Los gallos ¡®pierden¡¯ el pene cuando todav¨ªa est¨¢n en el huevo
Un estudio descubre el proceso por el que unas aves nacen sin falo y otras, como los patos, con
Si gallos y patos compartieran vestuario adem¨¢s de una granja, est¨¢ claro quienes tendr¨ªan el llamado s¨ªndrome del gimnasio, ese que hace que unos hombres inevitablemente comparen sus miembros con el de otros: los gallin¨¢ceos. Porque por un capricho de la naturaleza, de incierto valor evolutivo, los gallos carecen de pene, pero los patos no. Ahora, un estudio publicado en Current Biology, explica por qu¨¦ esta diferencia.
Los investigadores de la Universidad de Florida en Gainesville hicieron un trabajo comparando el desarrollo de pollos de gallo y de pato dentro del huevo. Para ello, les practicaron peque?as ventanitas a trav¨¦s de las cuales pudieron ver qu¨¦ pasa en el interior sin interrumpir el proceso. Al comparar con patos, una de las pocas aves que s¨ª tienen un falo, pudieron estudiar toda la complejidad del problema. Y la primera sorpresa fue que en las primeras etapas, tanto el pollito como el patito iban desarrollando un pene. Pero que, a partir de un momento, el del futuro gallo iba desapareciendo: un proceso de suicidio celular lo iba destruyendo.
Esto era la explicaci¨®n de lo que se ha visto en los animales adultos. Pero faltaba saber por qu¨¦. La comparaci¨®n de los genomas y, sobre todo, de las prote¨ªnas llev¨® a la culpable: la bmp. En las gallin¨¢ceas, esta, al actuar, produc¨ªa la muerte celular del incipiente ¨®rgano. En los patos no aparec¨ªa.
Para completar el experimento, los investigadores cultivaron las c¨¦lulas correspondientes, pero haci¨¦ndoles las perrer¨ªas propias de unos concienzudos cient¨ªficos: a las de pollo les a?adieron una sustancia que inhib¨ªa la actuaci¨®n de la bmp, y el resultado fue que el castrante suicidio celular se deten¨ªa. Y, al rev¨¦s, cuando se les a?ade esa prote¨ªna al cultivo de c¨¦lulas de pato, empezaba el proceso de destrucci¨®n.
El estudio tiene un indudable ¨Cy poco pr¨¢ctico- atractivo. En Nature, Richard Prum, ornit¨®logo evolucionista de la Universidad de Yale, no duda en decir que si el estudio se hubiera hecho en humanos, el trabajo habr¨ªa sido publicado en la propia Nature o en Science, por poner las dos revistas de m¨¢s prestigio.
Pero el trabajo tiene trampa, porque lo que no explica es por qu¨¦ la mayor¨ªa de las aves han renunciado a una forma insertiva de reproducci¨®n, y esta se mantiene en las palm¨ªpedas. Est¨¢ claro que ello no ha evitado que las gallinas se multipliquen, pero lo mismo sucede con los patos. La evoluci¨®n, a veces, juega al desconcierto.
(Por cierto, para acabar de liarlo, bmp son las siglas en ingl¨¦s de prote¨ªnas morfogen¨¦ticas del hueso. Y aqu¨ª, de hueso, nada).
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