La otra cara de los recortes
El presidente de la confederaci¨®n de padres CEAPA argumenta su rechazo a la ley
El objetivo de la LOMCE es ¡°acompa?ar¡± los dr¨¢sticos recortes presupuestarios que el Gobierno est¨¢ impulsando con un recorte de derechos que necesariamente requiere estar plasmado en una ley.
As¨ª, la nueva norma suprimir¨¢ toda referencia y quitar¨¢ importancia a programas y medidas de apoyo para atender a la diversidad del alumnado, permitir¨¢ aun m¨¢s el aumento de la actual ratio de alumnos por profesor, dificultar¨¢ en mayor medida la cobertura de las bajas docentes, eliminar¨¢ el derecho a una educaci¨®n com¨²n hasta los 16 a?os, obviar¨¢ el derecho a una educaci¨®n infantil hasta los sies a?os con car¨¢cter plenamente educativo, cuestionar¨¢ gravemente el objetivo de una escolarizaci¨®n cada vez m¨¢s universal y gratuita en bachillerato y ciclos formativos, abrir¨¢ peligrosas v¨ªas para la incorporaci¨®n de distintos perfiles profesionales y un largo etc¨¦tera. Es decir, la nueva ley supondr¨¢ un adelgazamiento del derecho a la educaci¨®n, un punto y final en la concepci¨®n de la educaci¨®n p¨²blica como instrumento de ascenso social y del que se benefician sobre todo las clases medias y bajas, una regresi¨®n sin precedentes en nuestro pa¨ªs, y que tendr¨¢ efectos devastadores en las generaciones que ahora mismo est¨¢n escolarizadas o comenzar¨¢n en breve a escolarizarse. Adem¨¢s, tendr¨¢ consecuencias depresivas para el conjunto de la sociedad. CEAPA no puede sino oponerse con todas sus energ¨ªas a estos recortes y a una ley que quiere institucionalizarlos.
Con la LOMCE, el Gobierno quiere extender a todo el Estado un modelo educativo que algunas comunidades gobernadas por el Partido Popular han estado desarrollando durante estos a?os y que, como puede f¨¢cilmente comprobarse, se est¨¢ demostrando como un modelo desastroso que est¨¢ haciendo retroceder a estas autonom¨ªas, cuyos indicadores educativos no hacen otra cosa que empeorar por mucho que quieran maquillarse los resultados que se obtienen.
Para mejorar la educaci¨®n entre todos necesitamos ponernos de acuerdo en el diagn¨®stico y, de forma previa, consensuar el significado de los conceptos sobre los que debatir. Sin embargo, asistimos a una manipulaci¨®n del lenguaje que comienza en el propio nombre de la ley, con la denominaci¨®n de ¡°Ley de Mejora de la Calidad de la Educaci¨®n¡±.
CEAPA no acepta que la negociaci¨®n sobre una nueva ley de educaci¨®n parta de an¨¢lisis sesgados del sistema educativo. No compartimos los an¨¢lisis catastrofistas de los sectores m¨¢s conservadores de la sociedad, de los que bebe este Gobierno, sobre el rendimiento acad¨¦mico del alumnado. Tampoco sus afirmaciones sobre la te¨®rica falta de progreso que hemos tenido en las ¨²ltimas d¨¦cadas, puesto que el gran avance educativo y social experimentado se reconoce en todos los informes internacionales, incluso en aquellos que ideol¨®gicamente est¨¢n pr¨®ximos a los postulados de estos sectores.
Pero el an¨¢lisis parcial que hace el Gobierno del sistema educativo no es inocuo, sino que responde a un modelo ideol¨®gico conservador, que no cree en la igualdad de oportunidades de todos los ni?os y ni?as ni en la educaci¨®n como instrumento de ascenso social de las clases m¨¢s desfavorecidas, y para el cual la atenci¨®n a la diversidad es cuanto menos una frivolidad. Ese modelo aboga por la superaci¨®n de la crisis de la mano de la eliminaci¨®n de lo p¨²blico, para lo que realizan constantemente recortes en educaci¨®n. Desde este enfoque es pr¨¢cticamente imposible la reducci¨®n de las tasas de fracaso escolar a las que dice querer combatir el ministro Wert.
La base de la reforma est¨¢ claramente ideologizada. Y las medidas que el Gobierno propone para atajar el fracaso escolar tambi¨¦n son recetas del pasado, y que se han demostrado in¨²tiles por la experiencia y la investigaci¨®n educativa: adelanto de la separaci¨®n del alumnado a los 14 a?os, rev¨¢lidas, repetici¨®n de curso, prohibici¨®n expresa de continuar en el sistema educativo si no se obtiene la titulaci¨®n exigida en la etapa obligatoria. ?Alguien se ha parado a pensar de qu¨¦ o para qu¨¦ sirven las repeticiones de curso? Ser¨ªa m¨¢s l¨®gico que al igual que en otros pa¨ªses, con los que nos comparamos, al inicio de cada curso se diera conocimiento al tutor de cu¨¢les son las materias con las que m¨¢s dificultades tiene el alumno para que ¨¦stas sean reforzadas. Tambi¨¦n parece m¨¢s oportuno que al finalizar la etapa obligatoria al alumno no se le impidiese su continuidad en la educaci¨®n postobligatoria. Espa?a es uno de los pa¨ªses donde se da esta circunstancia.
Jes¨²s Mar¨ªa S¨¢nchez es presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA)
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