El PSOE lleva la ¡°privatizaci¨®n¡± del litoral al Constitucional

La nueva Ley de Costas aprobada en mayo pasado gracias a la mayor¨ªa absoluta del Partido Popular se discutir¨¢ en el Tribunal Constitucional. A las cinco comunidades aut¨®nomas (Andaluc¨ªa, Asturias, Canarias, Catalu?a y Pa¨ªs Vasco) que en julio anunciaron que iban a llevar la norma al Alto Tribunal se suma el PSOE, que tiene previsto presentar su recurso la semana que viene. Los socialistas consideran que la Ley de Costas del PP supone una ¡°privatizaci¨®n¡± del dominio p¨²blico, algo que est¨¢ protegido en la Constituci¨®n, adem¨¢s de ser ¡°arbitraria¡± por amnistiar unos n¨²cleos y no otros sin justificar los motivos. Argumentan tambi¨¦n que defiende ¡°intereses privados¡± en contra del inter¨¦s general.

La Ley 2/2013, de 29 de mayo, de protecci¨®n y uso sostenible del litoral, modifica radicalmente la Ley de Costas anterior, aprobada por los socialistas en 1988 y que ning¨²n Gobierno, ni siquiera los de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, hab¨ªa tocado. El texto es muy controvertido puesto que supone una rebaja sustancial de la protecci¨®n del litoral, que se traduce en alg¨²n tipo de ventaja o amnist¨ªa para 154.000 construcciones levantadas a pie de costa. Un nuevo espaldarazo a la cultura del ladrillo, opinan asociaciones ecologistas y partidos de la oposici¨®n.

La norma aumenta a 75 a?os las concesiones de casas en la playa

El texto normativo ampl¨ªa las concesiones de las casas construidas en la playa en 75 a?os, que cuentan a partir de que acabe la pr¨®rroga actual (en 2018, cuando estaba previsto empezar las demoliciones seg¨²n la ley de 1988, que les dio 30 a?os). ¡°Ninguna justificaci¨®n se ofrece sobre la decisi¨®n legislativa de otorgar, graciosamente, una nueva pr¨®rroga de hasta 75 a?os a las concesiones otorgadas al amparo de la normativa anterior¡±, se?ala el texto del recurso socialista.

La nueva Ley de Costas dise?a un r¨¦gimen especial para 13 n¨²cleos de poblaci¨®n problem¨¢ticos. Son construcciones que invaden el dominio p¨²blico ¡ªla Marina de Empuriabrava, en Girona, y Moa?a, en Pontevedra, son dos ejemplos¡ª y que ahora quedan legalizadas. En este punto, el recurso de los socialistas critica la arbitrariedad: ¡°Nada se dice o explica sobre las razones que justifican la relaci¨®n de los 13 n¨²cleos de poblaci¨®n que se excluyen del dominio p¨²blico mar¨ªtimo-terrestre¡±. Es decir, por qu¨¦ son estas y no otras las poblaciones amnistiadas.

Uno de los ¨²ltimos cambios que se aprob¨® en la tramitaci¨®n en el Senado de la norma fue la reducci¨®n en la pr¨¢ctica de la zona de litoral protegida, llamada zona de servidumbre. En algunos casos se reduce de 100 a 20 metros. Las viviendas situadas en esa franja de 80 metros estaban sometidas a estrictos controles para hacer cualquier obra; ahora podr¨¢n realizar los trabajos siempre que cumplan la normativa de Ayuntamientos y comunidades. Los expertos creen que ser¨¢ complicado controlar la actividad.

El recurso critica la ¡°arbitrariedad¡± de muchas de las disposiciones

Los socialistas usan en su argumentaci¨®n una sentencia del propio tribunal de 1991, que estableci¨® que ¡°el mandato del constituyente quedar¨ªa burlado si el legislador obrase de modo tal que, aun reteniendo f¨ªsicamente en el dominio p¨²blico del Estado la zona mar¨ªtimo-terrestre, tolerase que su naturaleza y sus caracter¨ªsticas fueran destruidas o alteradas¡±. ¡°Es una ley que perjudica a todos, que tenemos derecho a disfrutar de nuestro litoral, y que beneficia a muy pocos, de nuevo los intereses econ¨®micos de muy pocos, algunos muy conocidos¡±, denunci¨® el jueves la portavoz parlamentaria socialista, Soraya Rodr¨ªguez, en declaraciones a Europa Press.

M¨¢s de 150.000 inmuebles se beneficiar¨¢n de una u otra forma de la rebaja de la protecci¨®n de litoral de la nueva ley. Quedan amnistiadas 3.400 viviendas levantadas en los 12 n¨²cleos elegidos; las concesiones hasta 75 a?os afectan a 24.000 construcciones cercanas al mar; 125.000 inmuebles situados en zona de servidumbre podr¨¢n hacer obras y 1.700 instalaciones industriales podr¨¢n seguir operando pese a estar casi encima del mar.