La moda prefiere esqueletos
La industria no ceja en utilizar modelos muy delgadas o en retocarlas para que lo parezcan El modelo de belleza, inalcanzable para la mayor¨ªa, puede favorecer trastornos alimentarios Las iniciativas p¨²blicas para regular el ideal quedan en vano
El estampado de lunares engorda, lo sabe todo aquel que haya tenido que disimular unos kilos de m¨¢s. Se presenta dif¨ªcil, por tanto, parecer un saco de huesos enfundada en un traje de falda y chaqueta con unos lunares azules como pu?os. Pero en la ¨²ltima campa?a de Marni para H&M, la modelo francesa Aymeline Valade no era otra cosa que un saco de huesos con el traje de lunares de la firma de lujo italiana. La imagen escu¨¢lida y poco saludable de Valade fue objeto de encendidas cr¨ªticas, sobre todo en Inglaterra, donde se carg¨® contra la marca por fomentar la anorexia al presentar la imagen de una joven de ¡°aspecto decr¨¦pito¡±. ¡°No siempre hemos hecho lo correcto. Algunas de nuestras modelos eran demasiado delgadas¡±, reconoci¨® hace unas semanas Karl-Johan Persson, consejero delegado de H&M. La disculpa del CEO ha reabierto el debate: la pregunta, en boca de muchos, es si la moda promueve un ideal de belleza, inalcanzable para la mayor¨ªa, que puede favorecer trastornos alimentarios. Y si estamos dispuestos a aceptarlo.
H&M ha pedido disculpas por la imagen escu¨¢lida de algunas maniqu¨ªs
El sector se defiende como gato panza arriba, y alega, entre otras cosas, que tambi¨¦n ensalza a mujeres reales. De tiempo en tiempo aparecen campa?as protagonizadas por modelos con curvas, pero no pasan de lo anecd¨®tico. Lo que se lleva, queramos o no, es lucir el esqueleto.
El asunto es inc¨®modo, molesto para la industria. Prueba de ello es que muchos de los contactados para este reportaje solo han accedido a contestar por medio de un cuestionario escrito. ¡°No queremos malentendidos¡±, se han justificado algunos. La propia marca sueca H&M ha respondido a las preguntas de este peri¨®dico sobre las pol¨¦micas im¨¢genes tambi¨¦n por escrito. ¡°No se buscaba mostrar un ideal espec¨ªfico, sino una imagen inspiradora y positiva¡±, defienden en la cadena de ropa lejos del mea culpa entonado por el consejero delegado, aunque a?aden que siempre est¨¢n abiertos ¡°a cr¨ªticas constructivas y sugerencias de mejora¡±.
El problema no es solo de H&M, que adem¨¢s parece tratar de enmendar el error con su nueva campa?a de verano protagonizada por la curvil¨ªnea Beyonc¨¦. La voluptuosa cantante, sin embargo, no deja de ser una excepci¨®n entre cat¨¢logos de bikinis de chicas flacas. ?Falta carne en las modelos que vemos en las pasarelas o la publicidad? Modesto Lomba, que adem¨¢s habla como presidente de la Asociaci¨®n de Creadores de Moda de Espa?a, echa balones fuera. ¡°Las personas delgadas no son algo artificial, est¨¢n en la naturaleza. En nuestra cultura occidental el problema est¨¢ en la obesidad¡±, sostiene el dise?ador por escrito.
¡°No es cierto que la extrema delgadez y la b¨²squeda permanente de juventud sean los modelos de belleza¡±, discrepa Lomba. El fot¨®grafo gallego Manuel Outumuro, al que llaman el Richard Avedon espa?ol, con m¨¢s de dos d¨¦cadas de fotograf¨ªa de moda a sus espaldas, se aviene, sin embargo, a admitir que la esbeltez es la pauta. ¡°Una modelo tiene que ser delgada porque el traje sienta mejor. De igual forma que un jugador de basket, ha de ser alto y un luchador de sumo, gordo¡±. Ahora bien, Outumuro ve injustas las cr¨ªticas. ¡°Se las demoniza de forma excesiva. Nadie carga contra Fernando Alonso por dar mal ejemplo al conducir su coche a tanta velocidad¡±.
Dise?adores, marcas comerciales, fot¨®grafos o revistas seleccionan a las chicas. ?Configuran ellos el canon de belleza? ¡°El modelo est¨¢ impuesto por el mercado. Es un problema de toda la sociedad¡±, argumenta Ignacio de Aysa, directivo de la agencia de modelos Traffic, que ha representado a tops como Alejandra Alonso, Marina P¨¦rez o Eugenia Silva. De Aysa reconoce que hay clientes que han rechazado a algunas de sus modelos por no ser suficientemente delgadas y que el retoque fotogr¨¢fico es una pr¨¢ctica habitual. La carrera de una maniqu¨ª, explica el representante de varias de las supermodelos espa?olas, comienza en torno a los 16 a?os, y alcanza su punto ¨¢lgido con 18 o 19 a?os. El ideal de belleza para todas las mujeres lo encarnan chicas con la pubertad reci¨¦n finalizada.
Modesto Lomba, dise?ador: "El verdadero problema es la obesidad"
La industria se resiste a admitir su responsabilidad en la promoci¨®n de un modelo determinado. ¡°Las revistas de moda pueden influir en los h¨¢bitos y la percepci¨®n que tienen sus lectoras, pero hablar de responsabilidad me parece sobrevalorar su papel¡±, defiende la directora de Vogue Espa?a, Yolanda Sacrist¨¢n.
El mercado las quiere esbeltas pero, ?por qu¨¦? ?Es una moda arbitraria?, ?podr¨ªa preferirlas gruesas? ¡°Para los dise?adores es m¨¢s f¨¢cil trabajar con ese tipo de cuerpo porque no les obstaculiza, es como una percha. Pero ellos tambi¨¦n est¨¢n influidos por la sociedad. Quieren vestir el ¨¦xito, y el ¨¦xito hoy est¨¢ vinculado a la delgadez¡±, reflexiona Laura Eceiza, soci¨®loga de moda en la Escuela de Dise?o IADE. ¡°La esbeltez refleja disciplina, control sobre el cuerpo. Por eso una persona gruesa no est¨¢ bien vista, porque revela descontrol¡±.
Pero la sociedad pide lo que algunos quieren que pida, opinan otros expertos. ¡°La demanda viene determinada por lo que es moda. Y lo que es moda es resultado del papel de los trend setters (creadores de tendencias), que eligen lo que se produce y marcan un est¨¢ndar. Los dem¨¢s, nos ajustamos o no¡±, arguye Joan Costa-Font, profesor de Econom¨ªa Pol¨ªtica de la London School of Economics y coautor de un estudio que concluy¨® que la presi¨®n social es determinante para explicar la anorexia, o lo que es lo mismo, que las modelos escu¨¢lidas influyen en los casos de trastornos alimentarios. El trabajo analiz¨® los factores que llevaron a sufrir anorexia a unas 8.000 europeas enfermas. ¡°Las mujeres se enfrentan al conflicto de tener que elegir entre adecuarse al est¨¢ndar de belleza o mantener un estado de salud adecuado¡±, explica el profesor. ¡°En una persona sin un trastorno alimentario, la elecci¨®n tiende a ser mantener su estado de salud. Pero las mujeres anor¨¦xicas padecen dismorfia, una percepci¨®n sesgada de su cuerpo, y ponen en riesgo su salud, ya que est¨¢n dispuestas a sacrificar su salud futura con una aparente mayor certidumbre de tener un cuerpo m¨¢s parecido al ideal¡±.
El ideal para todas las mujeres
El problema no es menor. La anorexia es una enfermedad mental grave que afecta fundamentalmente a las mujeres ¡ªson el 90-95% de las personas que la sufren¡ª y j¨®venes ¡ªla edad m¨¢s frecuente en la que se enferma es entre los 12 y los 17 ¡ª, seg¨²n datos de la Federaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Lucha contra la Anorexia y la Bulimia nerviosas. El 6% de ellas muere. No existen datos oficiales de afectados en Espa?a, porque el Ministerio de Sanidad no los centraliza. Los ¨²ltimos estudios hablan de entre un 5% y un 6% de enfermos.
Los expertos advierten, sin embargo, de que no debe vincularse bajo peso a enfermedad. ¡°La anorexia es un trastorno multifactorial, no se sufre por estar muy delgado¡±, alerta Susana Monereo, jefa de Endocrinolog¨ªa del Hospital de Getafe (Madrid). ¡°Los trastornos alimentarios, que son muchos antes de la anorexia, aparecen en los que no tienen esa constituci¨®n y luchan por alcanzar el ideal¡±, explica la doctora.
Monereo es adem¨¢s la encargada de controlar que las modelos que participan en la Pasarela Cibeles de Madrid cumplan con el peso m¨ªnimo exigido por la organizaci¨®n, una ins¨®lita y pionera medida que empez¨® a aplicarse en 2006 en el desfile madrile?o. La doctora pesa a las chicas y comprueba que superen un ?ndice de Masa Corporal (IMC) de 18 (el resultado de dividir la altura entre el peso al cuadrado). Para una modelo de 1,80 metros de estatura, el m¨ªnimo es un peso de 59 kilos. ¡°El primer a?o rechazamos a 16 modelos por no cumplirlo, unas cuantas de ellas con un IMC de 16, que es un est¨¢ndar con el que se ingresa a muchas chicas por anorexia¡±, recuerda Monereo. La endocrina cuenta que las modelos utilizan trucos para tratar de enga?ar a la b¨¢scula, como atiborrarse de agua. ¡°Descubrimos a alguna con un cintur¨®n lleno de pesos, por eso ahora las pesamos en bat¨ªn, para que no puedan esconder nada¡±. A pesar de todo, las chicas que desfilan ahora en Cibeles tienen ¡°como cinco o seis kilos m¨¢s que las de antes¡±, estima la doctora. Un vistazo a las pasarelas anteriores a la del 2006 confirma la apreciaci¨®n de la endocrina. Im¨¢genes como la de la modelo et¨ªope Liya Kabede, por ejemplo, que cerr¨® el desfile de Modesto Lomba en 2004 siendo todo clav¨ªculas, han dado paso a otro tipo de figuras: siguen siendo s¨ªlfides, pero de aspecto m¨¢s saludable.
"?Son responsables las revistas? Es es sobrevalorarlas", dice la directora de? 'Vogue'
En paralelo a la medida de Cibeles, los empresarios de moda y el Ministerio de Sanidad firmaron en 2006 un acuerdo para unificar las tallas con el fin de luchar contra la anorexia. El Gobierno gast¨® en torno a un mill¨®n de euros en un estudio antropom¨¦trico de las mujeres espa?olas, que concluy¨® que la estatura media es 1,62 y el peso 57 kilos, pero la homogeneizaci¨®n de las tallas, siete a?os despu¨¦s, no se ha realizado. ¡°A las firmas no les interesa o no les da la gana¡±, lamenta Juana Mart¨ªn, presidenta de la Asociaci¨®n en Defensa de la Atenci¨®n a la Anorexia Nerviosa y Bulimia. Sanidad asegura que el asunto se estudia ahora en Europa, en el marco de un grupo t¨¦cnico, el Comit¨¦ Europeo de Normalizaci¨®n. No hay plazo previsto de resultados.
La tendencia de lucir huesos, por cierto, no ha existido siempre. ¡°La moda siempre es una reacci¨®n a la tendencia anterior¡±, aclara Carlos Primo, profesor de Historia de la Moda en IADE. ¡°Como la mujer gar?on de los a?os veinte, que reacciona a los cors¨¦s y polisones del Romanticismo, la extrema delgadez o el heroin chic (el chic de la hero¨ªna) encarnado por la modelo Kate Moss de principios de los noventa es una reacci¨®n a las supermodelos de los ochenta, mujeres con curvas como Claudia Schiffer o Naomi Campbell¡±. Desde los noventa arrastramos la esbeltez, m¨¢s o menos intensa.
La presi¨®n social
El debate se sit¨²a entonces en si se debe o no legislar la belleza. ¡°En Espa?a se hicieron cosas, como lo de Cibeles, pero ya se ha bajado la guardia¡±, opina Mart¨ªn. Israel, por ejemplo, ha dado un paso al frente. El Parlamento israel¨ª aprob¨® el a?o pasado una ley que proh¨ªbe a los anunciantes modelos excesivamente escu¨¢lidos. En la iniciativa privada, las 19 cabeceras de Vogue han suscrito lo que han llamado The Health Iniciative (Iniciativa por la salud) en la que han acordado trabajar con modelos mayores de 17 a?os ¡°con una imagen sana¡±. La directora de la revista en Espa?a reconoce, sin embargo, que se siguen encontrando dificultades para llevarla a la pr¨¢ctica. ¡°A veces es dif¨ªcil elegir modelos con formas porque las colecciones de prensa se hacen a¨²n en talla peque?a. En alguna ocasi¨®n nos hemos encontrado con una modelo con m¨¢s curvas a la que no le cab¨ªa la ropa¡±.
¡°Esta es una lucha perdida¡±, suelta, amarga, la presidenta de la asociaci¨®n contra la anorexia. Las opciones est¨¢n sobre la mesa. Se puede regular un modelo de belleza saludable. O esperar a que la moda reaccione y tal vez se imponga, por casualidad, el ideal contrario al esquel¨¦tico.
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