La NASA prepara el env¨ªo de rocas desde Marte a la Tierra

Por muy avanzados que sean los laboratorios aut¨®nomos que los ingenieros env¨ªan a Marte, todav¨ªa no alcanzan los niveles de complejidad y sutileza necesarias para hacer an¨¢lisis finos para buscar, por ejemplo, huellas de microorganismos en las rocas del planeta vecino. Por eso, desde que la NASA retom¨®, en los a?os noventa, la exploraci¨®n marciana con veh¨ªculos autom¨¢ticos, se marc¨® el objetivo de tomar muestras all¨ª y enviarlas de regreso a la Tierra, donde puedan ser sometidas a todo tipo de estudios. Las limitaciones de financiaci¨®n han ido aplazando una misi¨®n de este tipo en el calendario, pero ya se vislumbra en el horizonte. De dar los primeros pasos concretos para el viaje de las rocas marcianas se encargar¨¢, en 2020, el robot heredero del actual Curiosity, que el martes pasado cumpli¨® un a?o de ¨¦xito en el planeta rojo.

La futura misi¨®n se centrar¨¢, adem¨¢s de en la b¨²squeda de indicadores de vida en el pasado (¡°si es que alguna vez existi¨®¡±, advierten los cient¨ªficos), en empezar a buscar y seleccionar muestras de rocas marcianas y empaquetarlas con vistas a un ulterior env¨ªo a la Tierra; aunque a¨²n no se ha puesto fecha para una operaci¨®n de regreso. El plan detallado de la misi¨®n encargado por la NASA a un equipo independiente de 23 cient¨ªficos e ingenieros, se acaba de presentar. Otro cometido del robot de 2020 ser¨¢ ensayar tecnolog¨ªas para futuras misiones de exploraci¨®n de Marte, autom¨¢ticas y tripuladas. Pero los viajes con astronautas, una vez descartado el anuncio del entonces presidente George Bush de enviar humanos a Marte en 2020 ¡ªsin asignar una financiaci¨®n acorde al objetivo¡ª, queda aplazado, por ahora, hasta la d¨¦cada de los treinta.

¡°La detecci¨®n definitiva de vida pasada exigir¨ªa an¨¢lisis de muestras aqu¨ª en la Tierra, dado que, probablemente, la vida se habr¨ªa dado [all¨ª] solo en forma microbiana. Un l¨®gico paso en el programa de Marte es, por tanto, la preparaci¨®n del env¨ªo de muestras a la Tierra¡±, detalla el informe del comit¨¦, presidido por el ge¨®logo Jack Mustard.

Es decir, que aunque el robot de 2020 encontrase alguna potencial biofirma, recalcan los expertos, habr¨ªa que esperar a los an¨¢lisis ulteriores en la Tierra para poder hablar de descubrimiento. De momento, el heredero del Curiosity debe ensayar operaciones de toma de una treintena de muestras seleccionadas de suelo y roca, de preparaci¨®n de las mismas, as¨ª como de su empaquetado y sellado, como si fueran a viajar a la Tierra.

En l¨ªneas generales, la estrategia para traer muestras de Marte integrar¨ªa la fase de selecci¨®n de lugares de muestreo prometedores, la recogida de las rocas en los distintos sitios y el transporte hasta un punto de concentraci¨®n; all¨ª se cargar¨ªan en una nave especial capaz de despegar del suelo marciano y emprender el regreso a la Tierra. Aqu¨ª, mientras tanto, habr¨¢ que preparar tanto la log¨ªstica de recepci¨®n del env¨ªo como todos los protocolos de seguridad para transportar los trocitos de Marte hasta los laboratorios y para manipularlos en los mismos en condiciones de seguridad.

El robot ensayar¨¢ tecnolog¨ªas para misiones autom¨¢ticas y con astronautas

La toma y el almacenamiento de muestras deben cumplir tres requisitos, se?alan los expertos de la comisi¨®n: valor cient¨ªfico de las mismas, viabilidad de la operaci¨®n desde el punto de vista de ingenier¨ªa y protecci¨®n planetaria. Esta ¨²ltima exigencia abarca tanto la protecci¨®n de Marte respecto a contaminaci¨®n terrestre (las naves y robots ir¨¢n esterilizados), como la de nuestro planeta respecto a cualquier potencial contaminaci¨®n de otro mundo.

Todav¨ªa es pronto para definir c¨®mo ser¨¢ el veh¨ªculo todoterreno de 2020, aunque se cuenta con aprovechar todo lo posible la ingenier¨ªa y la experiencia adquiridas con el Curiosity (para contener los costes y ganar seguridad), incluida la t¨¦cnica de descenso mediante la gr¨²a espacial con retrocohetes. El aterrizaje, dicen los expertos, se podr¨¢ mejorar con sistemas de visi¨®n y orientaci¨®n de la nave para lograr una mayor precisi¨®n en el punto de llegada. En cuanto a la fuente de energ¨ªa del veh¨ªculo de 2020, no se definir¨¢ hasta el a?o que viene, aunque todo apunta a que la NASA optar¨¢ por un generador de radiois¨®topos (como el Curiosity) en lugar de los paneles solares que se ensucian con el polvo y pierden rendimiento en invierno.

Ahora, tras la definici¨®n detallada de los objetivos cient¨ªficos, se abre la fase en la que los equipos de investigadores preparan sus propuestas de instrumentos para cumplirlos; luego se seleccionar¨¢n los mejores y m¨¢s adecuados a la misi¨®n.