¡°Los lugares no son solo para pasar, sino para estar¡±
El colectivo Desayuno con Viandantes promueve la calle como lugar de encuentro de gente de todas las edades y procedencias
En una imprenta, en una rotonda, en un puente, en el metro o en un refugio de la guerra. Conocer la ciudad a trav¨¦s de una actividad rutinaria como un desayuno en el lugar m¨¢s insospechado. La idea naci¨® de la mano de un grupo de amigos con el prop¨®sito de desvelar las posibilidades del espacio p¨²blico urbano m¨¢s all¨¢ de su uso habitual. Un s¨¢bado de cada mes en un lugar distinto de Valencia, el colectivo Desayuno con Viandantes, formado por siete miembros venidos de la arquitectura, el arte, la gesti¨®n cultural y la cocina, promueve la calle como lugar de encuentro de gente de todas las edades y procedencias que comparte algo m¨¢s que el desayuno tra¨ªdo de casa: la vida participativa de la ciudad.
Siguiendo su filosof¨ªa urbana, este encuentro no se da en un local. Con mesa y sillas de camping al lado de un carril-bici en medio de una calle peatonal del barrio mar¨ªtimo de El Cabanyal, los arquitectos David Estal y Boris Strzelczyk, la parte visible del colectivo, disfrutan del t¨¦ reci¨¦n hecho en casa que traen en termo. Alrededor hay espectadores: vecinos que se asoman al balc¨®n y paseantes que observan con asombro. Alguno incluso hace una foto. ¡°Proponemos una iniciativa diurna cuando parece que el ocio nocturno es el ¨²nico que triunfa y, adem¨¢s, hacemos que la gente conozca mejor su propia ciudad¡±, sostiene Boris, de origen alem¨¢n criado en Valencia.
Barrio de El Cabanyal. Valencia
? T¨¦ en la calle dels Pescadors.
Una forma de promover la ciudad sin apoyo municipal, la iniciativa no cuenta ni con pancartas ni pegatinas. ¡°La reivindicaci¨®n es impl¨ªcita, no hace falta exhibirla. El uso del espacio es lo que construye el espacio¡±, observa David, de 34 a?os. En el ¨²ltimo desayuno, celebrado en el Mercat del Grao, los asistentes cortaron una calle impidiendo el paso al tr¨¢fico con bicis y carritos de beb¨¦. ¡°Por un momento peatonalizamos la calle. Los ciudadanos ven que la calle tiene m¨¢s posibilidades de las que nos hacen ver¡±, explica David. ¡°Nuestra iniciativa surge frente a la progresiva privatizaci¨®n del espacio p¨²blico, cuando la Administraci¨®n lo controla en funci¨®n del rendimiento econ¨®mico. Pensamos en los lugares no solo para pasar, sino para estar¡±, a?ade Boris.
Sin trazados previos, el lugar de encuentro se avisa con solo seis d¨ªas de antelaci¨®n. El triunfo de esta iniciativa que ha llegado a convocar hasta 300 participantes, no se mide desde el poder de convocatoria al estilo de quedadas de Facebook. El ¨¦xito reside en la experiencia vivida, que el viandante se apropie del sitio y que descubra su ciudad pensando en nuevas posibilidades de uso. Tras 43 desayunos celebrados en Valencia, la propuesta participativa de Desayuno con Viandantes ha incentivado r¨¦plicas en Santiago de Compostela, Valladolid y Bogot¨¢.
¡°Somos de los arquitectos que no nos hemos ido fuera, porque en Valencia hay muchas cosas por hacer. Los edificios ya est¨¢n construidos, pero faltan ideas para su contenido. La cocina est¨¢ hecha, pero faltan los cocineros¡±, explica Boris.
Ambos arquitectos trabajan en El Cabanyal en la rehabilitaci¨®n de casas que han comprado unos residentes alemanes, una muestra, se?ala David, de que el barrio no pierde poblaci¨®n, frente al discurso municipal. ¡°El Cabanyal es uno de los pocos barrios en los que las casas viven en relaci¨®n con la calle, y eso es calidad de vida. Lo que falta es hacer propuestas urbanas que unan a la gente, no que la divida¡±.
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