Un Papa no Papa
El pont¨ªfice no solo afirma que es ¡°pecador¡±, sino que confiesa sus pecados y los enumera sin pudor
Con su larga entrevista a La Civilt¨¤ Cattolica, el papa Francisco ha hecho en realidad una confesi¨®n p¨²blica. Y eso es algo nuevo en la Iglesia. No solo afirma que es ¡°pecador¡±, algo que podr¨ªa sonar a ret¨®rica, sino que confiesa sus pecados y los enumera sin pudor. M¨¢s a¨²n, como en toda verdadera confesi¨®n, promete no repetirlos, sobre todo despu¨¦s de haber ¡°aprendido de la vida¡±. Estamos, guste o no, ante un papa no papa, si lo comparamos con los otros papas de la historia.
Ya alguien ha dicho en Roma que espera que al pr¨®ximo sucesor de Pedro ¡°le dejen volver a ser papa¡±. A Francisco no lo consideran como tal. Y ¨¦l, hace de todo para no parecerlo. Hasta le cuesta llamarse tal. Por eso, habla y da entrevistas como si no lo fuera. Los papas med¨ªan sus palabras, dec¨ªan sin decir, jam¨¢s confesaban haberse equivocado.
?Cu¨¢ndo se ha visto a un papa definirse pol¨ªticamente: ¡°Nunca he sido de derechas¡±? ?O confesar que hab¨ªa sido tachado de ultraconservador pero por culpa suya, porque reaccionaba sin ¡°escuchar¡±, actuando ¡°autoritariamente¡±? Confiesa que le faltaba experiencia y era precipitado en sus juicios y acciones.
Francisco traza ¨¦l mismo su perfil humano, social y pol¨ªtico, al mismo tiempo que perge?a la Iglesia que desear¨ªa vivieran sus seguidores. Una Iglesia, sobre todo, capaz de ¡°saber escuchar¡±, actuando con ¡°misericordia¡±, en vez de ir siempre con la condena en la boca. Y sensible a los que no piensan como ¨¦l. Lo que quiz¨¢s m¨¢s choca es el lenguaje que usa Francisco, duro solo cuando critica a los eclesi¨¢sticos como meros ¡°funcionarios¡±, como fr¨ªos ¡°analistas de laboratorios¡±, en vez de ser m¨¦dicos en ¡°un hospital de guerra¡±.
Le gusta la figura del pastor y la define sin ambig¨¹edad: tiene que estar dispuesto a ¡°curar heridas¡±, ofrecer ¡°cercan¨ªa¡±, en vez de alejar con su aspecto de bur¨®crata de la fe, algo que debe haber sonado a Viernes Santo en la curia romana. Y siempre bajo el lema de la comprensi¨®n: ¡°?Qui¨¦n soy yo para juzgar?¡±. Y usa para hablar el lenguaje de la calle llegando a utilizar la expresi¨®n, en la pol¨¦mica feminista, de ¡°machismo con faldas¡±.
He conocido, con Francisco, a siete papas, y es la primera vez que advierto que es un papa que parece esforzarse en sus palabras y gestos para no serlo. ?l se siente m¨¢s cercano al profeta de Nazaret que al papa Rey. Como me dec¨ªa un no cat¨®lico en R¨ªo, durante su ¨²ltimo viaje, Francisco parece ¡°aut¨¦ntico¡±, sin posar. La impresi¨®n que da en esta misma entrevista es que es papa, que ¡°cree¡± en lo que dice y lo practica.
?La afirmaci¨®n m¨¢s fuerte de su entrevista? Quiz¨¢s cuando dice: ¡°No se puede hablar de la pobreza sin experimentarla¡±. Toda una enc¨ªclica que no dejar¨¢ de escocer en m¨¢s de un c¨ªrculo eclesi¨¢stico.
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