¡°El sistema no te incentiva a investigar¡±
Con 16 a?os, desde abril es el miembro m¨¢s joven del colectivo Economistas Frente a la Crisis
¡°Yo descubr¨ª que me gustaba la econom¨ªa hace nada, hace un par de a?os y, al principio, quer¨ªa saberlo todo, macroeconom¨ªa, micro... todo. Luego, por as¨ª decirlo, me fui especializando y ahora las ¨¢reas que m¨¢s me gustan son la econom¨ªa del desarrollo, el comercio internacional y las pol¨ªticas p¨²blicas¡±, relata casi de carrerilla Jaime Blanco.
Semejante presentaci¨®n tendr¨ªa poco de especial si su autor no tuviera 16 a?os, no viniera con una autorizaci¨®n parental a la entrevista, no escribiera un blog especializado en econom¨ªa internacional y no fuera, desde el pasado 12 de abril, el miembro m¨¢s joven del colectivo Economistas Frente a la Crisis. ¡°No he podido ir a muchas charlas porque me han coincidido con los ex¨¢menes, pero es una oportunidad para aprender much¨ªsimo¡±.
Los nervios se dejan entrever en un discurso preparado, el de alguien que ha estudiado a fondo la imagen que quiere transmitir de s¨ª mismo, y en una seriedad inusual para un adolescente que acaba de terminar los ex¨¢menes de fin de curso. ¡°No te creas, soy as¨ª tambi¨¦n en la vida real¡±, admite a modo de confesi¨®n mientras revuelve un caf¨¦ con leche que, reconoce, solo toma ¡°de vez en cuando¡±. El caf¨¦ queda casi ¨ªntegro aparcado en una esquina de la mesa.
Harina. Madrid
? Dos caf¨¦s con leche.
? Total: 4,40 euros.
Jaime Bravo lleg¨® a la econom¨ªa por casualidad, a trav¨¦s de la curiosidad que le despertaron las p¨¢ginas de Bolsa del peri¨®dico. ¡°Pero no me viene de familia, mi madre es periodista y mi padre, fisioterapeuta¡±. Y de indagar por qu¨¦ cambiaban tanto esos n¨²meros pas¨® a leer a Krugman, a Stiglitz y compa?¨ªa, porque la corriente en la que m¨¢s cree de la econom¨ªa ¡°es el nuevo keynesianismo¡±, dice convencido.
Est¨¢ decidido a triunfar y es osado en su intento. Envi¨® un manuscrito a una editorial que le plante¨®, a cambio, escribir algo relacionado con la juventud y la econom¨ªa. Sin dudarlo, acept¨®, aunque al final la negociaci¨®n no lleg¨® a cuajar. Mientras llega la oportunidad sigue publicando art¨ªculos ¡ªpapers, los llama ¨¦l¡ª sobre la influencia de las multinacionales en los pa¨ªses pobres, los peligros de la desregulaci¨®n o, uno de los ¨²ltimos, por qu¨¦ el PIB no sirve para medir de verdad las econom¨ªas en desarrollo.
Contra lo que cabr¨ªa pensar, su educaci¨®n no ha sido muy distinta de la de muchos adolescentes espa?oles. Cursa 2? de Bachillerato en un colegio concertado, colegio Reinado del Coraz¨®n de Jes¨²s, y su nota media est¨¢ ¡°algo por encima del 8¡±, aunque confiesa que con lo que peor se lleva es con la literatura espa?ola. As¨ª que pocos como ¨¦l para saber qu¨¦ hay que mejorar en las escuelas espa?olas. ¡°Nos falta una vena de investigar. En el instituto te dedicas a estudiar el temario y lo plasmas en una hoja, no se incentiva la pr¨¢ctica, la investigaci¨®n. Y esto no pasa en otros sistemas como en Inglaterra¡±. Aunque enseguida su discurso se vuelve pol¨ªtico. ¡°Ya lo ha dicho [Greg] Mankiw, que los recortes en educaci¨®n generan desigualdad e ineficiencia, y yo creo que hacia eso vamos aqu¨ª¡±.
Tiene muy claro su futuro pr¨®ximo: ¡°Quiero estudiar Econ¨®micas en Londres y para eso estoy con un profesor brit¨¢nico que me ayude a sacar los t¨ªtulos necesarios de ingl¨¦s¡±. El sue?o de Jaime depende de que las universidades admitan su solicitud y de que la aceptaci¨®n vaya acompa?ada de una beca. Mientras llega ese momento, dedicar¨¢ parte de su verano a estudiar: ¡°Algo de Econometr¨ªa, pero por mi cuenta, el tiempo que est¨¦ en Madrid¡±.
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