Los gais rusos se defienden de la intolerancia
El Gobierno proh¨ªbe que se hable a menores de relaciones homosexuales Las actitudes negativas de la sociedad se intensifican
¡°Hemos pasado de la ofensiva a la defensiva¡±. La rusa Yelena Kostiuchenko, de 26 a?os, reportera del peri¨®dico N¨®vaya Gazeta, resume as¨ª el ¨¢nimo de la minor¨ªa de la que forma parte (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales rusos o LGBT). Kostiuchenko es lesbiana y sali¨® del armario en 2011, cuando, en una declaraci¨®n en Internet, proclam¨® su cari?o hacia Annia Annenkova, su pareja, una analista de gas y petr¨®leo, con la que, si pudiera, se casar¨ªa y pedir¨ªa un pr¨¦stamo-hipoteca para comprar un piso.
¡°Somos dos t¨ªas mayores de edad (¡), ciudadanas de la Federaci¨®n Rusa, que trabajan bien y mucho, que pagan impuestos, que no cometen infracciones legales y que se quieren. Deseamos registrar nuestra relaci¨®n. Deseamos que el Estado nos reconozca como parientes (¡) como esposas con todas las consecuencias (¡), quiero que mi mujer se sienta defendida en los litigios de propiedad que puedan comenzar tras mi muerte, que pueda negarse a testimoniar en mi contra ante el juez¡ Tendremos hijos¡ de antemano los amamos y los esperamos y queremos que en los certificados de nacimiento de nuestros hijos estemos inscritas las dos¡¡±, dec¨ªa Kostiuchenko.
El matrimonio gay encabezaba la lista de prioridades de la periodista en 2011. Ahora, m¨¢s de dos a?os despu¨¦s, lo m¨¢s relevante para ella es evitar nuevas leyes que se sumen a las dos promulgadas este a?o. Una de ellas proh¨ªbe hacer propaganda a los menores de edad de las ¡°relaciones no tradicionales¡± (eufemismo para relaciones homosexuales) y la otra, la adopci¨®n de ni?os rusos por gais extranjeros.
Un 73% de la poblaci¨®n quiere atajar las muestras de homosexualidad
Aleks¨¦i Zhuravlev (diputado del partido gubernamental Rusia Unida) retir¨® la semana pasada del Parlamento la ley que hab¨ªa presentado el 5 de septiembre para que ¡°la orientaci¨®n sexual no tradicional¡± de un progenitor o de ambos pudiera ser motivo para privarlos de sus derechos de padres y de la custodia de sus hijos. El texto para modificar el C¨®digo de Familia ruso llevaba al ¨¢mbito privado la tesis central de la legislaci¨®n ya aprobada, a saber que la homosexualidad no es una opci¨®n equiparable a las orientaciones ¡°tradicionales¡±. Seg¨²n el diputado Zhuravlev, la informaci¨®n sobre las relaciones ¡°no tradicionales¡± es ¡°muy peligrosa para la psicolog¨ªa a¨²n no fortalecida del ni?o y puede alterar en el futuro su autoidentificaci¨®n sexual¡±.
La poblaci¨®n rusa con una ¡°orientaci¨®n no tradicional¡± oscila entre el 5% y el 7% (algo m¨¢s en las grandes urbes), y por lo menos un tercio de la misma tiene ni?os, explicaba Zhuravlev en la presentaci¨®n del proyecto de ley ahora retirado. Un c¨¢lculo conservador con esos datos (por ejemplo un 6% de gais entre los 142 millones de ciudadanos rusos) supone la existencia de 8,5 millones con una ¡°orientaci¨®n no tradicional¡± y, de ellos, m¨¢s de dos millones y medio con hijos.
La retirada del proyecto de ley, oficialmente para ser ¡°elaborado¡±, podr¨ªa indicar que las autoridades no desean tensar m¨¢s las relaciones con los sectores liberales del pa¨ªs y con los representantes de la Uni¨®n Europea que en diversas ocasiones han planteado oficialmente a sus interlocutores el tema de los derechos de gais y lesbianas en Rusia.
Sin embargo, la comunidad gay prefiere no bajar la guardia y cree estar ante ¡°una tregua¡± para distender la atm¨®sfera ante los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno de Sochi, que se celebran en febrero. Kostiuchenko dice estar preparando un informe sobre los diputados de la Duma Estatal (c¨¢mara baja del Parlamento) que son gais y amenaza con lanzar a la web datos sobre ¡°los pol¨ªticos que no se atreven a salir del armario¡±. Tambi¨¦n quiere organizar un gay parade durante los Juegos en Sochi. La reportera es pesimista sobre la evoluci¨®n del sistema pol¨ªtico ¡°que ha situado la comunidad gay en la lista de los enemigos internos, junto con los inmigrantes y los defensores de derechos humanos¡±. ¡°Hay que conservar las libertades que nos quedan, como educar a nuestros hijos, porque la libertad de expresi¨®n ya la perdimos¡±, dice.
Dos periodistas televisivos han decidido salir del armario
En la sociedad rusa las actitudes negativas hacia los gais se han intensificado, seg¨²n el centro sociol¨®gico Levada. En un sondeo en abril, un 35% de los interpelados consideraba la homosexualidad como una enfermedad o el resultado de un trauma ps¨ªquico y un 43%, la ve¨ªan como un s¨ªntoma de depravaci¨®n o malas costumbres, mientras el 12% opinaban que se trata de una orientaci¨®n como otras. La gran mayor¨ªa (73%) quer¨ªan que el Estado atajara las manifestaciones p¨²blicas de homosexualidad.
En San Petersburgo, la ¡°ventana a Europa¡± de Rusia, la legislaci¨®n local antigay (iniciativa del diputado Vitali Mil¨®nov) gravita sobre el ambiente. ¡°Proyectos culturales interesantes no se realizan porque sus promotores temen que surjan problemas con las autoridades, y, en cambio, personajes mediocres usan el esc¨¢ndalo para obtener publicidad barata¡±, se?alan medios culturales peterburgueses, que constatan ¡°la disminuci¨®n de los v¨ªnculos de nuestra ciudad con los centros occidentales¡±. En privado, funcionarios rusos confiesan a sus interlocutores europeos su incomprensi¨®n por el peso que ha adquirido la situaci¨®n de los gais en la relaci¨®n de Mosc¨² con Occidente. ¡°Se exige a Rusia m¨¢s de lo que puede asimilar un pa¨ªs dominado por el conservadurismo¡±, se?alan.
El diputado y jefe de la comisi¨®n legislativa del Parlamento de San Petersburgo, Vitali Mil¨®nov, impuls¨® la ley local contra la propaganda de la homosexualidad entre menores, precedente para la legislaci¨®n aprobada a escala estatal. Este pol¨ªtico de Rusia Unida, el partido gubernamental, asegura que ¡°rezar¨ªa e intentar¨ªa corregir el vicio¡±, si un hijo suyo le dijera que tiene una "orientaci¨®n sexual no tradicional".
Se estima que un 6% de los 142 millones de rusos es gay
El nivel de tolerancia var¨ªa en una misma ciudad y en la geograf¨ªa del Estado. El 12 de octubre, en el Campo de Marte de San Petersburgo, en un espacio habilitado a modo de speaker¡¯s corner de Hyde Park, cosacos, hinchas futbol¨ªsticos y nacionalistas arremetieron contra un grupo de gais que organizaban una salida del armario. Pero, pese a rechazos como este, en las dos grandes ciudades de Rusia los gais pueden hacer su propia vida, a diferencia de las zonas de tradiciones patriarcales como el norte del C¨¢ucaso, donde muchos gais o lesbianas ocultan su identidad sexual o huyen de familias, que pueden obligarles a casarse, imponerles una ¡°violaci¨®n correctiva¡± e incluso amenazarlos de muerte, seg¨²n Tatiana Vinnichenko, una profesora en la Universidad de Arjangelsk, una ciudad de 350.000 habitantes. Vinnichenko es activista de la LGTB, la mayor organizaci¨®n de defensa de los derechos de los gais en Rusia, con central en San Petersburgo y ramas en 18 de las 83 provincias del Estado. ¡°El a?o pasado ten¨ªamos muchas consultas sobre c¨®mo formar una familia o c¨®mo hacer una inseminaci¨®n artificial, ahora nos preguntan sobre la emigraci¨®n¡±, dice Vinnichenko, seg¨²n la cual en emigrar piensa ¡°uno de cada tres activistas de nuestra organizaci¨®n local, de 120 personas¡±. ¡°Para lograr un clima de mayor tolerancia, har¨ªa falta una mayor informaci¨®n, pero como la informaci¨®n es equiparada a propaganda, estamos en un c¨ªrculo vicioso¡±, explica.
¡°Las minor¨ªas sexuales son s¨®lo uno de los grupos afectados por el problema de la tolerancia en Rusia¡±, afirma Vlad¨ªmir Pribylovski, especialista en el estudio de grupos racistas, xen¨®fobos y nacionalistas. ¡°Quienes se dedicaban antes a pegar y perseguir a los emigrantes, se dedican ahora a perseguir a los gais, ya que estos est¨¢n m¨¢s indefensos¡±, opina el experto.
En la vida cotidiana los gais pueden encontrar respeto y comprensi¨®n. Mija¨ªl Tum¨¢sov, un traductor de 38 a?os procedente de Samara, vive con Denis, de 26, desde hace ocho a?os y est¨¢ agradecido a su madre, que ¡°jam¨¢s ha preguntado¡± sobre su sexualidad y que acepta que ambos duerman juntos en la misma cama. Kostiuchenko no cree que Rusia sea especialmente hom¨®foba, a pesar de los golpes que ha recibido cuando participa en piquetes. ¡°La gente siente curiosidad y cuando les cuento que vivo con una chica, pero que la ley nos proh¨ªbe casarnos, se interesa sobre c¨®mo cocinamos y c¨®mo hacemos el amor¡¡±, dice. En su opini¨®n, una ¡°salida masiva del armario¡± ayudar¨ªa a los homosexuales. Dos periodistas televisivos se han ¡°destapado¡±. Anton Krasovski, en enero de 2012, y Oleg Dus¨¢ev, de 33 a?os, el pasado agosto. ¡°Soy un cristiano creyente y estoy convencido de que Dios me ha creado y me quiere tal como soy¡±, dijo este periodista del prestigioso canal estatal Kultura.
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