¡®Cum laude¡¯ en hincar los codos

Cuando el acceso a la Universidad a¨²n no se hab¨ªa convertido en un enredo de nombres y siglas y la mayor¨ªa segu¨ªa usando el t¨¦rmino Selectividad, Luis Grande sali¨® de las pruebas con un 7,9, suficiente para estudiar Medicina en la Universidad de Alcal¨¢ de Henares, a las afueras de Madrid. A la espera de que salgan las notas de acceso definitivas para el pr¨®ximo curso, a este joven de 29 a?os, reci¨¦n terminada la residencia, le habr¨ªa costado un poco m¨¢s. El corte en este centro sube hasta el 12,229. La carrera de Medicina sigue estando a la cabeza de la tabla, seguida de cerca de Ingenier¨ªa Aeroespacial.

Los 31 centros en los que se imparte Medicina exigieron m¨¢s de un 11 el a?o pasado. La Universidad Complutense de Madrid es la m¨¢s solicitada, seg¨²n explica Jorge Garc¨ªa Seoane, vicedecano de ordenaci¨®n acad¨¦mica y profesorado de la Facultad de Medicina. ¡°Este a?o ofertamos 320 plazas, algo menos de las 350 del a?o pasado¡±, apunta. Los futuros m¨¦dicos tienen como referencia el 12,499 que se exigi¨® el curso anterior para hacer una carrera de seis a?os, con un 88% de los cr¨¦ditos matriculados superados en primera opci¨®n y una tasa de abandono que no llega al 5%, seg¨²n los datos facilitados por la universidad.

¡°Nuestros alumnos son muy competitivos, con una clara vocaci¨®n y muy altruistas¡±, explica el vicedecano. En una carrera donde el aprobado no sirve en muchas de las asignaturas y con el MIR siempre amenazante en el horizonte, las estrategias para superar los cursos se combinan con el trato al paciente. ¡°Hay gente que se deja asignaturas para septiembre para conseguir m¨¢s nota¡±, cuenta Luis Grande. ¡°No est¨¢ mal la competencia siempre que sea sana, aunque no todos tienen este punto muy claro¡±, apostilla Natalia Alonso, de 27 a?os y antigua alumna de la Complutense. ¡°Incluso en tu propio grupo de amigos siempre sal¨ªan los t¨ªpicos comentarios si hab¨ªas sacado una buena nota¡±.

?INVERSI?N DE FUTURO?

Superados los a?os de carrera, aprobado el MIR y terminada la residencia, los m¨¦dicos madrile?os enfrentan un nuevo reto. ?Qu¨¦ suceder¨¢ con la sanidad p¨²blica de la regi¨®n en pleno proceso de privatizaci¨®n de seis hospitales? Desde la Universidad Complutense encuentran en la vocaci¨®n la raz¨®n para que sus aulas sigan llenas. Aquellos que acaban de quitarse la bata de residente reconocen que la coyuntura, en ocasiones, supera a las ganas. Tras recorrer 16 hospitales con el curr¨ªculo bajo el brazo, Luis Grande ha conseguido una plaza en el hospital universitario de Getafe, donde se form¨® en Pediatr¨ªa. El azar y los 10 a?os de media de formaci¨®n no han ayudado a muchos de sus compa?eros, que se debaten entre ¡°irse a Reino Unido, donde hay trabajo y bien pagado, o malvivir con guardias en diversos hospitales¡±.

El grado de Ciencias de la Actividad F¨ªsica y el Deporte en Sevilla exige un 13,3 porque solo admite a 60 estudiantes

Los alumnos de Medicina de las universidades de Albacete y Ciudad Real a¨²n no se plantean su futuro laboral. Estos centros, a los que se accedi¨® el curso pasado con un 12,456 y un 12,458, respectivamente, a¨²n no han cumplido la mayor¨ªa de edad. Completamente adaptados al Plan Bolonia, ofertan entre 60 y 90 plazas en cada uno y abogan por una educaci¨®n que se centre en mejorar la comunicaci¨®n con el paciente. ¡°Trabajamos con grupos de 30 que se subdividen en equipos de 5 o 6 para las clases pr¨¢cticas¡±, explica Juan Emilio Feliu, decano de la Facultad de Medicina de Ciudad Real. ¡°La metodolog¨ªa est¨¢ centrada en m¨®dulos que se imparten en tres semanas y luego se examina a los alumnos¡±.

Ingenier¨ªa Aeroespacial compite con Medicina en nota de corte. Tanto en la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia como en la de Sevilla se exig¨ªa m¨¢s de un 12 (la nota global puede llegar hasta 14 puntos). La recompensa tras a?os de hincar codos es que, en el caso de esta carrera, la leyenda urbana se convierte en realidad: a la salida hay un contrato esperando. ¡°Empresas como EADS, ITP o Airbus realizan procesos de selecci¨®n con nuestros alumnos¡±, explica Enrique Ballester, director de la Escuela T¨¦cnica Superior de Ingenier¨ªa del Dise?o de Valencia, donde se imparte este grado.

Con una oferta de 120 plazas, dan la posibilidad de realizar los estudios en ingl¨¦s siempre que se supere un examen que realiza el centro o se justifique un t¨ªtulo acad¨¦mico. Sus compa?eros de la Universidad Carlos III de Madrid son los ¨²nicos que imparten la carrera aeroespacial en ingl¨¦s y orientada a la integraci¨®n de sistemas aeron¨¢uticos en Espa?a, siempre que se supere el 11,269 que se estableci¨® el a?o pasado.

Las posibilidades de colocaci¨®n laboral una vez terminada la carrera van m¨¢s all¨¢ de la industria aeroespacial. Empresas especializadas en consultor¨ªa como JP Morgan o ?Mckinsey siguen haciendo cantera en las universidades. ¡°Dependiendo del tama?o de la empresa, se opta por ICADE, ICAI, ESADE en Barcelona, Deusto en Bilbao y la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid para reclutar a estudiantes¡±, explica una consultora que ha trabajado en ambas empresas, pero que prefiere no revelar su nombre.

En colaboraci¨®n por un lado con el departamento de recursos humanos y por el otro con el profesorado, se organizan campa?as de captaci¨®n. ¡°Se preparan encuentros en ciudades para convocar a un mayor n¨²mero de universidades de toda Espa?a¡±, relata. Tras este primer contacto, entrevistan a los candidatos. ¡°Los elegidos optan a pr¨¢cticas de verano o contratos de analista. Pasados tres a?os de trabajo, se hace un estudio del rendimiento y, si es satisfactorio, se les financia un m¨¢ster o se termina la relaci¨®n laboral¡±, apostilla esta consultora que ha formado parte de varios procesos de selecci¨®n.

De los 200.000 estudiantes que se presentaron a las pruebas de acceso, los que m¨¢s tuvieron que estudiar han sido aquellos que pretenden entrar en la Universidad de Sevilla para estudiar el grado de Ciencias de la Actividad F¨ªsica y del Deporte. La nota de corte fue un 13,13 sobre 14. ¡°La criba fue tan alta porque no se oferta esta titulaci¨®n en todas las universidades y tenemos un cupo de 60 estudiantes¡±, explica Juan Pablo de Pons, decano en Sevilla. La carrera ha pasado de ser una especializaci¨®n a una opci¨®n acad¨¦mica a la que acceden alumnos que terminan el Bachillerato y otros provenientes de la Formaci¨®n Profesional. Para aquellos que a¨²n quieran cursar lo que antiguamente se conoc¨ªa por INEF, deben saber que existen alternativas como en la Universidad de Vic, en Barcelona, donde el acceso se qued¨® en el 5.