¡°Con las renovables no se puede pasar de la ayuda al castigo¡±
A la jefa de la ONU de cambio clim¨¢tico le inquieta que se importe carb¨®n
Todo empez¨® con una rana dorada. Christiana Figueres (Costa Rica, 1956) pudo admirar este delicado anfibio en los bosques del Parque Nacional de Monteverde, pero sus dos hijas se quedaron sin esa experiencia porque se declar¨® extinta en 1989. ¡°No puede ser que una especie que vi y admir¨¦ de joven haya desaparecido en una vida¡±, se lamenta. Fue tal el impacto que le caus¨® conocer que el planeta estaba degenerando que decidi¨® investigar los motivos y pasar a la acci¨®n. Ese empe?o por saber la llev¨® a participar en las negociaciones del Protocolo de Kioto, y a la Secretar¨ªa Ejecutiva sobre Cambio Clim¨¢tico de Naciones Unidas, que dirige desde 2010.
Figueres, de ra¨ªces catalanas, hace una visita rel¨¢mpago a la ¡°madre patria¡± convocada por el Club de Madrid. Esta ONG formada por exjefes de Estado la reclama para combinar esfuerzos en la lucha contra el cambio clim¨¢tico. El calor de la ma?ana hace que solo pida agua para el aperitivo. Antes cuenta que ha pasado unos d¨ªas en Galicia con su hija, que vive en Lugo desde hace medio a?o. ¡°Su comida no tiene comparaci¨®n¡±, dice.
Despu¨¦s de tres a?os en el cargo, Figueres tiene tanto halagos para iniciativas mod¨¦licas, como el esfuerzo de Brasil por tener una ¡°matriz energ¨¦tica limpia¡±, como educados tirones de orejas. ¡°Ning¨²n solo pa¨ªs est¨¢ haciendo su m¨¢ximo esfuerzo para luchar contra el cambio clim¨¢tico. Incluido Estados Unidos¡±, responde cuando se le pregunta por los comportamientos un tanto contradictorios de grandes potencias. ¡°Europa est¨¢ empezando a importar el carb¨®n que Estados Unidos no necesita. Es una tendencia que preocupa y que no est¨¢ de acuerdo con la pol¨ªtica de bajar las emisiones¡±, a?ade. Con el vaso de agua ya casi vac¨ªo, recuerda al viejo continente que todav¨ªa ¡°tiene que invertir mucho m¨¢s en energ¨ªas renovables y en eficiencia energ¨¦tica¡± si quiere cumplir con las metas del segundo periodo del Protocolo de Kioto.
En¨¦rgica y sonriente, Figueres aprovecha su dilatada experiencia en temas medioambientales ¡ªtrabajando para el Gobierno costarricense, en la direcci¨®n de una organizaci¨®n no gubernamental y con paso por la empresa privada¡ª para avanzar hacia los dif¨ªciles consensos a los que tanto cuesta llegar cuando toca actuar contra el cambio clim¨¢tico. Le toca luchar contra los esc¨¦pticos ¡ª¡°no hay ning¨²n pa¨ªs que haya sufrido alguno de sus efectos en los ¨²ltimos 12 o 24 meses, como incendios, tormentas, inundaciones¡ª y reclamar esa acci¨®n que siempre persigue. ¡°Caminamos en la direcci¨®n adecuada, pero no con la velocidad deseable¡±.
Como miembro de toda una estirpe pol¨ªtica ¡ªsu padre, el fallecido Jos¨¦ Figueres Ferrer, y su hermano, Jos¨¦ Figueres, han sido presidentes de Costa Rica¡ª intenta convertir las dificultades en oportunidades. Frente a la crisis econ¨®mica, por ejemplo, reivindica el poder de las energ¨ªas renovables. ¡°La transformaci¨®n del sector de la inform¨¢tica, con Internet o la telefon¨ªa m¨®vil, se puede dar en la energ¨ªa con las renovables¡±, defiende. ¡°Lo que pasa es que tenemos que poner unos incentivos para que todo eso salga¡±.
Cuando se le pregunta por las pol¨ªticas energ¨¦ticas de Espa?a subraya los ¡°cargos¡± que el Gobierno espa?ol ha puesto a la posibilidad de producir energ¨ªa en casa, por ejemplo, con placas solares. ¡°La Agencia Internacional de la Energ¨ªa dice que el 75% de la generaci¨®n solar del mundo ya no va a necesitar incentivos. No se puede pasar de la ayuda al castigo¡±.
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