Un modelo de tradici¨®n anglosajona
Los sistemas de pr¨¦stamos buscan financiar mejor los campus sin perder equidad, pero pueden acabar ahogando a muchos deudores
La teor¨ªa dice que los sistemas de pr¨¦stamos para estudiar carreras pueden aumentar la equidad sin tener que gastar inmediatamente todo el dinero que requiere una fuerte red de becas. Un dinero que se puede invertir en que la universidad funcione mejor y que puede aumentar, porque permite encarecer las matr¨ªculas sin que se resienta la llegada de alumnos. El Gobierno ¡ªcontin¨²a la teor¨ªa que se puede consultar en distintos trabajos de la OCDE¡ª solo tiene que invertir lo necesario para que esos cr¨¦ditos se den en buenas condiciones, con intereses bajos, facilidades para no empezar a devolverlo hasta que se alcancen unos ingresos m¨ªnimos o, en algunos casos, para que se conviertan al final (total o parcialmente) en becas para los alumnos con bajos ingresos y muy buenas notas.
Pero en la pr¨¢ctica, el modelo puede llegar a descontrolarse, con precios disparados y alumnos endeudados hasta el ahogo, como ha ocurrido en Estados Unidos. All¨ª, el presidente del Gobierno Barack Obama tuvo que intervenir hace dos a?os para rescatar a un colectivo de alumnos y licenciados que deben a los bancos m¨¢s de 780.000 millones de euros. Algunos acad¨¦micos han hablado de una ¡°burbuja universitaria¡± en la que los j¨®venes pagaron unos precios desorbitados por unos t¨ªtulos que hoy no les dan acceso al trabajado esperado, pero que estar¨¢n muchos a?os pagando.
Ahora, algunos especialistas ¡ªcomo Peter Lampl, de Sutton Trust¡ª temen que acabe ocurriendo algo parecido en Inglaterra, que hace dos a?os cambi¨® su sistema por el siguiente: ning¨²n estudiante tiene que pagar por adelantado si no quiere, el Estado se hace cargo y el alumno empieza a devolverlo una vez est¨¦ licenciado, trabajando y cobrando, al menos, 21.000 libras anuales (26.250 euros). El inter¨¦s es del 3% m¨¢s la inflaci¨®n y la parte a devolver cada a?o no puede superar el 9% del salario anual.
Los que tengan menos dinero no pagan nada (est¨¢n becados), pero para el resto las matr¨ªculas ser¨¢n mucho m¨¢s caras: hasta 11.250 euros de anuales (en 1998 eran 1.250 euros). De hecho, incluso en Australia, uno de los pa¨ªses con m¨¢s tradici¨®n con un modelo parecido y eterno ejemplo de buen funcionamiento de los cr¨¦ditos, los expertos han advertido de la incesante presi¨®n que hace que las matr¨ªculas no paren de encarecerse. La deuda estudiantil asciende en aquel pa¨ªs a 20.000 millones de euros.
As¨ª, volviendo a la teor¨ªa, esta advierte que los sistemas de pr¨¦stamos se deben equilibrar muy bien con los becas. Sin embargo, varios trabajos de la Asociaci¨®n Europea de Estudiantes (ESU, en siglas en ingl¨¦s) aseguran que en los pa¨ªses donde crecen los cr¨¦ditos ¡°se acaban reduciendo las becas¡±, explica Fernando Gal¨¢n, del Comit¨¦ Ejecutivo de ESU. Y al final, se acabar¨ªa dejando fuera a la parte baja de la clase media, la que no accede a las becas y le da miedo tener que enfrentarse a la devoluci¨®n del pr¨¦stamo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.