Si no es blanco, tiene el doble de posibilidades de que le pare la Polic¨ªa

Andrea E., una joven de Ecuador que realizaba unas pr¨¢cticas laborales en Madrid el pasado 2012, fue parada dos veces por la polic¨ªa en la estaci¨®n de metro de Moncloa, donde tomaba un autob¨²s a su domicilio en Pozuelo. ¡°Yo creo que fue el mismo agente¡±, recuerda. La primera vez mostr¨® su pasaporte y la dejaron continuar. La segunda identificaci¨®n no fue tan r¨¢pida. ¡°Me hicieron pasar un mal rato. Sin mirar mi pasaporte, me hicieron esperar en un banco junto a otras 15 personas y finalmente me dijeron que deb¨ªa acompa?arlos a comisar¨ªa. Muy enojada, les hice notar que ten¨ªa permiso para estar 45 d¨ªas en la Uni¨®n Europea y que apenas llevaba 15. Que mi viaje era por razones profesionales. Fue una situaci¨®n muy fea. Despu¨¦s de lo bien que me hab¨ªa tratado Madrid me sent¨ª sola, discriminada y observada¡±, relata. Ella est¨¢ convencida de que la pararon por ser morena. ¡°Antes que a m¨ª, pararon a un chico negro que tambi¨¦n iba corriendo al autob¨²s. Era espa?ol y se molest¨® mucho¡±, explica.

Como Andrea, muchas personas son identificadas por la polic¨ªa solo por su etnia o color de piel. En definitiva, la ¨²nica sospecha para pararlos es su aspecto f¨ªsico. As¨ª lo demuestra un estudio presentado este jueves por la Open Society Justice Initiative, elaborado por los investigadores del Institut Drets Human de la Universidad de Valencia con datos de Metroscopia. Una persona de apariencia cauc¨¢sica (blanca) tiene la mitad de posibilidades de ser identificada en la calle que otra de piel oscura. Mientras que solo un 7% de los primeros contest¨® haber sido parado por agentes en los dos ¨²ltimos a?os, esa proporci¨®n se elevaba al 14% entre las personas de minor¨ªas ¨¦tnicas.

¡°Ya ten¨ªamos evidencias de que esto ocurr¨ªa. Pero vimos la necesidad de tener datos cient¨ªficos¡±, subraya Cristina de la Serna, portavoz en Espa?a de la Open Society Justice Iniciative. ¡°Ahora sabemos que hay una pauta de identificar a personas extranjeras, pero por sus rasgos ¨¦tnicos, porque a los inmigrantes cauc¨¢sicos se les identifica menos que a los de color¡±, a?ade.

El estudio, para el que se realizaron 2.800 entrevistas, arroja otros datos reveladores sobre las pr¨¢cticas policiales. Los inmigrantes tienen tres veces m¨¢s posibilidades de que les paren que los espa?oles. Pero tambi¨¦n entre los nacidos en Espa?a hay diferencias: los no cauc¨¢sicos, aun espa?oles, tienen tres veces m¨¢s posibilidades de ser parados por la calle por agentes que los blancos. Este es el caso de Mohamed Gerehou, oriundo de Huesca, de 21 a?os y negro.

Hace unos meses, el joven volv¨ªa de jugar al baloncesto en el campus de la Universidad Complutense de Madrid donde estudia Periodismo. Acompa?ado por un amigo ¡°de aspecto latino, pero de Las Rozas¡±, dice, not¨® que dos personas les segu¨ªan. ¡°Nos pararon y se identificaron como polic¨ªas¡±, relata Gerehou, que pregunt¨® a los agentes por qu¨¦ les identificaban, sin obtener respuesta. Este estudiante est¨¢ convencido de que el motivo era su color de piel. ¡°Cuando les dimos el DNI espa?ol, no era lo que se esperaban y nos preguntaron si llev¨¢bamos drogas. Dijimos que no y, sin cachearnos, se marcharon¡±, recuerda.

No era la primera vez que Gerehou era identificado por agentes. Cuando ten¨ªa 16 a?os, acompa?ado de su primo y dos amigos ¨C¡°todos negros¡±¡ªla polic¨ªa par¨® a los menores para que mostraran su documentaci¨®n. ¡°A mis amigos blancos, cauc¨¢sicos, no les han identificado nunca. Y si yo voy con blancos, estoy convencido de que tampoco me van a parar¡±, se queja. ¡°Hay discriminaci¨®n. Te hacen sentir mal cuando no has hecho nada malo¡±, repite.

¡°Si realizamos una combinaci¨®n entre los factores de nacimiento y apariencia, llegamos a esta conclusi¨®n: si has nacido en Espa?a y tienes apariencia cauc¨¢sica europea tienes casi tres veces menos posibilidades de ser parado en la calle (un 16% de los que tienen estas caracter¨ªsticas) que si tienes apariencia no-cauc¨¢sica europea y has nacido fuera de Espa?a. En este caso hay una gran posibilidad de ser parado en la v¨ªa p¨²blica: el 45% de las personas con este conjunto de caracter¨ªsticas declararon haber sido identificadas por la polic¨ªa en alg¨²n momento del pasado¡±, concluyen los autores del estudio, coordinados por Jos¨¦ Garc¨ªa A?¨®n, del Institut de Drets Humans de la Universidad de Valencia, y Ben Bradford, del Centre for Criminology, de la Universidad de Oxford.

¡°El problema es muy grave y puede acabar con un estallido social. Queremos que las autoridades admitan que esto ocurre y cambien sus pr¨¢cticas¡±, subraya de la Serna. ¡°En la agenda del Gobierno est¨¢ hacer una nueva ley de seguridad ciudadana. Es un momento interesante para introducir el requisito de sospecha razonable y prohibir la identificaci¨®n por el aspecto f¨ªsico¡±, a?ade.

Seg¨²n datos oficiales del Ministerio de Interior, se realizan en torno a ocho millones de identificaciones al a?o. ¡°Pero no sabemos cu¨¢ntas son porque se est¨¦ cometiendo un delito, o por control migratorio. Ni siquiera c¨®mo han acabado esas identificaciones¡±, lamenta de la Serna. Por eso sugiere que se extienda el procedimiento de la Polic¨ªa Local de Fuenlabrada, donde los agentes disponen de un manual de actuaci¨®n y tienen que rellenar un informe durante la identificaci¨®n. ¡°Se recogen datos b¨¢sicos. El polic¨ªa se identifica, tambi¨¦n a la persona, dice por qu¨¦ se le ha parado, en qu¨¦ lugar y a qu¨¦ hora¡±, detalla Jos¨¦ Francisco Cano de la Vega, jefe de la polic¨ªa municipal de esa localidad madrile?a y presidente de la Uni¨®n Nacional de Jefes y Directivos de Polic¨ªa Local.

La comisar¨ªa de Fuenlabrada no solo es m¨¢s eficiente que antes ¡ª¡°en un 30% de las identificaciones localizamos a alg¨²n il¨ªcito; en Londres consiguen un 10% y se considera muy alto¡±, apunta Cano¡ª, sino que adem¨¢s elabora estad¨ªsticas que permiten detectar si su actitud es discriminatoria. ¡°Somos una parte de la sociedad y tenemos prejuicios. Pero los datos nos permiten reorientar nuestra actividad si estamos haciendo algo mal. Porque pese a los estereotipos, los nacionales son igual de delincuentes que los extranjeros¡±, zanja.