El epigenoma difiere entre las distintas razas humanas
El sistema de regulaci¨®n de los genes tambi¨¦n es espec¨ªfico Esta especializaci¨®n ayud¨® a los humanos en su propagaci¨®n desde el cuerno de ?frica
La raza ¨Cel color de la piel, la forma de los ojos y los p¨®mulos, la complexi¨®n- est¨¢ en los genes. Pero estos no son los ¨²nicos factores biol¨®gicos que identifican a cada poblaci¨®n humana. El epigenoma ¨Cun sistema de activaci¨®n o silenciamiento de los genes- tambi¨¦n se ha demostrado espec¨ªfico, seg¨²n un estudio del Instituto de Investigaci¨®n Biom¨¦dica de Bellvitge (Idibell) que publica Genome Research.
El epigenoma es, probablemente, la m¨¢s reciente estrella de las investigaciones biol¨®gicas b¨¢sicas. Se podr¨ªa decir que es el sistema de interruptores que encienden o apagan los genes. Y su importancia va en aumento. Para entenderlo, basta pensar en que todas las c¨¦lulas de nuestro cuerpo tienen los mismos genes. Pero unas son de m¨²sculo, otras neuronas, otras de hueso. ?La explicaci¨®n? El epigenoma, que hace que los genes correspondientes se expresen (est¨¦n activos) o no. Es como si en un inmenso manual (el genoma) estuvieran las instrucciones para fabricar todas las herramientas de una ferreter¨ªa. Solo un sistema de se?alizaciones hace que los operarios sepan qu¨¦ necesitan para hacer martillos, y qu¨¦ para hacer sierras. Y, si las mezclan, podr¨ªan acabar construyendo un martillo dentado, de dudosa utilidad salvo en videojuegos de guerra.
Un sistema tan importante de activaci¨®n y desactivaci¨®n, de interruptor, biol¨®gicamente se resuelve con un sencillo mecanismo: ponerles una mol¨¦cula de se?alizaci¨®n. Como estas suelen ser grupos metilo, al proceso se llama metilaci¨®n. El gen metilado queda, as¨ª, generalmente, inactivado. Casi podr¨ªa decirse que el desarrollo consiste en elegir a qu¨¦ genes se les va poniendo este silenciador. Y, llegado el caso, si se les vuelve a quitar.
El descubrimiento del grupo que dirige Manel Esteller ha permitido asociar la secuencia de metilaciones a distintas razas. ¡°Hemos estudiado los epigenomas de trescientos individuos sanos de tres grandes poblaciones humanas (caucasianos de Estados Unidos, asi¨¢ticos de la etnia han de China y africanos subsaharianos) y hemos encontrado diferencias epigen¨¦ticas que permiten identificar cada grupo de humanos¡±, dice Esteller. ¡°Existen genes que se encuentran m¨¢s o menos activos (debido a distintos niveles de la marca epigen¨¦tica denominada metilaci¨®n del ADN) seg¨²n el grupo poblacional estudiado¡±.
Esta especificidad en el proceso de metilaci¨®n es muy importante para el proceso adaptativo de las poblaciones humanas. Todos tienen el mismo origen, un grupo africano ¨Cseg¨²n lo que nos remontemos puede ser del suroeste o del cuerno de ?frica-, pero han conseguido adaptarse a entornos muy diferentes. Se supone que la clave de la adaptaci¨®n es la gen¨¦tica evolutiva: los cambios en el ADN confieren nuevas propiedades que hacen que se aguante mejor el calor o el fr¨ªo, una dieta u otra, que se tenga m¨¢s resistencia a unos pat¨®genos. Pero cambiar los genes, una estructura profunda y muy bien protegida, es complicado. En cambio, cambiar la epigen¨¦tica de un individuo es mucho m¨¢s f¨¢cil. Esta reacciona mejor al entorno. Por ejemplo, eso explica que aunque todos tengamos los mismos oncogenes nuestros h¨¢bitos los activen o no. Y eso es clave para la adaptaci¨®n de grupos, como los humanos, que se pasaron miles de a?os viajando.
Esteller lo explica as¨ª: entre los cambios atribuidos a la metilaci¨®n, ¡°cabe destacar aquellos relacionados con la pigmentaci¨®n de la piel y la diferente resistencia a infecciones debidas a diversos microorganismos pat¨®genos como los virus (hepatitis B y HIV) y bacterias (Shigella y Escherichia coli). Este ¨²ltimo hallazgo contribuir¨ªa a explicar la distinta tendencia a desarrollar una enfermedad entre personas de diferente origen geogr¨¢fico¡±. Aem¨¢s, hay epigenomas de varios tipos, y su configuraci¨®n puede ser hereditaria, indica Esteller, por lo que la adaptaci¨®n adquirida se puede consolidar en una poblaci¨®n.
As¨ª que cuando alguien apele a que una raza lleva la m¨²sica, el deporte, la violencia o la inteligencia en los genes para explicar que es algo inmutable, se le podr¨¢ rebatir f¨¢cilmente: a lo mejor est¨¢ en su epigenoma, y este cambia con relativa facilidad.
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