¡°Arrestan a los alumnos, quieren que seamos una generaci¨®n de ignorantes¡±
Este palestino estuvo encarcelado a los 14 a?os por tirar piedras contra un convoy israel¨ª
Rami Ismael Abu Haniyeh pas¨® tres meses en la c¨¢rcel cuando ten¨ªa 14 a?os. Tir¨® piedras, ese fue su delito, que fue juzgado por un tribunal militar. La madrugada del 17 de septiembre de 2011 una patrulla irrumpi¨® en su casa y, maniatado y con los ojos vendados, la polic¨ªa se lo llev¨®. Dos d¨ªas antes, ¨¦l y sus amigos hab¨ªan lanzado piedras contra un convoy israel¨ª en el campamento de refugiados de Al Aroub (Hebr¨®n, Cisjordania) en el que viven. Era la primera vez que lo hac¨ªa. Y fue la ¨²ltima. Cuenta que en su interrogatorio fue torturado, que no vio a un abogado hasta momentos antes de la vista y que en prisi¨®n el trato fue inhumano. ¡°Lo ¨²nico que deseo es que nadie pase lo que he pasado yo. Solo reclamo un derecho humano b¨¢sico: libertad¡±, afirma.
Rami no es un caso aislado. Cada a?o, cientos de ni?os palestinos son arrestados, ¡°la mayor¨ªa de ellos por lanzar piedras a tanques o destacamentos israel¨ªes¡±. Seg¨²n un informe de Defense for Children International, una ONG que vela por los derechos de la infancia, en septiembre de este a?o 179 menores fueron encarcelados y juzgados por un tribunal militar. Rami pone nombre y voz a otros muchos chicos que, como ¨¦l, sufren las consecuencias de una ocupaci¨®n militar. Desde el patio de su casa, a apenas 50 metros, ve una torreta donde hay varios soldados que vigilan el campamento. Al salir a la calle es raro no cruzarse con patrullas y casi a diario hay redadas de madrugada. ?l se ha atrevido a mostrar su rostro y a contar su historia. Est¨¢ en Espa?a porque es uno de los protagonistas del documental A tiro de piedra de la c¨¢rcel, que se presenta este martes en Madrid. Ha aterrizado hace unas horas y, aparte de probar la tortilla de patatas, a¨²n no ha tenido tiempo de mucho m¨¢s. Es la primera vez que sale de Palestina. Antes de coger el avi¨®n fue interrogado y, al llegar, tendr¨¢ que volver a sentarse ante las autoridades israel¨ªes para responder por su viaje.
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Dos a?os despu¨¦s de salir de prisi¨®n, asegura que ha logrado retomar su vida, aunque le ha costado. Le gusta jugar al f¨²tbol y a la consola y estar con sus amigos. Es un adolescente de 17 a?os que habla como un adulto. Rami quiere seguir estudiando y ser abogado para proteger a los j¨®venes encarcelados. ¡°Yo tuve suerte¡±, dice. Fue a una prisi¨®n en la que hab¨ªa chicos algo mayores que ¨¦l y le proteg¨ªan. Y fue uno de los 1.027 presos palestinos que el Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu accedi¨® a liberar a cambio del soldado israel¨ª Gilad Shalit, secuestrado en 2006 por Ham¨¢s. Deb¨ªa cumplir seis meses de prisi¨®n y, a los tres meses, le avisaron de que ese mismo d¨ªa saldr¨ªa de all¨ª. Su padre fue a buscarle a Ramala.
Pero ese fue solo el final de una historia que en Cisjordania est¨¢ a la orden del d¨ªa. Cuando aquella madrugada de 2011 sus padres escucharon c¨®mo llamaban a la puerta, intentaron resistirse a abrir. Sab¨ªan que buscaban a Rami. Y saben que lo m¨¢s probable es que vuelvan a por ¨¦l. ¡°Las redadas son aleatorias. La noche de mi detenci¨®n tambi¨¦n arrestaron a chicos que no tiraron piedras. Suelen detener a alumnos que est¨¢n en mitad de los ex¨¢menes previos a su entrada en la universidad. Quieren que seamos una generaci¨®n de ignorantes¡±, critica Rami, a quien le quedan dos a?os para enfrentarse a esas pruebas. Reconoce que ¨¦l y su familia tienen miedo, pero se muestra tranquilo, incluso solemne: ¡°No hago nada malo, ni siquiera es pol¨ªtica, solo cuento lo que me ha pasado¡±.
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