Sanidad modifica el acceso al MIR para los aspirantes con discapacidad
El ministerio quiere evitar casos como el de un m¨¦dico canario que perdi¨® su plaza tras ser declarado no apto seis meses despu¨¦s de empezar a trabajar
El Ministerio de Sanidad permitir¨¢ que una persona con discapacidad que es valorada como no apta en el examen f¨ªsico del MIR pueda solicitar el cambio de especialidad en un plazo m¨¢ximo de seis meses. Es un peque?o paso, pero supone una gran diferencia para alguien como Arturo Pedrero, m¨¦dico de 26 a?os con una discapacidad motora de nacimiento en el brazo derecho. Tras m¨¢s de ocho a?os de estudio, este joven de La Laguna (Tenerife) dio por cumplido su sue?o de infancia al superar el examen para obtener una plaza como M¨¦dico Interno Residente (MIR). Escogi¨® la especialidad de medicina de familia y empez¨® a trabajar en un centro de salud. Pasados seis meses, su contrato qued¨® sin efecto porque un examen m¨¦dico le declar¨® no apto. ?Por qu¨¦, teniendo su discapacidad reconocida oficialmente con anterioridad, el sistema no le avis¨® de que el esfuerzo iba a ser en vano?, se pregunta ahora.
Seg¨²n la normativa vigente hasta ahora, el procedimiento es ese: alguien en el caso de Pedrero ten¨ªa que volver a presentarse al MIR y volver a arriesgarse a elegir una plaza para la que, meses despu¨¦s, pueda ser declarado no apto de nuevo. ¡°Que me digan c¨®mo puedo ejercer de m¨¦dico, en qu¨¦ especialidad¡±, reclama ¨¦l. El Gobierno de Canarias, convencido de que su caso ha evidenciado ¡°una falla del sistema¡±, pidi¨® cambios al Ministerio de Sanidad. En concreto, solicit¨® que los aprobados por el turno de discapacidad se sometan al examen m¨¦dico antes de elegir plaza. El ministerio no lo ha aceptado, pero s¨ª ha incluido en un real decreto reci¨¦n aprobado la posibilidad de que, si una persona con discapacidad es valorada como no apta, pueda solicitar el cambio de especialidad. Obviamente, sin tener que volver a pasar el dur¨ªsimo examen MIR. El cambio llega tarde para Pedrero, que est¨¢ estudiando de nuevo la oposici¨®n.
¡°Lo ideal ser¨ªa homogeneizar los certificados m¨¦dicos que se le hacen al residente, de manera que este sepa a qu¨¦ plazas puede optar con su discapacidad¡±, opina Oscar Gorr¨ªa, representante de m¨¦dicos en formaci¨®n de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial (OMC). ¡°Antes de escoger plaza, una persona con una discapacidad reconocida tendr¨ªa que saber qu¨¦ especialidad puede hacer para evitar casos como el de Arturo Pedrero¡±, a?ade.
El sanitario trabaj¨® durante seis meses sin problemas en un centro de salud
¡°Ser m¨¦dico es lo que m¨¢s me gusta en la vida, mi vocaci¨®n, y concretamente la medicina de familia porque me agrada tener un seguimiento del paciente y no un contacto puntual¡±, explicaba Pedrero en abril pasado mientras se calaba su bata blanca frente al que, hasta hace unos pocos meses, hab¨ªa sido su lugar de trabajo, el centro de salud de Tacoronte. La alegr¨ªa inicial de este m¨¦dico se vio truncada solo unos meses despu¨¦s de firmar su contrato y empezar la residencia en mayo de 2012. Un informe realizado por el Servicio de Prevenci¨®n de Riesgos Laborales del Hospital Universitario de Canarias (HUC) constataba la ¡°incapacidad f¨ªsica para el desempe?o de las funciones propias de la especialidad¡±. Para entonces, Arturo ya pasaba consultas en el centro de salud, los pacientes empezaban a conocerle y, asegura, su tutor estaba muy satisfecho con su trabajo.
El 24 de octubre el Servicio Canario de Salud le hace llegar un escrito: al acabar esa jornada ¡°queda extinguido su contrato laboral¡±. El Ministerio de Sanidad hab¨ªa dejado sin efecto la adjudicaci¨®n de su plaza MIR, una oposici¨®n con la que se obtiene un puesto durante cuatro o cinco a?os, seg¨²n la especialidad, para acabar la formaci¨®n sanitaria.
¡°Me llamaron para someterme al reconocimiento m¨¦dico que se realiza a todos los residentes y no me valoraron la discapacidad porque no se considera una dificultad a la hora de ejercer. Sin embargo, una semana despu¨¦s me reun¨ª con el jefe de Servicio de Prevenci¨®n de Riesgos laborales y un m¨¦dico de la Inspecci¨®n en donde me confeccionaron un informe sobre las incompatibilidades como m¨¦dico de familia y me comunicaron que no pod¨ªa seguir ejerciendo, pero sin ninguna explicaci¨®n¡±, explica Pedrero. Cuando el Ministerio de Sanidad le quit¨® la plaza, el m¨¦dico present¨® un recurso administrativo, que fue rechazado, por lo que ahora ha tenido que llevar su caso a la justicia.
El Gobierno de Canarias pedir¨¢ que se revise esta ¡°falla del sistema¡±
¡°Respond¨ª a las solicitudes con numerosos informes, incluido uno de un comit¨¦ docente y el de un m¨¦dico forense en donde se especifica que estoy capacitado para poder ejercer y que lo demostr¨¦ durante seis meses, pero el ministerio desestim¨® los informes y me echaron a la calle¡±, se lamenta. Su discapacidad est¨¢ reconocida; no se trata de un problema de salud sobrevenido. ¡°Nunca ocult¨¦ mi discapacidad, porque no puedo ocultarla, es mi brazo. Intento buscar explicaciones y no s¨¦ qu¨¦ hay detr¨¢s de todo esto. En esta situaci¨®n todo el mundo se lava las manos, las Administraciones no me dan una soluci¨®n¡±, explicaba Pedrero en abril mientras saludaba a los que fueron sus pacientes. Sanidad asegura que es su deber ¡°garantizar el derecho colectivo de los pacientes a ser atendidos por profesionales sanitarios con las competencias necesarias y sin riesgo para su salud¡±.
La resoluci¨®n del Ministerio de Sanidad se?ala que Pedrero no puede cumplir con el 5% de las competencias del programa de formaci¨®n de un MIR de familia. El Servicio de Prevenci¨®n se?ala ¡°la incapacidad f¨ªsica¡± para realizar funciones ¡°que requieran el uso de ambas extremidades superiores a la vez¡± y precisa: urgencias y emergencias vitales, cirug¨ªa menor, colocaci¨®n de vendajes, inmovilizaciones con yesos... Algunas de esas actividades las realizaba con ayuda de otro sanitario, algo habitual en un centro de salud en el que el m¨¦dico no trabaja solo.
Lo que Arturo no entiende es c¨®mo, si su discapacidad era de sobra conocida, se le retir¨® la plaza una vez obtenida y cuando llevaba seis meses ejerciendo. El Ministerio de Sanidad responde que ¡°los meses que puedan transcurrir hasta la resoluci¨®n definitiva del procedimiento no deben entenderse ¡ªen ninguno de los excepcionales casos que ocurren cada a?o¡ª como tiempo de trabajo efectivo, sino como periodo de tramitaci¨®n y alegaciones de las partes, solicitud de nuevos informes, recursos, etc¨¦tera¡±. La normativa actual establece que ¡°la valoraci¨®n de la aptitud f¨ªsica, ps¨ªquica o sensorial de cada aspirante se hace cuando ha elegido una especialidad concreta¡±, precisa por correo electr¨®nico el Ministerio. Es decir, que si Arturo intentara volver a presentarse el MIR, aprobara y escogiera plaza en otra especialidad, le podr¨ªa volver a suceder lo mismo.
Adem¨¢s de la v¨ªa judicial, Pedrero inici¨® una petici¨®n en change.org y ya tiene m¨¢s de 135.000 firmas que le apoyan. Tambi¨¦n lo hace el Sindicato M¨¦dico de Santa Cruz de Tenerife cuyo portavoz, Levy Cabrera, advierte que se trata de una situaci¨®n injusta debido a la falta de previsi¨®n por parte del ministerio: ¡°El problema es que no se ha asesorado debidamente a este m¨¦dico que presenta una discapacidad¡±.
¡°Uno o dos¡± casos al a?o
?C¨®mo de habitual es que un m¨¦dico que obtiene una plaza MIR sea obligado a abandonarla por no superar el examen f¨ªsico? Seg¨²n el MInisterio de Sanidad, muy poco, pero sucede. Entre las 7.500 plazas anuales de formaci¨®n sanitaria especializada, en los ¨²ltimos 10 a?os, ¡°la media es de uno o dos casos cada a?o¡±.
Sin embargo, el caso del MIR canario es muy particular. No se trata de un problema sobrevenido, desconocido por el aspirante al elegir plaza, ni siquiera de uno preexistente que no se hubiera manifestado. Su discapacidad est¨¢ reconocida oficialmente. El ministerio afirma desconocer cu¨¢ntos de esos uno o dos casos al a?o se deben a problemas de salud previos o sobrevenidos. ¡°El ministerio no tiene por qu¨¦ saber si la persona tiene una discapacidad o no¡±, se?ala. Hasta la convocatoria 2012/2013 no hubo reserva de plazas para personas con discapacidad.
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