua en 2008. Entonces, cost¨® 1,4 millones de euros. Luego pudo desmantelarse y remontarse en otro destino, junto al r¨ªo Pisuerga, cuando el consistorio vallisoletano la adquiri¨® por 12.000 euros. Hoy se utiliza para conciertos. El a?o pasado actuaron all¨ª Pablo Albor¨¢n y David Bustamante y estos d¨ªas lo han hecho los Hombres G. Parece que tambi¨¦n esa burbuja ha encontrado otra vida en Valladolid.
El museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa hereda sede en A Coru?a
Los edificios renacen cuando est¨¢n bien dise?ados. Lo que es m¨¢s extra?o ¡ªpero abre una v¨ªa de futuro¡ª es que se requiera, y sea posible, una mudanza para devolverles la vida. Sin embargo, las ¨²ltimas olimpiadas as¨ª lo indicaron. Y las pr¨®ximas, en Rio de Janeiro, sopesan reciclar la cancha de baloncesto desmontable que los arquitectos de Wilkinson & Eyre idearon con 12.000 asientos para Londres 2012. Con todo, frente a esos escasos renacimientos, Espa?a contin¨²a sembrada de edificios que, como en lista de espera, aguardan su oportunidad
A las viviendas adosadas se unen centros de salud, oficinas y hasta estudios cinematogr¨¢ficos abandonados. Muchos no han llegado a estrenarse porque no queda presupuesto p¨²blico para su gesti¨®n y mantenimiento. A ese sarpullido de mala planificaci¨®n se suman las grandes obras paralizadas inconclusas ¡ªno en vano, casi todas con nombre de ciudad: la de la Justicia, la del Medio Ambiente, la de la Luz o de la Cultura en Madrid, Soria, Alicante y Santiago¡ª y todos los proyectos que, tras ganar un concurso y hacer que arquitectos y ayuntamientos incurriesen en gastos, tienen por rostro un solar vac¨ªo y por futuro una espera que se antoja interminable. Con el parque arquitect¨®nico vac¨ªo disponible en Espa?a casi nadie se atreve a poner otra piedra.
Puede que no sea para menos. Muchas de las obras m¨¢s importantes de la ¨²ltima d¨¦cada retratan la ambici¨®n ciega de anta?o y la ruina dif¨ªcil de reparar que atravesamos hoy, pero ser¨ªa peligroso que el pr¨®ximo lustro nos retratara de nuevo despistados, sin saber qu¨¦ hacer con lo ya construido. Por eso, frente a ese paisaje irresponsable, algunas instituciones han optado por adaptar los inmuebles para evitar que una arquitectura tan ic¨®nica como a veces hueca termine por constituir el paisaje m¨¢s revelador del presente de nuestras ciudades.
Muchas obras reflejan la ambici¨®n ciega de la ¨²ltima d¨¦cada
Es el caso del MUNCYT de La Coru?a. Inaugurado hace poco m¨¢s de un a?o, el Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa naci¨® de un vientre de alquiler: el edificio que deb¨ªa albergar el Centro de las Artes y el Conservatorio de Danza de la diputaci¨®n coru?esa. Los arquitectos madrile?os Victoria Acebo y ?ngel Alonso ganaron el concurso para levantarlo hace m¨¢s de una d¨¦cada: ¡°El edificio buscaba la convivencia de dos instituciones distintas con una ¨²nica gesti¨®n¡±, cuentan. A pesar de cuajar ese dos por uno, una vez concluido, el inmueble atraves¨® a?os de estancamiento por falta de medios hasta que la gesti¨®n pas¨® de local a estatal y Ram¨®n N¨²?ez ¡ªcon experiencia en el arranque de varios museos cient¨ªficos¡ª se hizo cargo del su direcci¨®n. ¡°No hubi¨¦ramos sido capaces de solicitar un espacio as¨ª y, posiblemente, nadie hubiera pensado dise?arlo si el primer programa hubiera sido como Museo de la Ciencia¡±, explica con optimismo N¨²?ez frente a la cabina del Boeing 747 que en 1981 traslad¨® el Guernica de regreso a Espa?a, desde Nueva York, y que hoy es la pieza estrella de su museo.
Aunque los arquitectos lamentan que no todas las intervenciones han sido consensuadas y que la muse¨ªstica no tuvo en cuenta su trabajo, la versatilidad del trabajo de AceboXAlonso pudo verse cuando su edificio admiti¨® cambiar de fachada su entrada principal. Tambi¨¦n cuando, para meter la cabina del avi¨®n, tuvieron que cortar pilares y apear vigas.
Esa flexibilidad tambi¨¦n la est¨¢ demostrando, finalmente, uno de los emblemas de la Expo de Zaragoza. Tras a?os sin un futuro claro, los edificios de esa muestra conforman hoy la inc¨®moda ruina de un proyecto inaugurado el a?o que estall¨® la burbuja. En ese escenario, el pol¨¦mico pabell¨®n-puente que ide¨® la arquitecta Zaha Hadid por casi 70 millones de euros ha sido, por fin, abierto al p¨²blico hace unas semanas.
Ibercaja se hizo cargo de su gesti¨®n y, en 2011, lleg¨® a celebrar un concurso para dotarlo de contenido. Quer¨ªan levantar sobre el Ebro un peque?o Museo de Nuevas Tecnolog¨ªas que la directora de la obra social de la caja, Teresa Fern¨¢ndez Fort¨²n, anunci¨® como ¡°apropiado para su arquitectura¡±. Sin embargo, dos a?os despu¨¦s el pabell¨®n permanec¨ªa vac¨ªo y cerrado. Por eso, la entidad aragonesa ha optado por abrirlo de forma gratuita. Los vecinos pueden ahora cruzar la pasarela-mirador los fines de semana. Si no es museo, por lo menos s¨ª es puente, y quienes atraviesan el r¨ªo pueden acortar el camino que une la margen derecha del Ebro con el recinto de la antigua Expo.
La versatilidad de algunos inmuebles ofrece un lado optimista y c¨ªvico
No lejos de ese singular pabell¨®n, la solitaria figura de la Torre del Agua, el edificio hueco que el arquitecto Enrique de Teresa construy¨® como reclamo de la Expo, ha corrido peor suerte. La Caja Inmaculada (CAI) anunci¨®, en 2009, que se hac¨ªa cargo de esa infraestructura, donde pensaba inaugurar, en 2012, otro museo de ciencia e investigaci¨®n. Lo que ocup¨® la torre, en 2012, fue una discoteca, temporal, que Volkswagen mont¨® para presentar su Golf 7. Estamos en 2013 y la investigaci¨®n contin¨²a para decidir qu¨¦ uso podr¨¢ d¨¢rsele a una torre de 73 metros sin forjados ¡ªes decir, sin divisi¨®n por pisos¡ª que cost¨® cerca de 50 millones de euros. Mientras, se han iniciado otras pesquisas.
Hace unos d¨ªas, el portavoz de la Chunta Aragonesista, Juan Mart¨ªn, solicit¨® al Ayuntamiento de Zaragoza ¡°que aplique los mismos criterios, sin miramientos, que sufren los ciudadanos para cobrar a la CAI lo que la entidad debe a las arcas municipales y, en el caso de que no lo haga, inicie el procedimiento que la caja seguir¨ªa con cualquier otra persona¡±. Mart¨ªn denunciaba que, pese a haber firmado un acuerdo con la Sociedad P¨²blica Expoagua para explotar la torre durante 20 a?os pagando un coste de mantenimiento anual de 1,5 millones de euros, la Caja Inmaculada no ha abonado todav¨ªa ese pago. Por eso los miembros de la Chunta exig¨ªan al Ayuntamiento un desahucio. Sin embargo, aunque la CAI sea la entidad que m¨¢s desahucios ha firmado en Zaragoza ?puede desahuciarse lo que no est¨¢ ocupado? Desde la CAI responden que est¨¢n ¡°estudiando la mejor forma de resolver el acuerdo alcanzado cuando el marco econ¨®mico era otro¡±. Tambi¨¦n se?alan que hoy las demandas generadas por la crisis son otras y aseguran, adem¨¢s, que ¡°nunca hemos llegado a tomar posesi¨®n del edificio ni, por lo tanto, a asumir su gesti¨®n¡±.
Los s¨ªmbolos de la Expo de Zaragoza delatan la ruina de la burbuja
En Sevilla, otra caja de ahorros s¨ª es protagonista de la reconversi¨®n, anterior a la inauguraci¨®n, de un edificio emblem¨¢tico y no exento de pol¨¦mica. La antigua Torre Cajasol, llamada a ser el rascacielos m¨¢s alto de Andaluc¨ªa, hoy se llama Torre Pelli y pertenece al grupo Caixabank. Tal vez por eso, y teniendo en cuenta el 12% de oficinas desocupadas que soporta la capital hispalense, sus nuevos due?os hayan decidido ocupar parte de su torre de 40 plantas con la futura sede del centro cultural Caixaforum que estaba previsto construir en las antiguas atarazanas de la ciudad. As¨ª las cosas, la entidad se ha asegurado de llevar vida a su edificio. Por eso, cuando, previsiblemente el a?o que viene, se inaugure ese rascacielos de 180 metros, la sede de CaixaForum en la Isla de la Cartuja llenar¨¢ varias de sus plantas y evitar¨¢ que la torre se convierta, despu¨¦s de una gestaci¨®n pol¨¦mica, en un nuevo edificio a medio gas.
Sin alcanzar la ruinosa suerte del aeropuerto de Castell¨®n, que todav¨ªa aspira a poder entrar en funcionamiento, en el campo de L¨¦rida, El Alguaire, uno de los aer¨®dromos arquitect¨®nicamente m¨¢s singulares de los ¨²ltimos tiempos, parece estancado en la falta de actividad. Su arquitecto, Ferm¨ªn V¨¢zquez (del estudio B720), asegura que dise?arlo fue para su oficina una ocasi¨®n de oro: nunca hab¨ªan levantado un aeropuerto y, gracias a la experiencia, han sido invitados a varios concursos internacionales. Bromea, adem¨¢s, comentando que el bar de la terminal ¡ªel edificio que cost¨® ¡°poco m¨¢s de seis millones de euros¡±¡ª se ha convertido en ¡°la cafeter¨ªa m¨¢s de moda en la ciudad¡±.
El pabell¨®n-puente de Zaha Hadid se abri¨® al p¨²blico recientemente
Sea como sea, lo que parece seguro es que la gente no llega hasta all¨ª (a 15 kil¨®metros de Lleida) para ver despegar a los aviones. Solo hay vuelos fijos los domingos y los viernes entre Palma y L¨¦rida. El resto del a?o, instalaciones de primer orden esperan a los ch¨¢rter que la compa?¨ªa brit¨¢nica Thomas Cook trae desde Manchester, Bristol o Birmingham con turistas que se acercan a esquiar al Pirineo. ?Pagan esos esquiadores brit¨¢nicos los gastos de mantenimiento? En Aeroports de Catalunya se?alan que todav¨ªa no, aunque aseguran que el coste de mantenimiento se ha reducido en el ¨²ltimo a?o de 1,2 a 0,6 millones de euros. Un taller que en octubre de 2011 reuni¨® en las instalaciones del aer¨®dromo a estudiantes de arquitectura de todo el mundo para buscar nuevos usos para la terminal podr¨ªa hacer pensar en otras posibilidades de futuro para ese aeropuerto peque?o, hermoso y remoto. En la Generalitat, sin embargo, lo desmienten: ¡°Habr¨¢ m¨¢s usos en el futuro, pero todos tendr¨¢n que ver con la aeron¨¢utica¡±. Otro edificio ic¨®nico que espera, en Espa?a, pista para despegue.
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