Europa acelera la persecuci¨®n del tr¨¢fico de drogas sint¨¦ticas
La UE endurece las sanciones y elimina trabas que alargaban el proceso dos a?os Estas sustancias se utilizan en la industria y su n¨²mero se ha triplicado desde 2009
Europa lleva a?os luchando contra las drogas tradicionales, pero tiene enormes dificultades para combatir el fen¨®meno de las nuevas drogas. Se trata de sustancias legales, en la mayor¨ªa de los casos sint¨¦ticas, que provocan efectos muy similares a los de los estupefacientes cl¨¢sicos. Para frenar ese consumo, b¨¢sicamente asociado a los j¨®venes, Bruselas propone endurecer su persecuci¨®n, de forma que puedan retirarse r¨¢pidamente del mercado en cuanto se detecte que se emplean con fines psicotr¨®picos. En algunos casos esos productos se presentan como algo tan inocuo como aromas o sales de ba?o.
La Comisi¨®n Europea ha dado a conocer este martes un proyecto para activar un mecanismo r¨¢pido que permita bloquear la distribuci¨®n de determinadas sustancias ¡ªlegales y aparentemente destinadas a otros fines¡ª que circulan por Internet. El objetivo es que esa alerta temprana abra la v¨ªa para prohibir la venta ¡°en un plazo de semanas¡± para los casos m¨¢s graves y con un m¨¢ximo de 10 meses en los m¨¢s leves, seg¨²n explic¨® la vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea y responsable de Justicia y Ciudadan¨ªa, Viviane Reding, en la presentaci¨®n de esta iniciativa. En la actualidad, los procesos se demoran una media de dos a?os.
El peso de estas drogas en el consumo global es a¨²n reducido, pero crece con rapidez. Alrededor del 5% de los j¨®venes europeos las ha probado alguna vez, seg¨²n los datos presentados por Reding, que alerta de que las cifras pueden estar infraestimadas (y desfasadas, porque corresponden a 2011). Hay pa¨ªses donde ese porcentaje llega a dos d¨ªgitos (por ejemplo, Irlanda, con el 16%), aunque en Espa?a la cifra coincide con la media comunitaria. Combatirlas es complejo. ¡°Muchas veces se presentan como sales de ba?o, fertilizantes de plantas, inciensos¡ y se venden en Internet o en tiendas especializadas¡±, explica Ana Gallegos, jefa de la unidad para este tipo de sustancias que existe en el Observatorio Europeo de Drogas. Es este organismo, una agencia dependiente de la UE, el encargado de dar la alerta temprana cuando se detecta un producto nocivo. Otra dificultad es que las webs sortean las posibles prohibiciones con una descripci¨®n del producto completamente alejada del fin psicotr¨®pico.
El 80% de estas sustancias se detectan en m¨¢s de un Estado
¡°Las drogas no se detienen en las fronteras. El 80% de estas sustancias se detectan en m¨¢s de un Estado miembro¡±, ilustr¨® Reding para defender una estrategia com¨²n en la UE. El problema hasta ahora no es tanto la identificaci¨®n del peligro como la activaci¨®n de las medidas para neutralizarlo. La detecci¨®n de un estupefaciente se realiza con rapidez, a veces en un mismo d¨ªa, pero prohibirlo requiere una larga cadena de decisiones que pasa por la Comisi¨®n Europea y por los Estados miembros y que da margen a una intensa distribuci¨®n durante ese periodo. Con el nuevo modelo, si se identifica un riesgo elevado, se puede prohibir temporalmente la distribuci¨®n, a la espera de evaluar con m¨¢s detenimiento si es necesario erradicarlo completamente del mercado o no.
El n¨²mero de nuevas sustancias detectadas en la UE se ha triplicado entre 2009 y 2012, hasta una media de 73 al a?o. Los efectos que provocan en el consumidor son muy similares a los de estupefacientes como la coca¨ªna, la hero¨ªna o el cannabis, pero no est¨¢n fiscalizados y, por tanto, no se puede penalizar el acceso. Si prospera el cambio legal al que aspira la Comisi¨®n Europea, se podr¨¢n perseguir penalmente, al igual que las drogas legales, con un m¨ªnimo de 10 a?os de prisi¨®n para casos de crimen organizado, el m¨¢s grave de los supuestos. Para tr¨¢fico a peque?a escala, las penas pueden llegar a tres a?os y, si la distribuci¨®n es m¨¢s cuantiosa, entre 5 y 10 a?os.
¡°Las nuevas drogas son todas aquellas que no figuran en la convenci¨®n de la ONU. Tienen efectos muy similares a las drogas tradicionales, pero el precio es mucho m¨¢s reducido y se pueden adquirir legalmente. Es imprescindible ponerles freno¡±, alerta Ignacio Calder¨®n, director general de la Fundaci¨®n de Ayuda contra la Drogadicci¨®n. Este experto a?ade otro problema: con los tr¨¢mites tan prolongados para ilegalizarlas, los fabricantes suelen introducir peque?as modificaciones en la composici¨®n que permiten seguir vendi¨¦ndolas legalmente con otra etiqueta cuando la prohibici¨®n llega a la sustancia detectada.
La llamada 5-IT caus¨®
la muerte de 24 personas
de abril a agosto de 2012
El cerco que ha aplicado la UE a estas nuevas drogas no ha resultado, de momento, muy eficaz. Desde 2005, los Estados miembros han notificado 1.300 de estas sustancias a la agencia europea contra la drogadicci¨®n. Y en lo que va de a?o, se est¨¢n detectando al menos dos cada semana. Sin embargo, solo nueve han sido objeto de restricciones y persecuci¨®n penal desde 1997. Una de ellas, denominada 5-IT, ha causado la muerte de 24 personas en cuatro pa¨ªses comunitarios solo entre abril y agosto de 2012, seg¨²n datos de la Comisi¨®n. Y otra que imita a la anfetamina ¡ª4-MA¡ª est¨¢ detr¨¢s de una veintena m¨¢s de fallecimientos entre los a?os 2010 y 2012. El consumo de estos productos puede provocar tambi¨¦n psicosis, delirios, taquicardias, problemas psiqui¨¢tricos y transmisi¨®n del sida o de la hepatitis C.
Uno de los principales obst¨¢culos para combatir este fen¨®meno radica en el canal de distribuci¨®n. La mayor¨ªa de las ventas se realiza por Internet y la UE no tiene la capacidad de cerrar esas webs, mucho menos si, como suele ocurrir, est¨¢n radicadas fuera del territorio comunitario. ¡°Es un desaf¨ªo¡±, admite la experta de la agencia europea Ana Gallegos.
¡°Hay que agilizar todos los tr¨¢mites para perseguir esas drogas y que las autoridades est¨¦n al tanto de lo que se ofrece en Internet¡±, sugiere Francisco Recio, director general de Proyecto Hombre. Adem¨¢s de la compra individual, algunos distribuidores adquieren el producto al por mayor en la Red y lo distribuyen en lugares frecuentados por los j¨®venes, como discotecas, abunda este experto. ¡°Es importante actuar en materia de prevenci¨®n para evitar que los j¨®venes accedan a la droga por esa v¨ªa¡±, a?ade Recio.
Frente a la actual regulaci¨®n, que solo ofrece la opci¨®n de prohibir radicalmente la distribuci¨®n o mantenerla para todos los p¨²blicos, las nuevas reglas discriminar¨¢n si el comprador requiere la sustancia para fines industriales y, en ese caso, se podr¨¢ mantener abierto el canal de distribuci¨®n, de forma que solo lo utilicen profesionales. ¡°Una quinta parte de estos componentes se destinan a usos industriales¡±, precis¨® la comisaria de Justicia, que intenta tranquilizar al sector sobre posibles problemas de abastecimiento con las nuevas reglas. Pese a todo, ser¨¢ dif¨ªcil compatibilizar ese veto al consumo psicotr¨®pico con el visto bueno a otros usos y, sobre todo, impedir el tr¨¢nsito de un canal a otro.
Tras el an¨¢lisis de riesgos que debe realizar el Observatorio contra la Droga, las autoridades comunitarias podr¨¢n decidir restringir o vetar la venta, si el riesgo asociado al consumo de esas sustancias es moderado, y perseguirla penalmente si el riesgo es elevado.
Reding urge al Parlamento Europeo y a los Estados miembros a que alcancen pronto un acuerdo sobre esta regulaci¨®n, que requiere su visto bueno. ¡°Tenemos la responsabilidad de actuar; se trata de salvar vidas¡±, subray¨® la vicepresidenta de la Comisi¨®n.
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