El limbo de los matrimonios gais en los Estados que proh¨ªben esta uni¨®n
El fallo del Supremo obliga al Gobierno federal a modificar m¨¢s de un millar de leyes pero no define la situaci¨®n de las parejas en esos territorios
La hist¨®rica decisi¨®n del Tribunal Supremo de Estados Unidos a favor de garantizar los beneficios federales a los matrimonios homosexuales obligar¨¢ a la Administraci¨®n a modificar m¨¢s de un millar de leyes afectadas por la nueva resoluci¨®n, desde las que regulan las declaraciones de la renta conjunta, la percepci¨®n de la Seguridad Social o la excepci¨®n de impuestos hasta las que reconocen el permiso de residencia a los extranjeros casados con un ciudadano estadounidense. Un proceso arduo y complicado para el que este mi¨¦rcoles pidi¨® paciencia el Fiscal General, Eric Holder, que anunci¨® que ha creado un equipo especial para revisar toda la legislaci¨®n.
Las parejas homosexuales que se hayan casado y residan en uno de los 13 Estados, m¨¢s el Distrito de Columbia, que autorizan el matrimonio gay podr¨¢n disfrutar de estos beneficios en breve -si se cumplieran los plazos, dentro de 25 d¨ªas, que es cuando entran en vigor las decisiones del Supremo-, pero la resoluci¨®n del alto tribunal ha dejado abiertas las dudas para aqu¨¦llas que residen en el resto de Estados que no los reconocen y que, incluso, tienen disposiciones en sus respectivas constituciones que las proh¨ªben.
El hecho de que algunas agencias federales, como la de Hacienda o la de la Seguridad Social, no consideren como lugar de matrimonio el de la celebraci¨®n sino el de residencia, ha hecho que muchas organizaciones de defensa de los derechos de los homosexuales hayan solicitado a la Casa Blanca que emita una orden para que todas las agencias definan el matrimonio ¨²nicamente sobre la base del lugar de celebraci¨®n. "La Administraci¨®n puede, a trav¨¦s de acciones y gestos, debe hacer algo que muestre su compromiso hacia la igualdad federal", ha asegurado Susan Sommer, miembro de Lambda Legal, la organizaci¨®n a favor de los derechos gais m¨¢s antigua de EE UU.
De acuerdo con la situaci¨®n actual, y tras la sentencia del Supremo, las parejas que hayan contra¨ªdo matrimonio y residan en un Estado que reconoce las bodas gais podr¨¢n percibir todos los beneficios federales, pero si residen en un Estado que no las autoriza los derechos variar¨¢n en funci¨®n de cada una de las agencias. Esta disparidad de trato legal preserva la inequidad que se atacaba en la demanda contra la Ley de Defensa del Matrimonio, que fue impugnada el mi¨¦rcoles, y siembra la confusi¨®n y la incertidumbre a muchas parejas homosexuales. "Vamos a encontrarnos a parejas que se van a ver implicadas en casos y circunstancias que van a subrayar la existencia de desigualdades", ha se?alado Brian Moulton, director legal de Human Rights Campaign.
La Administraci¨®n Obama ha pedido paciencia hasta determinar c¨®mo enfrentarse a este problema. El presidente, tras conocer la sentencia del alto tribunal, asegur¨® que hab¨ªa ordenado al Departamento de Justicia que ejecutara la sentencia cuanto antes. Esa ejecuci¨®n puede realizarse, en algunos casos, directamente por el Jefe del Estado, sin necesidad de pasar por el Congreso, pero hay otras disposiciones, relacionadas con medidas impositivas, por ejemplo, que requerir¨¢n pasar por el Capitolio, donde la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes puede dilatar la aplicaci¨®n de la decisi¨®n del Supremo.
El mismo mi¨¦rcoles en que se conoci¨® la sentencia, la senadora dem¨®crata, Dianne Feinstein, present¨® una propuesta de ley para garantizar que los beneficios federales se aplicaban a todos los matrimonios homosexuales aunque residieran en Estados que no han legalizado las uniones gais.
El Departamento de Defensa, que s¨ª reconoce el matrimonio por el lugar de celebraci¨®n, comenzar¨¢ a aplicar ¡°inmediatamente¡±, de acuerdo con su titular, Chuck Hagel, los mismos beneficios que ahora otorga a los heterosexuales casados con militares a las 70.000 parejas homosexuales reconocidas que, hasta ahora, no hab¨ªan recibido ayudas para obtener vivienda o acceder a educaci¨®n, por ejemplo.
Lo que tambi¨¦n entrar¨¢ en vigor, independientemente del Estado en el que se resida, es el otorgamiento de permiso de residencia a los extranjeros que est¨¦n casados en EE UU con un ciudadano estadounidense.
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