Conducir con la cabeza en las nubes

A nadie se le escapa que distraerse mientras se conduce es peligroso. Otra cosa bien distinta es la valoraci¨®n ¨ªntima de cada uno sobre su propia capacidad para hacer varias cosas al mismo tiempo con cierta eficacia. A pesar de las sanciones, todav¨ªa es frecuente ver, por ejemplo, a automovilistas que no dudan en llamar por tel¨¦fono o hasta enviar un whatsapp con una mano mientras con la otra sujetan el volante. E incluso tienen tiempo de lanzar una r¨¢pida ojeada para comprobar que entre los coches que les rodean no haya alguna patrulla de la polic¨ªa o la Guardia Civil vigilando. Y es poco probable que al hacerlo estimen la posibilidad de sufrir un accidente. Aunque hablar por tel¨¦fono sin usar el manos libres est¨¢ expresamente prohibido, ?distrae m¨¢s que actividades permitidas como dictar un mensaje de texto o inevitables sentimientos como el disgusto que uno siente tras una pelea con el jefe de turno?

El Audi 8 ya cuenta con acceso a Internet y el BMW serie 7 tiene Mobile Office

En Espa?a, las distracciones est¨¢n presentes en cerca del 40% de los accidentes de tr¨¢fico. Para reducirlas, la normativa veta las m¨¢s visibles, como manipular manualmente aparatos mientras se conduce. Pero las tecnolog¨ªas han dado soluci¨®n al problema de manejar un veh¨ªculo y mantener la conexi¨®n social al mismo tiempo gracias a la multiplicaci¨®n de aplicaciones para m¨®viles que permiten contestar llamadas o mandar mensajes solo con el uso de la voz ¡ªy evitar as¨ª de paso las sanciones¡ª. La cursiva del ¡°gracias¡± no es casual. El abanico de tareas que un automovilista puede realizar al mismo tiempo de forma legal si cuenta con la tecnolog¨ªa adecuada es objeto de reflexi¨®n. ?Es m¨¢s peligroso programar el GPS o dictar un correo electr¨®nico con un programa de reconocimiento de voz? En definitiva, ?qu¨¦ crea m¨¢s riesgos, retirar los ojos de la carretera o retirar la mente?

Las preocupaciones personales lideran la lista de factores de riesgo al volante

Un reciente estudio de la Fundaci¨®n para la Seguridad del Tr¨¢fico de Estados Unidos ha analizado por primera vez las distracciones cognitivas que se pueden producir en el interior del veh¨ªculo. Actividades como escuchar m¨²sica, participar en una conversaci¨®n con el copiloto o hasta actualizar la p¨¢gina de Facebook roban porcentajes de atenci¨®n al conductor. Pero en distinto grado. La investigaci¨®n, dirigida por el cient¨ªfico neurol¨®gico de la Universidad de Utah (EE UU) David Strayer, concluye que de todas las actividades, las tecnolog¨ªas de reconocimiento de la voz son las que causan un mayor nivel de distracci¨®n.

Para realizar el estudio, los cient¨ªficos han comparado las reacciones de los participantes en la investigaci¨®n a varios est¨ªmulos: escuchar la radio, escuchar un libro en un disco, conversar con el copiloto, mantener una conversaci¨®n por tel¨¦fono ¡ªtanto con el aparato en la mano como con un manos libres¡ª, y mandar un correo electr¨®nico con un sistema de reconocimiento de voz. Los investigadores utilizaron esc¨¢neres de ojos para comprobar d¨®nde fijaba el conductor su atenci¨®n y midieron la actividad el¨¦ctrica en el cerebro ante las tres situaciones en las que fueron presentadas estos est¨ªmulos: sin conducir, en un simulador de conducci¨®n y en un coche. De todas las actividades, dictar un email es la que m¨¢s despista.

Seg¨²n David Strayer, una de las razones es el gran esfuerzo requerido para hablar a una m¨¢quina, mucho mayor que a una persona, a quien se puede interrumpir y pedir que aclare lo que no se ha entendido. Pero ese ¡°espera, ?qu¨¦ has dicho?¡±, no es posible cuando se intenta enviar un correo electr¨®nico a trav¨¦s de un sistema de reconocimiento de voz. ¡°Tienes que ordenar tus pensamientos y expresarlos de forma ordenada y clara¡±, a?ade Strayer. Y a la vez conducir.

Y pese a que los emails distraen m¨¢s que las llamadas telef¨®nicas, el investigador asegura que hablar por tel¨¦fono mientras se conduce tambi¨¦n es peligroso. Aunque sea con el manos libres, puede llegar a producir el mismo riesgo que conducir con una tasa de alcohol de 0,8 miligramos por litro de sangre ¡ªel m¨¢ximo permitido en Espa?a es de 0,5 miligramos¡ª.

¡°El ser humano no tiene capacidad de multitarea¡± para efectuar actividades complejas con total eficacia, sostiene Jos¨¦ Ignacio Lijarcio, director de proyectos de la Fundaci¨®n para la Seguridad Vial (Fesvial). Seg¨²n Lijarcio, se puede realizar una tarea eficientemente, pero no es posible atender a distintos est¨ªmulos a la vez, por ejemplo, a dos conversaciones o a un est¨ªmulo visual y otro auditivo. ¡°Y en la conducci¨®n, el 90% de los sentidos tienen que estar en la tarea de conducir, que es compleja¡±, a?ade Lijarcio.

Seg¨²n el experto en seguridad vial, despu¨¦s de un minuto y medio hablando por tel¨¦fono se dejan de percibir entre el 40% y el 50% de las se?ales. ¡°El peligro est¨¢ presente en cualquier v¨ªa p¨²blica porque puede surgir cualquier imprevisto¡±, a?ade Lijarcio. Y cuando la atenci¨®n se focaliza en otro punto que no es la carretera, el tiempo en reaccionar a un peligro aumenta. ¡°Es cuando nos excusamos con aquello de 'no lo vi', pero ocurre porque nuestros sentidos no estaban plenamente puestos en la tarea de conducir¡±.

Tres de cada cuatro conductores que viajan con menores giran la cabeza

La Fundaci¨®n para la Seguridad del Tr¨¢fico de EE UU critica directamente la gran explosi¨®n de tecnolog¨ªas de reconocimiento de voz para veh¨ªculos porque ¡°pueden tener consecuencias inintencionadas que afectan de forma adversa a la seguridad vial¡±. Hasta tal punto que, desde esta instituci¨®n, llegan a definir como ¡°una carrera de armamento¡± la competici¨®n entre los fabricantes de autom¨®viles por ofrecer equipamientos m¨¢s sofisticados que permitan a los conductores usar Internet o el tel¨¦fono.

El Audi A8, por ejemplo, ofrece conexi¨®n a Internet para ¡°usar el ordenador incluso en movimiento¡± y transferir m¨²sica al sistema del veh¨ªculo. Tambi¨¦n el BMW Serie 7 cuenta con tecnolog¨ªa Mobile Office, que transforma el coche ¡°en una oficina m¨®vil con las mejores comunicaciones posibles¡±. Ofrece acceso, entre otras herramientas, a la agenda o al correo electr¨®nico. ¡°As¨ª podr¨¢ seguir concentr¨¢ndose en conducir mientras trabaja¡±, promete la marca de autom¨®viles.

Pero no solo los veh¨ªculos de alta gama cuentan con este tipo de tecnolog¨ªas. La aplicaci¨®n para m¨®viles Text'n Drive lee mensajes de texto y correos electr¨®nicos y da la opci¨®n de contestarlos mediante voz. Todo ello bajo la premisa de una conducci¨®n m¨¢s segura: ¡°Aumenta la seguridad en las carreteras al prevenir la conducci¨®n distra¨ªda¡±, se puede leer en la web oficial del producto, que garantiza ¡°viajar diariamente al trabajo y mantener la productividad¡±.

¡°El coche no es un concepto de socializaci¨®n sino de movilidad, y no debemos instrumentalizarlo para el ocio porque es para desplazarnos¡±, contrapone Jos¨¦ Ignacio Lijarcio.

Aunque la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT) tambi¨¦n advierte en Espa?a de las posibles distracciones que pueden ocasionar las tecnolog¨ªas de manos libres, no existe previsi¨®n por el momento de prohibirlas. El anteproyecto de la nueva ley de seguridad vial, que en las pr¨®ximas semanas llegar¨¢ al Consejo de Ministros, no contempla sanciones al uso de estos dispositivos. Seg¨²n los datos de la ¨²ltima campa?a de Tr¨¢fico contra las distracciones, realizada el pasado junio, un total de 17.299 conductores, de los 357.000 controlados, manten¨ªa una conversaci¨®n con un dispositivo de manos libres, un porcentaje similar al de otras campa?as.

En cualquier caso, las posibles distracciones que ocasionan las tecnolog¨ªas no deben de llevar a criminalizarlas. Seg¨²n el experto de Fesvial, el gran reto es ¡°c¨®mo introducir la tecnolog¨ªa en los veh¨ªculos sin perjudicar a la seguridad¡±.

La investigaci¨®n en ¡°caravanas de veh¨ªculos conectados tecnol¨®gicamente¡± pretende dar respuesta a este desaf¨ªo. El proyecto Sartre ensaya la conexi¨®n de veh¨ªculos v¨ªa sat¨¦lite para que circulen formando convoyes. Un conductor ser¨ªa el responsable de conducir el convoy y de controlar la aceleraci¨®n y la frenada de todos aquellos que quieran seguirle. Los otros veh¨ªculos se dejar¨ªan llevar, como en la cinta transportadora de un aeropuerto, y tendr¨ªan que confiar en el conductor primario que gu¨ªa la caravana de veh¨ªculos. Una vez dentro del convoy, el conductor podr¨ªa desatender los mandos del veh¨ªculo y realizar otras actividades como usar el ordenador, comer o leer. El experimento ya se ha ensayado en un circuito de Volvo en Suecia.

Sin embargo, ni este proyecto ni las leyes pueden resolver las distracciones interiores. Los despistes son un factor concurrente en m¨¢s de un tercio de los siniestros de tr¨¢fico, explican desde Fesvial. Pero el problema es c¨®mo catalogar la distracci¨®n cuando no es visible. ¡°En los accidentes siempre hay una causa tangible y medible, como saltarse un sem¨¢foro o un exceso de velocidad, pero lo que a veces no se puede medir es a qu¨¦ obedecen las infracciones. ¡°Puede ser porque no he dormido, porque tengo problemas, porque estoy en proceso de divorcio o porque estoy ensimismado¡±, explica el director de proyecto de la fundaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Lijarcio.

La aplicaci¨®n m¨®vil Text'n Drive permite leer y responder mensajes de correo

Seg¨²n el Real Autom¨®vil Club de Espa?a (RACE), los pensamientos y preocupaciones personales ocasionan distracciones frecuentes al 56% de los conductores y son el tipo de despiste que m¨¢s accidentes y situaciones de riesgo les ha provocado. Otra fuente de distracci¨®n que se?ala el RACE son los ni?os, hasta el punto que ¡°tres de cada cuatro conductores¡± que viajan con menores giran la cabeza o miran por el retrovisor para controlarlos. Mientras que la atenci¨®n que demandan los ni?os puede resolverse previendo lo que puedan necesitar en el interior del coche, ?c¨®mo se evitan las preocupaciones personales?

Si bien no existe una f¨®rmula m¨¢gica, la ¨²nica soluci¨®n que aportan los expertos consultados es la conciencia propia de que conducir es una tarea que requiere los cinco sentidos, porque no hacerlo pone vidas en riesgo.