El Banco Vaticano arroja un beneficio neto anual de 86,6 millones de euros

Si hay algo hist¨®ricamente m¨¢s que oscuro tenebroso es el banco del Vaticano. Desde que el papa Francisco lleg¨® a Roma para quedarse, anunci¨® su decisi¨®n de arrojar luz donde jam¨¢s la hubo e incluso, si era necesario, echar el cerrojo al Instituto para las Obras de Religi¨®n (IOR). Ya Benedicto XVI intent¨® sacar al banco de la lista negra de las instituciones financieras que no luchaban adecuadamente contra el blanqueo de capitales. De ah¨ª que este martes, por primera vez en su historia, el banco de Dios ¡ªo del diablo¡ª hiciera p¨²blico un balance anual, el de 2012, que arroj¨® un beneficio neto de 86,6 millones de euros, de los que 54,7 ir¨¢n a las arcas de la Iglesia.

El presidente del IOR, el alem¨¢n Ernst von Freyberg, asegur¨® en Radio Vaticano que la entidad est¨¢ decidida a limpiar sus sentinas: ¡°Estamos llevando a cabo una evaluaci¨®n exhaustiva de todas las cuentas de nuestros clientes, con objeto de cesar aquellas relaciones que no est¨¢n en consonancia con la misi¨®n del IOR¡±. La intenci¨®n no es mala, pero no hay que olvidar que el antecesor de Von Freyberg, el italiano Ettore Gotti Tedeschi, intent¨® lo mismo, fue expulsado y hasta temi¨® ser asesinado. Se da por hecho que entre los muros vaticanos hay fortunas que duermen o se lavan y que tuvieron su origen en la pol¨ªtica, la droga o la sangre. El IOR gestiona 13.700 cuentas que, en teor¨ªa, deben ser de miembros del clero, empleados o exempleados del Vaticano.

Lo curioso es que, en 2012, estos supuestos clientes depositaron 6.300 millones de euros, entre los que destacan los 3.200 millones en contratos de gesti¨®n patrimonial. Una fortuna que, como se malicia el papa Francisco, poco tiene que ver con los principios del cristianismo.