¡°Los pol¨ªticos no saben sacar partido de las embajadas¡±
El embajador es bisnieto, nieto, hijo, hermano y t¨ªo de diplom¨¢ticos Abri¨® la primera sede espa?ola en China y se jubil¨® en la de Washington
El plan era compartir un aperitivo en una terraza en la plaza Mayor de Madrid, a dos pasos del palacio de Santa Cruz, sede del Ministerio de Exteriores, pero sali¨® un d¨ªa t¨ªpico de esta at¨ªpica primavera madrile?a: fresco y lluvioso. El embajador retirado Jaime de Ojeda Eiseley (Roma, 1933) propuso entrar en esta taberna porque era un cl¨¢sico de los empleados de Exteriores. Lo recordaba como una barra y poco m¨¢s. Ahora tiene dos pisos.
De Ojeda se jubil¨® como embajador de Espa?a en Washington y se qued¨® all¨ª al lado, en la tranquila Virginia. Est¨¢ de visita en Espa?a, en casa de un hermano. Al inicio de su carrera se presentaba voluntario ante cualquier crisis diplom¨¢tica. ¡°?ramos dos o tres, los locos del departamento¡±. A?os despu¨¦s march¨® entusiasmado a abrir la primera legaci¨®n en la China comunista. All¨ª hac¨ªa excursiones en bici con Bush padre y su esposa, B¨¢rbara. ¡°Mi familia siempre ha estado muy ligada a Extremo Oriente. Mi bisabuelo paterno, Henry Rooke, fund¨® el peri¨®dico Japan Times, que a¨²n existe. Mi padre estuvo destinado en Jap¨®n de 1947 a 1950¡±, cuenta con un acento que es de ninguna y de todas partes.
Este bisnieto, nieto, hijo, hermano y t¨ªo de diplom¨¢ticos que quiso ser m¨²sico demuestra tener buena memoria para las fechas y los detalles mientras disfruta los trigueros con jam¨®n. Disfruta tambi¨¦n dando vida a las an¨¦cdotas con la modulaci¨®n de la voz y los gestos. Como cuando echa pestes de los dos a?os, ¡°perdidos¡±, en la escuela diplom¨¢tica, donde todo era tan te¨®rico y un ex marino mercante ense?aba ingl¨¦s. ¡°?Me enfurezco! ?Lo m¨¢s l¨®gico ser¨ªa un stage [unas pr¨¢cticas] para aprender el oficio!¡±.
Liana 1962. Madrid
??Hatillo de trigueros con jam¨®n: 5 euros.
??Tosta de jam¨®n con tomate y huevo de codorniz: 5.
??Solomillito de buey con cebolla caramelizada: 5.
??Cuatro ca?as: 10.
??Un cortado y un t¨¦: 3.
? Total: 28 euros.
Su experiencia le dice que ¡°los pol¨ªticos no saben c¨®mo sacar partido de las embajadas¡±. Hace una excepci¨®n: los catalanes. ¡°[Pasqual] Maragall vino a verme, a ver qu¨¦ pod¨ªa hacer la OTAN por Barcelona¡±, elegida sede ol¨ªmpica. Recuerda aquel destino como el m¨¢s dif¨ªcil. Hubo que hacer malabarismos. Cuadrar el c¨ªrculo. Conjugar la permanencia en la Alianza con aquel inolvidable eslogan socialista ¡°De entrada, no¡±. Espa?a se hab¨ªa unido al club de la defensa aliada en 1982, cuatro meses antes del hist¨®rico triunfo del PSOE. ¡°Les ofrec¨ª encontrar una f¨®rmula para seguir en la OTAN ganando el refer¨¦ndum¡±. Rememora los entresijos de aquella batalla negociadora y las emboscadas de diplom¨¢ticos rivales. As¨ª naci¨® la primera parte de las tres de la enrevesada pregunta de la consulta. Gan¨® el s¨ª con el 52,5%.
Pero la labor que quiz¨¢ recuerda con m¨¢s deleite es la primera traducci¨®n al castellano para lectores adultos de Alicia en el pa¨ªs de las maravillas, en 1970. Al principio se resisti¨® a la petici¨®n de Alianza, le parec¨ªa intraducible. Y resulta que le ¡°divirti¨® much¨ªsimo¡±. ¡°Es como un crucigrama¡±. Al retirarse, se zambull¨® en la prensa americana de 1898 para analizar lo publicado antes y durante la guerra de Cuba contra Espa?a. Y a¨²n da clase en una universidad.
Sigue la guerra civil siria, por supuesto. Con facilidad, porque la prensa est¨¢ en Internet. Es pesimista. Opina que la soluci¨®n es muy dif¨ªcil o inexistente. Para EE UU, con recortes en Defensa, es un lugar ¡°distinto y distante. Y la opini¨®n p¨²blica no est¨¢ por aventuras¡±.
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