Las amistades peligrosas de La Roja
La selecci¨®n espa?ola jugar¨¢ por primera vez un amistoso en Guinea Ecuatorial, uno de los reg¨ªmenes m¨¢s corruptos. El partido abre la controversia: ?debe ser el f¨²tbol neutral ante las dictaduras?
La Roja har¨¢ historia en Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial, el 16 de noviembre. Ser¨¢ la primera vez que una selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol pise territorio guineano y la primera vez tambi¨¦n que visite ese pa¨ªs una campeona del mundo. La federaci¨®n de f¨²tbol argumenta que la selecci¨®n no cobrar¨¢ por el viaje porque el motivo es respaldar el f¨²tbol en un pa¨ªs muy modesto deportivamente. Pero, ?es atinada la elecci¨®n? Guinea Ecuatorial no es un pa¨ªs cualquiera. La peque?a excolonia espa?ola lleva 34 a?os encapsulada en la dictadura de Teodoro Obiang y su familia, uno de los reg¨ªmenes m¨¢s corruptos del mundo ¡ªseg¨²n el ¨²ltimo listado de Transparencia Internacional¡ª donde se aplasta a la disidencia y unos pocos se reparten los miles de millones de euros procedentes del petr¨®leo. La propaganda del r¨¦gimen ya se ha puesto en marcha aprovechando la presencia de La Roja.
Una vez m¨¢s, el f¨²tbol (o el deporte) es la excusa para no hacer pol¨ªtica cuando no hacer pol¨ªtica es una manera de eludir cualquier responsabilidad en materia de defensa de los derechos humanos, una materia en la que los altos organismos deportivos han estado siempre de perfil. Es su discutible concepto de la neutralidad. ¡°No haremos jam¨¢s pol¨ªtica de pol¨ªticos, pol¨ªtica religiosa, pol¨ªtica racial, somos una asociaci¨®n que no es pol¨ªtica, que se ocupa del desarrollo del f¨²tbol. Mi papel como presidente de la UEFA es organizar la competici¨®n¡±, dijo ceremoniosamente Michel Platini, antigua estrella del f¨²tbol en los a?os ochenta, a consecuencia de la petici¨®n de diversos organismos para que se boicoteara la Eurocopa 2012 que se celebraba en Ucrania, como protesta por el encarcelamiento de la ex primera ministra Yulia Timoshenko quien, por cierto, sigue en prisi¨®n. Es exactamente la misma frase que difunde a menudo Joseph Blatter, presidente de la FIFA, la misma posici¨®n que en su d¨ªa mantuvo su antecesor Jo?o Havelange, criado como dirigente en la dictadura brasile?a. El desarrollo del f¨²tbol est¨¢ por encima de cualquier otra consideraci¨®n ¨¦tica o pol¨ªtica.
La ¡®neutralidad¡¯ pol¨ªtica de la FIFA
Mussolini descubre el f¨²tbol. La Copa del Mundo de 1934 de Italia fue el primer gran acontecimiento de masas en el que se utiliz¨® el deporte para la propaganda pol¨ªtica. Fue obra del dictador Benito Mussolini, a quien no le import¨® nacionalizar a jugadores argentinos y brasile?os. En el Mundial posterior, celebrado en Francia en 1938, oblig¨® a la selecci¨®n italiana a utilizar en la final una camisa negra, el color de los fascistas italianos. Italia gan¨® ambos t¨ªtulos.
Respaldo a la junta de Videla. La Copa del Mundo de 1978 se celebr¨® en la Argentina del dictador Videla, que hab¨ªa protagonizado el sexto golpe militar en Argentina. Solo un jugador de fama internacional, el holand¨¦s Johan Cruyff, renunci¨® a participar por su rechazo al r¨¦gimen. Argentina gan¨® el Mundial en una final ante Holanda, pero su actuaci¨®n guard¨® muchos puntos oscuros. Entre ellos, como se supo tiempo despu¨¦s, la compra de un partido ante Per¨², que termin¨® con un descarado resultado (6-0) a cambio del env¨ªo de toneladas de trigo para cubrir las necesidades alimenticias del pa¨ªs andino.
Un r¨¦gimen feudal en el desierto para 2022. La elecci¨®n de Catar como sede del Mundial de 2022 ha estado rodeada de sospechas. Un pa¨ªs ba?ado en petrod¨®lares, con una temperatura media superior a los 40 grados en verano y que no respeta los derechos humanos se impone a candidaturas como las de Australia, Estados Unidos, Corea del Sur y Jap¨®n.
Cualquier repaso a las principales decisiones adoptadas en el seno de la FIFA, a trav¨¦s de sus denominados Congresos, no hace sino confirmar hasta qu¨¦ punto alcanza ese elevado concepto de la neutralidad. Pongamos por caso el 35 congreso de la FIFA celebrado en Londres el 6 de julio de 1966. All¨ª se decidieron las sedes de tres mundiales: 1974 (Alemania Federal), 1978 (Argentina) y 1982 (Espa?a). A nadie le preocup¨® entonces concederle la organizaci¨®n del m¨¢ximo acontecimiento mundial a un pa¨ªs que acababa de sufrir su quinto golpe militar (el 28 de junio se produjo el golpe del general Juan Carlos Ongan¨ªa) y a otro, Espa?a, que llevaba sufriendo una dictadura desde antes de la II Guerra Mundial. El destino quiso que el Mundial de Argentina se celebrara bajo el yugo de la junta de Videla (sexto golpe militar de Argentina) pero que Espa?a pudiera celebrar su primer gran evento deportivo en una democracia reci¨¦n conquistada. Es evidente que ese no era el prop¨®sito de la FIFA: si Franco hubiera vivido en 1982, habr¨ªa presidido la ceremonia inaugural con Havelange a su lado.
El criterio para elegir las sedes de un Mundial no se ha modificado desde 1966. Est¨¢n a la orden del d¨ªa las sospechas de corrupci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica alrededor de la designaci¨®n de Catar como sede del Mundial de 2022, un pa¨ªs peque?o, con una estructura pol¨ªtica feudal, anclado en el desierto con temperaturas de m¨¢s de 40?C.
La Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol decide contra qu¨¦ selecci¨®n juega amistosos La Roja y asegura que el principal criterio para elegir pa¨ªs es deportivo. Espa?a mantiene relaciones diplom¨¢ticas con Guinea Ecuatorial, tiene embajada all¨ª, es el tercer cliente comercial del pa¨ªs ¡ªpor detr¨¢s de EE UU e Italia¡ª y el segundo proveedor de Guinea ¡ªdespu¨¦s de China¡ª, seg¨²n datos de la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica de 2010. As¨ª que, ?por qu¨¦ pedirle al deporte lo que no hacen la diplomacia ni las empresas?
¡°El r¨¦gimen aprovecha mucho estos acontecimientos para dar imagen de normalidad y que la gente olvide la opresi¨®n¡±, considera Wenceslao Mansogo, secretario de derechos humanos del principal partido opositor tolerado en el pa¨ªs, el CPDS (Convergencia para la Democracia Social). ¡°Que vaya La Roja es indecente por parte de Espa?a. Es hacerle publicidad a Obiang. A m¨ª me gusta el f¨²tbol, y hay bastante afici¨®n en el pa¨ªs, pero con esto se enmascara la realidad¡±, critica.
En Guinea Ecuatorial, ¡°las violaciones de derechos humanos son sistem¨¢ticas¡±, explica Mansogo. ¡°No hay ning¨²n tipo de libertad, ni de expresi¨®n, ni de opini¨®n o de circulaci¨®n dentro del pa¨ªs. La justicia no funciona, hay detenciones arbitrarias y abuso policial y militar¡±, agrega. Como a las dictaduras no les suele gustar parecerlo, Obiang organiza elecciones presidenciales de cart¨®n piedra cada siete a?os con resultados extraordinarios: en 2009 obtuvo el 95% de los votos, y en las ¨²ltimas legislativas, en mayo de este a?o, su partido logr¨® 99 de 100 diputados, y 54 senadores de 55 elegibles. El que falta en cada c¨¢mara lo obtuvo la oposici¨®n, toda una prueba de pluralismo.
El r¨¦gimen ya est¨¢ haciendo su trabajo y prepara el terreno para vender la visita como un ¨¦xito pol¨ªtico. La maquinaria propagand¨ªstica guineana ha calificado el encuentro como ¡°hist¨®rico¡± y se congratula por ¡°el hecho de que el equipo espa?ol, actual campe¨®n del mundo, haya aceptado jugar sin ninguna compensaci¨®n econ¨®mica gracias a las excelentes relaciones culturales, de amistad y cooperaci¨®n que unen a Espa?a con nuestro pa¨ªs¡±, dijo a Efe uno de los 39 ministros que tiene el Gobierno guineano, el titular de Juventud y Deportes.
A Espa?a se le concedi¨® el Mundial en 1966, durante la dictadura de Franco
Las noticias que van llegando mencionan que la expedici¨®n espa?ola se alojar¨¢ en Sipopo, un lujoso complejo con un hotel, un palacio de conferencias, hospital, campo de golf y playa privada, el delirio de grandeza de Obiang que cost¨® 580 millones de euros. All¨ª vivir¨¢n encerrados en una burbuja futbolistas y, seguramente, periodistas deportivos, cuando es casi imposible para un reportero espa?ol conseguir un visado para entrar en el pa¨ªs, mucho menos en periodo electoral. Posiblemente toda la informaci¨®n que puedan divulgar abunde en torno a la en¨¦sima o no titularidad del guardameta Casillas y al probable estreno del delantero Diego Costa como internacional espa?ol.
Ese complejo tur¨ªstico refleja las enormes desigualdades del pa¨ªs y de la econom¨ªa de rapi?a que practica una reducida ¨¦lite pr¨®xima al poder, la que se podr¨ªa permitir ir a Sipopo. La gran mayor¨ªa de los 736.000 guineanos viven en la pobreza y la esperanza de vida es de 52 a?os, mientras el pa¨ªs exhibe cifras macroecon¨®micas excepcionales ¡ªel PIB per c¨¢pita es de 26.486 d¨®lares (19.750 euros), seg¨²n el FMI en 2012¡ª gracias al petr¨®leo.
No es probable que los jugadores de La Roja, ni quienes los acompa?an puedan ver la realidad de la dictadura. ¡°Reto a cualquier miembro de la Federaci¨®n a que tome un taxi e intente visitar un barrio cualquiera, que se salte el protocolo. No podr¨ªa. La polic¨ªa se lo impedir¨ªa¡±, afirma Tutu Alicante, presidente de EG Justice, una ONG con sede en EE UU que promueve los derechos humanos en Guinea. ?l cree que la ocasi¨®n no va a servir para llamar la atenci¨®n sobre la dureza de la dictadura, sino para legitimar al r¨¦gimen. Por eso opina que el partido no deber¨ªa celebrarse: ¡°El Gobierno necesita este tipo de eventos para presentarse como un pa¨ªs emergente y distraer a la poblaci¨®n de las violaciones de derechos humanos y de la pobreza¡±.
Con estos antecedentes, ?es exigible a la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol que establezca una salvedad ¨¦tica o pol¨ªtica a la hora de efectuar una visita a un pa¨ªs como Guinea Ecuatorial? ?Se le puede reprochar lo que no se reprocha a los empresarios o a los pol¨ªticos que hacen negocios con Guinea y la visitan con frecuencia? ?Han pensado los dirigentes de la federaci¨®n aprovechar la visita a Guinea para demandar el respeto a los derechos humanos en el pa¨ªs? ?Es de esperar que jugadores internacionales como Casillas, Xavi, Iniesta y compa?¨ªa hagan alg¨²n gui?o en ese sentido? ?O se impondr¨¢ el conocido criterio de la neutralidad?
¡°La cuesti¨®n es si la Federaci¨®n acepta el principio de que pol¨ªtica y deporte no tienen nada que ver, o no se acepta¡±, plantea John Carlin, autor de El factor humano (Seix Barral), que luego inspir¨® la pel¨ªcula Invictus, con Morgan Freeman. ¡°Si se acepta, entonces es irrelevante que La Roja juegue en Corea del Norte o en Guinea Ecuatorial, que es una dictadura grotesca. Supongamos que se acaba la guerra en Siria y que El Asad sigue en el poder. ?Ir¨ªan a jugar all¨ª? Si van, ser¨ªan coherentes con ese principio, aunque creo que habr¨ªa pol¨¦mica¡±, razona.
¡°Obiang usa el evento para dar imagen de normalidad¡±, critica un opositor
En el libro, Carlin cuenta c¨®mo Nelson Mandela, ya como presidente, transforma la Copa Mundial de Rugby de 1995 en un elemento de reconciliaci¨®n entre blancos y negros. ¡°En Sud¨¢frica, durante el apartheid, hubo un boicoteo total a los equipos sudafricanos en todos los deportes. Fue una medida apoyada internacionalmente que tuvo un impacto pol¨ªtico real de censura al r¨¦gimen. Les lanz¨® el mensaje de ¡®sois los parias del mundo y os vamos a castigar, pero si acab¨¢is con esta injusticia, os daremos el caramelo que ahora os negamos¡±, explica Carlin. Por eso el escritor y periodista cree que ¡°si se boicoteara el partido en Guinea, se enviar¨ªa al r¨¦gimen un mensaje potente de ¡®no vamos a vuestra fiesta¡±, comenta. ¡°Recuerdo una frase de Mandela que uso en mi libro: ¡®Hay que apelar a los corazones y no a las mentes¡¯, en referencia a la lucha contra el apartheid. En el caso del f¨²tbol, el impacto es m¨¢s emotivo que cualquier mensaje pol¨ªtico. Si la Roja decidiera no acudir a ese partido, el mensaje llegar¨ªa a todos, desde la c¨²pula del r¨¦gimen hasta el campesino¡±.
La decisi¨®n de la Federaci¨®n se escuda en la deportividad y en la neutralidad, en una labor de fomento del f¨²tbol. Guinea Ecuatorial era la selecci¨®n africana peor situada en el ranking de la FIFA (151 hace un a?o) hasta que tuvo la oportunidad de organizar la Copa de ?frica 2012 junto a Gab¨®n. Diez de los jugadores guineanos de la selecci¨®n se hab¨ªan formado en Espa?a y llevaron a Guinea a una clasificaci¨®n hist¨®rica al llegar a cuartos de final, donde cayeron ante Costa de Marfil, que luego ser¨ªa la subcampeona.
No parece que el resultado del encuentro d¨¦ para mucha sorpresa ni que vaya a haber tanta ¡°emoci¨®n¡± como el r¨¦gimen pretende: ¡°Ser¨¢ como una pelea entre David y Goliath¡±, dijo el ministro guineano. ¡°Si vas a pasar por otro pa¨ªs africano antes de ir a Sud¨¢frica [donde Espa?a jugar¨¢ un partido para el que ha sido contratada La Roja], hay m¨¢s partidos contra Angola, Camer¨²n, Ghana o Nigeria que contra Guinea, que puede ser un 14-0¡±, ironiza Carlin.
Espa?a probablemente ganar¨¢, porque la diferencia f¨ªsica y t¨¦cnica con la selecci¨®n de Guinea Ecuatorial es insalvable. Ganar¨¢, como se dice coloquialmente, ¡°con los ojos cerrados¡±... pero con los ojos cerrados para todo.
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