Sin derecho a una segunda oportunidad
Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs sin procesos de quiebra para que las familias empiecen de cero La daci¨®n en pago solo se da en 11 estados de EE UU, pero los particulares se endeudan m¨¢s
Las familias espa?olas llevan ya un lustro tratando de reducir el exceso de deuda que acumularon durante la ¨¦poca de expansi¨®n. Desde el comienzo de la crisis, en 2008, los hogares han saldado casi 100.000 millones de euros. El precio de ese desendeudamiento, sin embargo, est¨¢ siendo muy elevado: solo el a?o pasado se produjeron 38.778 desahucios. Adem¨¢s de quedarse en la calle, muchas familias ni siquiera tienen la posibilidad de remontar al encontrarse con otra deuda a cuestas casi para toda la vida, la de la diferencia entre la hipoteca y el valor en el que se ha vendido la vivienda, en muchos casos muy inferior al que ten¨ªa cuando la compraron.
Los movimientos sociales, con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) a la cabeza, reclaman una segunda oportunidad para las familias. Ante la insuficiencia de las medidas adoptadas por el Gobierno, desde entidades sociales hasta colectivos profesionales o la universidad miran m¨¢s all¨¢ de las fronteras para implantar en Espa?a un sistema que permita empezar de cero. Puesto que el 77% de la deuda que arrastran los hogares es hipotecaria, el primer lugar al que se examin¨® fue Estados Unidos, donde el a?o pasado se ejecutaron 767.000 viviendas, seg¨²n estiman las consultoras norteamericanas. Varios sectores ¡ªsociales, pero tambi¨¦n empresariales¡ª pidieron importar la pr¨¢ctica de la daci¨®n en pago, la entrega de la casa al banco a cambio de saldar la deuda.
Los hogares estadounidenses pueden solicitar
La daci¨®n en pago es la f¨®rmula m¨¢s conocida de Estados Unidos, aunque ni es la ¨²nica ni la m¨¢s com¨²n y depende de cada Estado. Precisamente, la variedad de posibilidades que existen hacen que el sistema que se emplee sea lo de menos. ¡°Estar en uno u otro Estado no tiene tanta importancia, porque siempre hay la posibilidad de acudir a un concurso de acreedores para poner el contador a cero al d¨ªa siguiente. En Espa?a es distinto. S¨ª importa que haya o no daci¨®n en pago porque no hay esa otra posibilidad¡±, explica el profesor de Econom¨ªa de la Universidad Carlos III e investigador de Fedea, Marco Celentani.
La Ley de Medidas para la Protecci¨®n a los Deudores, Reestructuraci¨®n de la Deuda y Alquiler Social ¡ªen vigor desde mayo¡ª solo contempla la daci¨®n en pago en casos muy limitados ¡ªni universal ni retroactiva¡ª y reduce los intereses de demora. El anteproyecto de ley de apoyo a los emprendedores y su internacionalizaci¨®n trata de abordar tambi¨¦n la ¡°segunda oportunidad¡± a trav¨¦s de una modificaci¨®n de la ley concursal que, seg¨²n dice, beneficiar¨¢ a ¡°toda persona natural¡±, es decir, tambi¨¦n consumidores. Estos podr¨¢n ver c¨®mo se perdona su deuda siempre que no hayan dejado de pagar los cr¨¦ditos contra la masa, los privilegiados ¡ªcomo la hipoteca¡ª y el 25% de las deudas. ¡°No hay segunda oportunidad para el que menos tiene¡±, asegura Matilde Cuena, profesora de Derecho Civil de la Universidad Complutense.
En Estados Unidos hay un plan A y un plan B. En el primero, el consumidor tiene una deuda con una garant¨ªa: la casa. ?Qu¨¦ se puede hacer entonces? De los 50 Estados norteamericanos, solo en 11 la regla general para que el banco recupere la deuda pasa por algo parecido a la daci¨®n en pago. En realidad, se trata de territorios donde o bien el cr¨¦dito est¨¢ garantizado solo por la propiedad que financia ¡ªCalifornia o Arizona¡ª o en los que es muy complicado reclamar sobre el resto de bienes del deudor porque la legislaci¨®n lo impide declarando gran parte del patrimonio como inembargable o realizando la ejecuci¨®n de acuerdo a un ¡°precio justo¡± y no de mercado, como lo expone el trabajo Garant¨ªas e impago de la hipoteca residencial: teor¨ªa y evidencia de Estados Unidos, elaborado por las profesoras Andra C. Ghent y Marianna Kudlyak. En el resto de los Estados, si la venta de la vivienda no llega a cubrir el pr¨¦stamo, el banco puede pedir actuar contra el resto de las propiedades del deudor.
Bruselas considera que los ciudadanos deben poder cancelar deuda
Estados Unidos no solo fue un laboratorio de productos hipotecarios ¡ªmuchos de ellos t¨®xicos¡ª mientras se hinch¨® la burbuja. La crisis de las subprime oblig¨® al Gobierno federal a buscar soluciones ante la oleada de ejecuciones hipotecarias. La profesora de Econom¨ªa de la Universidad de California Michelle White explica que en 2009 se propuso, sin que prosperara, una suerte de quita bancaria para que el valor del pr¨¦stamo se adaptara al valor de la vivienda. ¡°El Gobierno tiene varios programas para prevenir las ejecuciones hipotecarias mediante el pago a los prestamistas de algo de dinero a cambio de la reducci¨®n de la hipoteca, pero no han sido muy eficaces. La mayor¨ªa de los prestamistas deciden no participar en estos programas¡±, asegura White.
La daci¨®n en pago, sin embargo, no es un final feliz. Todo lo contrario: supone que el comprador se ha visto obligado a dejar su casa. ¡°La mejor opci¨®n es llegar a un acuerdo con el banco para reducir los pagos mensuales o la cantidad que debe el consumidor para poder quedarse en la casa¡±, asegura la analista pol¨ªtica del Center for American Progress Sarah Edelman.
En el caso de que no haya otra opci¨®n que dejar la vivienda, sostienen las fuentes consultadas, el acuerdo sigue siendo la mejor opci¨®n. Para el deudor, porque de ello depende la facilidad con la que podr¨¢ contraer nuevas deudas en el futuro. Y al prestamista no le interesa incurrir en gastos judiciales o de reputaci¨®n por peque?as cantidades. ¡°Tenemos un gran problema de altos niveles de casas vacantes, lo cual ha hecho mucho da?o a los vecindarios¡±, explica Edelman. Seg¨²n Andra C. Ghent, profesora de Finanzas de la Arizona State University, varios estudios concluyen que en casos de ejecuci¨®n hipotecaria la p¨¦rdida de valor del inmueble se acelera y desciende una media del 28%.
Fuentes financieras explican que, en caso de tener que abandonar la vivienda, la primera opci¨®n hasta ahora son las short sales (ventas cortas), antes que la daci¨®n en pago. Se trata de que el deudor intente vender por su cuenta la vivienda, aunque sea por debajo del valor del pr¨¦stamo, porque el banco considera que la devaluaci¨®n ser¨¢ menor que si se deja pasar mucho tiempo. La Agencia Federal de Financiaci¨®n de Viviendas aprob¨® el a?o pasado 125.232 ventas cortas, frente a 16.232 daciones en pago. Si se tiene en cuenta todo el periodo de crisis, desde 2009 se han aprobado 410.061 short sale y 36.017 daciones.
En Alemania, un juez fija las condiciones de la devoluci¨®n?
¡°Al principio de la crisis apenas exist¨ªan las daciones en pago, pero hoy los consumidores los utilizan con mayor frecuencia¡±, asegura Edelman. Una de las opciones que ha adoptado el Gobierno es que los deudores de hipotecas respaldadas por las financieras semip¨²blicas Fannie Mae y Freddie Mac puedan acogerse a la daci¨®n en pago cuando lo dem¨¢s ha fracasado. En estos casos, el consumidor puede entregar su piso al banco, que renuncia a ir contra la diferencia.
Hasta aqu¨ª el plan A. Porque hay plan B. Imaginemos que el afectado tiene, adem¨¢s, de casa, deudas pendientes de sus tarjetas y de un cr¨¦dito al consumo. O bien que despu¨¦s de la ejecuci¨®n han quedado deudas pendientes. La opci¨®n m¨¢s l¨®gica, en este caso, ser¨¢ la de declararse en quiebra. Y lo puede hacer a trav¨¦s de dos art¨ªculos del C¨®digo de Bancarrota: el 7, por el que el deudor pierde todo aquello que se le pueda embargar, pero queda liberado de toda deuda con la condici¨®n de no pedir de nuevo el concurso de acreedores en ocho a?os; o bien el 13, que exige un plan de pagos preservando la empresa, el hogar y los bienes de necesidad del deudor.
En la pr¨¢ctica, pues, en Estados Unidos s¨ª es posible lo que se conoce como el fresh start en el caso de perder la casa. ¡°Si alguien tiene una vivienda y se declara en bancarrota, se queda sin deuda. Pierde la casa, pero se queda a cero. Ese proceso, que no se da en Espa?a, es muy feo, pero ha permitido a los hogares desendeudarse¡±, asegura la catedr¨¢tica de la Harvard Kennedy School, Carmen Reinhart.
Italia aprob¨®
De la f¨®rmula que emplee el deudor depender¨¢ la posibilidad de rehacerse con mayor o menor facilidad. El sistema estadounidense de concesi¨®n de cr¨¦ditos se basa en el puntaje de cada consumidor. Cuanto mejor sea, m¨¢s barato ser¨¢ el cr¨¦dito. ¡°En caso de que se acabe produciendo la ejecuci¨®n hipotecaria, el deudor no podr¨¢ acceder al cr¨¦dito en siete a?os¡±, advierte Reinhart. Andra Ghenta va m¨¢s all¨¢: el consumidor tendr¨¢ complicado acceder incluso a un alquiler o a una tarjeta de una operadora telef¨®nica.
?Qu¨¦ ventajas tiene la quiebra? Un directivo financiero explica que la quiebra o la ejecuci¨®n hipotecaria tambi¨¦n supone una mancha en ese expediente. Y tambi¨¦n, pero en menor medida, la daci¨®n en pago y las ventas cortas. ¡°Pero todo eso en Estados Unidos cambia. Hoy puedes no ser apto y de repente todo puede cambiar radicalmente¡±, sostiene.
Si en Estados Unidos hay tantas f¨®rmulas como Estados, en Europa el mapa es similar. Ghenty opina que ¡°la mayor¨ªa de pa¨ªses europeos, incluyendo Espa?a, tienen una legislaci¨®n sobre bancarrota mucho menos generosa que Estados Unidos¡±. La Comisi¨®n Europea ha publicado recientemente un estudio encargado a la consultora London Economics sobre las v¨ªas que han adoptado los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea para proteger a los consumidores que se hallan en dificultades financieras, desde la daci¨®n en pago hasta los concursos.
El documento se?ala que solo unos pocos pa¨ªses preservan el precepto pacta sunt servanda, es decir, que las deudas deben pagarse sin rechistar; la mayor¨ªa de pa¨ªses han previsto procedimientos para aliviar el peso del deudor, y muchos Estados han decidido pasar del sistema judicial al administrativo. El informe se?ala que la ¡°cancelaci¨®n de la deuda¡± no debe ser ¡°un derecho autom¨¢tico¡± del consumidor, pero este s¨ª debe tener derecho ¡°de acceder a ¨¦l¡± salvo que se demuestre que act¨²a con ¡°mala fe¡±. Solo la ley espa?ola, a?ade, contempla la daci¨®n en pago, aunque no de forma universal. Marco Celentani afirma, sin embargo, que esa consideraci¨®n es muy ¡°generosa¡±.
En EE UU el cr¨¦dito no es m¨¢s caro en los Estados con daci¨®n en pago
La mayor¨ªa de expertos miran hacia el modelo alem¨¢n, pero incluso Italia tiene su ley de sobreendeudamiento, aprobada en diciembre de 2012, que permite que los ciudadanos se acojan al concurso de acreedores. En Alemania, el juez fija un plan de pagos que permita librarse en un m¨¢ximo de seis a?os de las deudas con los acreedores, con quitas incluidas. ¡°En Alemania, dif¨ªcilmente se va a producir una situaci¨®n en la que el valor de la vivienda supere el de la hipoteca porque all¨ª la banca solo puede prestar por el 60% del valor¡±, explica Cuena. Seg¨²n el informe de la Comisi¨®n Europea, el 18 de julio de 2012 el Gobierno de Angela Merkel propuso una revisi¨®n de la ley, entre otros motivos, para reducir el plazo de cancelaci¨®n de la deuda de seis a?os a tres.
Los detractores de todos esos mecanismos, sobre todo los bancos, advierten que supondr¨ªan un encarecimiento del cr¨¦dito, en especial la daci¨®n en pago. La consultora Oliver Wyman alert¨® de que si la casa fuera la ¨²nica garant¨ªa del pr¨¦stamo las hipotecas espa?olas se encarecer¨ªan en 60 euros al mes. EE UU demuestra que eso no tiene por qu¨¦ ser as¨ª. ¡°No hemos encontrado que las hipotecas sean m¨¢s caras en los Estados en los que la propiedad no tiene otra garant¨ªa que la propia casa. La raz¨®n principal es porque las entidades semip¨²blicas no exigen garant¨ªas diferentes entre Estados, sino por motivos econ¨®micos¡±, dice Ghent.
En cambio, su estudio s¨ª se?ala que en los Estados en los que la vivienda es la ¨²nica garant¨ªa las posibilidades de caer en impago son mayores. La profesora Michelle White est¨¢ ultimando una investigaci¨®n que, explica, concluye que ¡°es m¨¢s complicado obtener hipotecas en Estados donde los propietarios pueden prevenir la ejecuci¨®n hipotecaria a trav¨¦s de la bancarrota¡±. El estudio, adem¨¢s, estudia qu¨¦ efectos tienen medidas como la que estudi¨® el Congreso de EE UU en 2009 para reducir la hipoteca de acuerdo con el precio de mercado de la vivienda para determinar que la concesi¨®n de hipotecas puede variar el 10%. Sin embargo, Celentani recuerda que ¡°la teor¨ªa econ¨®mica no dice que sea mejor que haya m¨¢s cr¨¦dito, sino la cantidad adecuada¡±. ¡°Como dijo Keynes, los absolutistas del contrato son los verdaderos padres de las revoluciones¡±, remacha.
Una ley espa?ola para reiniciar
La Comisi¨®n Europea ha vuelto a poner deberes a Espa?a a base de reformas. Pero nada hay sobre lo que los expertos consideran una ¡°anomal¨ªa¡± dentro del continente. ¡°?C¨®mo puede ser que un pa¨ªs como Espa?a, donde el primer problema es la deuda privada, no tenga un sistema de concursos de acreedores individuales?¡±, se pregunta la profesora de Derecho Civil de la Universidad Complutense Matilde Cuena. Con ella coincide Carmen Reinhart, de la Harvard Kennedy School, quien considera que Espa?a deber¨ªa desarrollar ¡°leyes dom¨¦sticas¡± para que a quienes les ejecuten su hipoteca se queden sin deuda, lo cual reducir¨ªa el ¡°endeudamiento privado¡±.
Hoy los particulares pueden pedir concursos de acreedores. Pero estos ¡ªni con la reforma que ha puesto sobre la mesa el Gobierno¡ª nada tienen que ver con los que pueden solicitarse en el resto de Europa. En Espa?a los concursos, por ejemplo, no permiten parar la ejecuci¨®n hipotecaria. De las deficiencias de los concursos de Espa?a dan fe los n¨²meros. En 2012, en plena recesi¨®n, solo 1.100 personas pidieron la antigua suspensi¨®n de pagos. La cifra est¨¢ a a?os luz de otros pa¨ªses. Por supuesto, de los 1,36 millones de concursos de Estados Unidos; los 105.000 de Alemania y los 173.000 de Francia.
El profesor de la Universidad Carlos III e investigador de Fedea, Marco Celentani, tambi¨¦n apuesta por implantar ese procedimiento en Espa?a. Celentani rechaza que el argumento del riesgo moral, es decir, de que se premie a alguien que ha tenido un mal expediente crediticio o que se favorezca ¡°comportamientos oportunistas¡±. Todos los pa¨ªses, dice, tienen su mecanismo para detectar ¡°quiebras fraudulentas¡±. ¡°No es del todo cierto que en Espa?a haya habido una mala cultura de pago¡±, afirma el profesor con referencia a los datos de morosidad, que apuntan a las Administraciones y empresas, sobre todo inmobiliarias, como los m¨¢s incumplidores, y a los particulares como los m¨¢s puntuales con sus pagos.
Luis Barriga, de la Asociaci¨®n Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, apuesta por un procedimiento parecido al de Francia. Para sanear deudas, el particular primero recurre a la v¨ªa de la mediaci¨®n. En caso de que esta fracase, el caso va al juez, pero con un informe de la comisi¨®n que interviene antes.
Matilde Cuena considera que el fresh start es una medida de ¡°pol¨ªtica econ¨®mica¡± que incluso permitir¨ªa reducir el d¨¦ficit p¨²blico. Ello es as¨ª porque el sistema actual lleva a los deudores a la econom¨ªa sumergida dado que ejecutado el patrimonio del deudor, responde con sus bienes futuros. Si el deudor ¡°remonta¡± todos los ingresos se los comer¨¢ la deuda antigua, por lo que no tiene est¨ªmulo para el trabajo ni para reiniciar otra actividad. Cuena critica que la medida casi fuera aprobada en la ¨²ltima reforma de la Ley Concursal, de octubre de 2011, y PP y PSOE acordaron una enmienda en la que se retrasaba el tratamiento legal de la insolvencia de las familias la cual deb¨ªa realizarse en el plazo de 6 meses, cosa que no se ha cumplido y ello a pesar de que ambos partidos recog¨ªan tal reforma en los programas electorales presentados para las elecciones que se celebraron un mes despu¨¦s. LLUIS PELLICER
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