El dolor que reta a la lactancia
La mastitis, una infecci¨®n en la gl¨¢ndula mamaria, afecta al 10% de las madres que dan el pecho Infradiagnosticada, es la principal causa m¨¦dica de destete precoz
La lactancia define al ser humano como mam¨ªfero y acompa?a a la mujer desde siempre. Sin embargo, la investigaci¨®n en la materia ha sido escasa hasta hace unos a?os. Tanto es as¨ª, que la mastitis, una inflamaci¨®n e infecci¨®n en la gl¨¢ndula mamaria que afecta al 10% de las madres que dan el pecho, sigue siendo un terreno en el que, si bien hay certezas, a¨²n persisten las inc¨®gnitas, sobre todo relacionadas con sus causas. Aunque la formaci¨®n del personal sanitario ha mejorado considerablemente en las ¨²ltimas d¨¦cadas, muchas mujeres siguen estando infradiagnosticadas y sufren pinchazos, calambres y sensaci¨®n de quemaz¨®n cuando amamantan a sus beb¨¦s. Los m¨¦dicos son tajantes: ¡°No tiene por qu¨¦ doler¡±.
La OMS recomienda que las madres den el pecho de forma exclusiva hasta que los ni?os tengan seis meses. A pesar de que las cifras son muy elevadas despu¨¦s del parto, solo el 18% de ellas sigue esta indicaci¨®n cuando el beb¨¦ ha cumplido medio a?o, seg¨²n la Encuesta Nacional sobre H¨¢bitos de Lactancia elaborada por la Iniciativa Mundial de Lactancia Materna. M¨¢s all¨¢ de las dificultades de conciliaci¨®n de la vida familiar y laboral y de la falta de informaci¨®n que lleva a algunas mujeres a decantarse por el biber¨®n, la mastitis es la principal causa m¨¦dica de destete precoz, apunta Juan Miguel Rodr¨ªguez, doctor del departamento de Nutrici¨®n Humana y Bromatolog¨ªa de la Facultad de Veterinaria de la Complutense, que coordina desde hace 15 a?os una investigaci¨®n sobre la composici¨®n de la leche materna. Las mujeres dejan de amamantar para evitar que les duela, y algunos m¨¦dicos ¡ª¡°cada vez menos¡±, matizan los profesionales consultados¡ª siguen recomendando, err¨®neamente, la interrupci¨®n de la lactancia.
El personal sanitario insiste: "No tiene por qu¨¦ causar molestias"
La mastitis puede presentar varios cuadros cl¨ªnicos. En unos casos, intensa inflamaci¨®n local ¡ªcon dolor, enrojecimiento y tumefacci¨®n¡ª, fiebre que puede ser muy elevada, escalofr¨ªos, dolores musculares y articulares y malestar general. En otros, inflamaci¨®n local, pero sin la aparici¨®n de zonas de enrojecimiento o signos gripales. ¡°Son las que tienen menos s¨ªntomas, se manifiestan en forma de sensaci¨®n de quemaz¨®n o pinchazos al dar el pecho y son m¨¢s dif¨ªciles de diagnosticar¡±, explica Susana Ares, secretaria del Comit¨¦ de Lactancia Materna de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa.
Hasta hace relativamente poco se cre¨ªa que la leche humana era un fluido est¨¦ril. Ahora se sabe que no es as¨ª. Durante el tercer trimestre del embarazo, la gl¨¢ndula mamaria va pobl¨¢ndose de una flora bacteriana procedente del intestino de la madre. Rodr¨ªguez afirma que cuando comenz¨® a hablar de esto sus colegas le miraban ¡°como si estuviera loco¡±, pero que otros investigadores han llegado a la misma conclusi¨®n.
Las fuentes consultadas coinciden en que el causante de la mastitis es un desequilibrio en esta flora bacteriana. Una cepa ¡ªnormalmente de Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis o Streptococcus¡ª aumenta su n¨²mero en detrimento del resto. Hay divergencias, sin embargo, en las causas de este sobrecrecimiento. Mientras que Ares y Jos¨¦ Mar¨ªa San Rom¨¢n, director de la Unidad de Patolog¨ªa Mamaria del Hospital Cl¨ªnico San Carlos de Madrid, se?alan que se debe a la entrada de un germen a trav¨¦s de alguna de las grietas en el pez¨®n de la madre, Rodr¨ªguez insiste en que, seg¨²n sus indagaciones, la mayor parte de las mastitis se producen por una alteraci¨®n en la flora bacteriana que nada tiene que ver con la entrada de un agente pat¨®geno desde el exterior. Seg¨²n afirma, la poblaci¨®n de bacterias que aumenta su tama?o ya resid¨ªa en la gl¨¢ndula mamaria, aunque en menores proporciones. ¡°Es un campo a¨²n abierto, pero parece que hay factores relacionados con la propia madre ¡ªpor ejemplo, gen¨¦ticos, que la predisponen a padecer esta dolencia¡ª, con las bacterias ¡ªcomo su capacidad para evadir el sistema inmunitario¡ª o m¨¦dicos ¡ªcomo que durante el parto se receten antibi¨®ticos que acaben con las bacterias sensibles y propicien el crecimiento del resto¡ª¡±, explica.
De ah¨ª que este investigador recomiende que siempre se realice un cultivo antes de recetar un antibi¨®tico a la madre. ¡°Esta prueba est¨¢ muy extendida en las infecciones de orina. Se hace para averiguar cu¨¢l es la bacteria que est¨¢ causando el problema y c¨®mo combatirla. Con la leche materna no existe esta costumbre, a pesar de que ser¨ªa sencillo¡±, lamenta Rodr¨ªguez. Ares y San Rom¨¢n indican que estos estudios microbacterianos no est¨¢n generalizados, pero sostienen que s¨ª se practican en los casos graves. ¡°El primer tratamiento es aumentar el n¨²mero de tomas, hay que vaciar bien el pecho. As¨ª los conductos se van limpiando, y la elevada concentraci¨®n bacteriana no es mala para el beb¨¦, en absoluto. Si adem¨¢s la madre tiene una infecci¨®n generalizada se le da un antibi¨®tico de amplio espectro que suele terminar con estas infecciones. Tambi¨¦n recetamos antiinflamatorios¡±, se?ala Ares.
Rodr¨ªguez, que ha analizado ¡°unas 20.000 muestras de leche materna¡±, discrepa: ¡°Los antibi¨®ticos de amplio espectro suelen funcionar con las mastitis agudas, que se presentan acompa?adas de un cuadro seudogripal. Pero esas son la punta del iceberg. La incidencia de mastitis en las madres debe rondar el 25% o 30%, aunque muchas no son diagnosticadas. Las subagudas, que no producen estos s¨ªntomas, est¨¢n originadas por bacterias que suelen ser resistentes a los antibi¨®ticos recetados. Por lo que no se soluciona el problema, que se solventar¨ªa con un cultivo que indique el antibi¨®tico adecuado¡±.
El investigador apunta a los probi¨®ticos como tratamiento. Su equipo ha aislado tres en el laboratorio. ¡°Probablemente dos de ellos ser¨¢n comercializados en 2014. Hemos comprobado que, si la madre toma un tipo espec¨ªfico de lactobacilo de los que desaparecen durante el sobrecrecimiento de las bacterias que causan las mastitis, la flora de la gl¨¢ndula mamaria tiende a reequilibrarse¡±, expone Rodr¨ªguez, y a?ade: ¡°Conf¨ªo en que, no s¨¦ si en un a?o o en 10, se produzca un cambio en la forma de abordar esta dolencia¡±. Pero, por el momento, tanto ¨¦l, como San Rom¨¢n y Ares procuran centrarse en el presente y reclaman m¨¢s investigaci¨®n ¡ªel estudio de la mastitis est¨¢ m¨¢s desarrollado en el ¨¢mbito animal que en el humano¡ª, formaci¨®n y apoyo a las madres, a quienes los tres insisten: ¡°No tienen por qu¨¦ aguantar dolor¡±.
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