La Iglesia cat¨®lica alemana quiere admitir a los divorciados que se han vuelto a casar

Despu¨¦s de una larga y poco fruct¨ªfera discusi¨®n, la Iglesia cat¨®lica alemana comenz¨® a dar los primeros pasos para devolverles los derechos a todos los creyentes divorciados y que volvieron a contraer matrimonio, lo que hasta ahora les imped¨ªa acceder a los sacramentos. La decisi¨®n, casi una medida revolucionaria, fue recomendada por la archidi¨®cesis de Friburgo en un documento dirigido a todos los sacerdotes y que ha causado sensaci¨®n en el pa¨ªs.

El nuevo ¡°manual de orientaci¨®n para los directores espirituales¡±, que recibi¨® la aprobaci¨®n del cardenal Robert Zollitsch, presidente de la Conferencia Episcopal alemana, sugiere a los responsables de las di¨®cesis que deben ser capaces de poder acoger en su seno a los divorciados, que han sido tachados durante siglos como personas que ¡°viven en pecado¡±.

¡°Queremos abrir la puerta a quien tiene sobre sus hombros un matrimonio fallido y ha comenzado otra vida sentimental¡±, dijo el cardenal Zollitsch, al recordar que todas estas personas se sienten excluidas de la Iglesia. ¡°Queremos estar abiertos a los afectados por el fracaso en su matrimonio, queremos escucharlos y encontrarnos con ellos¡±, dijo, por su parte, Andreas M?hrle, jefe de los sacerdotes de Friburgo, la di¨®cesis m¨¢s grande de las 27 que existen en Alemania.

El documento no es un discurso aprobatorio de un segundo matrimonio entre cat¨®licos y no pone en entredicho los sacramentos del matrimonio. Sin embargo, el texto ha sido interpretado como una valiosa ayuda a todos los cat¨®licos que han vuelto a contraer matrimonio y abre una puerta que estuvo f¨¦rreamente cerrada para ellos. No obstante, tampoco es un certificado en blanco para los divorciados.

El documento recomienda que los divorciados puedan tener la posibilidad de acceder a charlas con los pastores durante las cuales se podr¨¢ discutir sobre las causas que ocasionaron el divorcio y que imposibilitaron una reconciliaci¨®n. Los divorciados estar¨¢n obligados a arrepentirse de las faltas cometidas y deben comprometerse a mantener una nueva obligaci¨®n moral en la nueva relaci¨®n.

¡°Si estas condiciones se han cumplido, se puede autorizar el acceso a los sacramentos. En caso contrario, los sacramentos ser¨¢n negados¡±, se?ala el documento elaborado en Friburgo y que marca el comienzo de un nuevo camino de la Iglesia para hacer frente a una realidad de la sociedad alemana, donde m¨¢s de la mitad de los matrimonios terminan en divorcios.

El nuevo intento de la Iglesia de hacer compatible la doctrina cat¨®lica con la vida real de los creyentes fue comentada por la Agencia de Noticias cat¨®lica (KNA) en un extenso art¨ªculo publicado este martes en su portal bajo un t¨ªtulo sugerente: ¡°Alemania se alegra. Inseguridad en Italia¡±.

La nota se?ala que el cardenal de M¨²nich, Reinhard Marx, califica las nuevas directrices de la archidi¨®cesis de Friburgo como un aporte a un proceso de discusi¨®n que no ha concluido. ¡°Se trata de un proceso complejo cuya soluci¨®n debe ser adoptada en armon¨ªa con la Iglesia mundial¡±, a?ade el cardenal.

Alois Gl¨¹ck, el presidente del Comit¨¦ Central de los cat¨®licos alemanes (ZdK), en cambio, salud¨® con efusi¨®n el documento y admiti¨® que las nuevas directrices hac¨ªan posible que los divorciados pudieran ser readmitidos. ¡°En el documento se menciona que tras un intenso proceso de conversaci¨®n con un sacerdote, existe la posibilidad de que se llegue a una decisi¨®n responsable que es preciso respetar¡±, ha dicho Gl¨¹ck, tambi¨¦n citado por la agencia KNA.

¡°El documento no viola el derecho de la Iglesia y pretende convertirse en el comienzo de un proceso de di¨¢logo¡±, se?al¨® a El Pa¨ªs Robert Eberle, portavoz de la archidi¨®cesis de Friburgo. ¡°Es un intento legal que tiene como fin oficializar lo que es un pr¨¢ctica casi com¨²n en muchas di¨®cesis¡±.

La iniciativa de Friburgo tambi¨¦n puede poner fin a una discusi¨®n que se inici¨® hace 20 a?os en la misma archidi¨®cesis cuando el entonces arzobispo Oskar Saier y los obispos Karl Lehman de Maguncia y Walter Kasper de Rottenburg-Stuttgart cuestionaron la validez del derecho eclesi¨¢stico y propusieron que se revisara la prohibici¨®n que afectaba a los cat¨®licos divorciados para que pudieran acceder a los sacramentos.

Pero la propuesta cay¨® en el olvido tras una severa cr¨ªtica que recibieron por parte del cardenal Joseph Ratzinger, entonces jefe de la poderosa Congregaci¨®n de la Fe.