El PP aprueba en solitario la ¡®ley Wert¡¯
El Congreso da el visto bueno definitivo a la pol¨¦mica reforma educativa Habr¨¢ rev¨¢lidas, itinerarios en la ESO y una nueva configuraci¨®n de las asignaturas
El debate educativo est¨¢ enquistado. Dentro y fuera del Parlamento. El Gobierno del PP ha aprobado hoy definitivamente en el Congreso una ley escolar, la LOMCE, la s¨¦ptima de la democracia, con los ¨²nicos apoyos de su partido. Ning¨²n otro grupo de la c¨¢mara ha votado a favor (UPN se ha abstenido y los dem¨¢s la han rechazado), lo cual ha ofrecido la imagen m¨¢s clara de ese enquistamiento que aleja cualquier posibilidad de acuerdo, grande o peque?o, en torno a un tema tan sensible y vital como es la educaci¨®n. Por un lado, el ministerio que dirige Jos¨¦ Ignacio Wert ¨Cblanco de todas las cr¨ªticas de la oposici¨®n y buena parte de la comunidad educativa por su pol¨ªtica y sus formas¡ª parece haber decidido ya hace muchos meses sacar adelante, a¨²n sin apoyo alguno fuera del PP, la reforma que cree necesaria para mejorar unos resultados mediocres en los ex¨¢menes internacionales y una tasa de abandono escolar que casi dobla la media europea (24,9%). Lo quieren hacer con una ley que recupera las rev¨¢lidas al final de ESO y bachillerato; con itinerarios distintos durante la etapa obligatoria (dura hasta los 16 a?os); vuelco en las materias ¡°principales¡± ¡ªlas acad¨¦micas ¡®duras¡¯ de toda la vida, seg¨²n algunos especialistas¡ª cuyos contenidos controlar¨¢ m¨¢s el Estado; libertad de elecci¨®n y de ense?anza (es decir, apoyo a la escuela concertada); y especializaci¨®n de centros y autonom¨ªa (la idea es que eso les llevar¨¢ a la competici¨®n y esta, a la mejora). A ello se unen otros puntos pol¨¦micos como que la Religi¨®n (que volver¨¢ a tener materia alternativa sobre valores) contar¨¢ para la nota media y para conseguir becas; el respaldo legar a las subvenciones para los colegios que separan por sexo; y el blindaje de la ense?anza en castellano en Catalu?a.
Pero, en el lado contrario, casi todos los dem¨¢s (la mayor parte de los partidos de la oposici¨®n que han prometido derogar la ley en cuento puedan; la mayor parte de los representantes de padres, profesores y alumnos que ya han hecho dos huelgas generales) consideran que la ley ser¨¢ la puntilla del sistema educativo junto a un recorte de m¨¢s de 6.400 millones de euros desde 2010.
Durante el Pleno de hoy, el ministro Wert ha escuchado impasible llamar a su ley especie de "collage educativo" que no sirve para resolver los problemas (Salvador Sostres, Foro Asturias); proyecto "monstruoso y abominable que no gusta a nadie" (Joan Baldov¨ª, Comprom¨ªs-Equo); "ideolog¨ªa en movimiento" (Pedro Quevedo, Coalici¨®n Canaria); "nacionalcatolicista, reaccionaria y segregacionista" (Joan Tard¨¤, ERC); "un plato que huele a quemado" (Maite Ariztegui, Amaiur); un "dislate jur¨ªdico" (Isabel S¨¢nchez Robles, PNV); "una ley de partido" y no de Estado (Carlos Mart¨ªnez Gorriar¨¢n, UPyD); "antipedag¨®gica, segregadora y economicista" (Caridad Garc¨ªa, IU); norma cuya tramitaci¨®n ha trasladado al mundo "una imagen de charanga y pandereta" (Mart¨ª Barber¨¢, CiU); "una chapuza" contraria "al rigor y al sentido com¨²n" (Mario Bedera PSOE). Ariztegui ha llegado a expresar su rechazo en verso y cantando: "Estamos construyendo en Euskal Herria nuestra propia educaci¨®n y no dejaremos que la LOMCE entre en nuestras aulas", ha entonado.
El ¨²nico apoyo ha sido el de la diputada del PP Mar¨ªa Jes¨²s Moro, que se ha quejado de que las cr¨ªticas que se hacen a la ley no est¨¢n fundamentadas: "Todos apoyamos la educaci¨®n p¨²blica, que es el pilar del sistema, y la mejor forma de hacerlo es apostar por la calidad". Ya despu¨¦s de la votaci¨®n (182 votos a favor, 143 en contra y dos abstenciones), el Wert ha a?adido: "A partir de hoy contamos con un instrumento legislativo nuevo para dotar de m¨¢s autonom¨ªa a los docentes y disponer de un sistema educativo a la altura del que nuestro pa¨ªs se merece", informa Francesco Manetto. Por la ma?ana, el ministro hab¨ªa terminado su intervenci¨®n con una cita b¨ªblica: "Hay un tiempo de destruir y un tiempo de construir", dijo, as¨ª que, una vez aprobada la norma, espera "que haya llegado el de construir". ?
Pero parece poco posible que vaya a haber paz, pues poco antes buena parte de los grupos le han recordado su intenci¨®n de derogar la ley en cuanto puedan, han hablado de denunciarla ante el Tribunal Constitucional, y algunos nacionalistas han amenazado con la insumisi¨®n a la norma. Adem¨¢s, Barber¨¢ ha asegurado que es imposible ponerla en marcha el pr¨®ximo curso (est¨¢ previsto que la norma se desarrolle en tres a?os a partir del que viene) por falta de recursos econ¨®micos y porque no van a estar listos los desarrollos normativos necesarios. Bedera, directamente, ha dicho: "Mi grupo quiere advertir muy seriamente tanto a las comunidades aut¨®nomas como a los centros docentes ya los propios libreros que no desperdicien tiempo y recursos en poner en marcha una ley que est¨¢ muerta antes de llegar al Bolet¨ªn Oficial de Estado". Joan Tard¨¤ le record¨® a Wert la historia de la anterior ley educativa que aprob¨® el PP en 2002 (LOCE), entonces, con el apoyo de Coalici¨®n Canaria: aquella norma no lleg¨® a entrar en vigor, salvo en unos pocos puntos, porque el PSOE la derog¨® cuando lleg¨® al Gobierno en 2004.
La diferencia es que, si se cumplen las previsiones de la LOMCE y el Gobierno del PP agota la legislatura, el hipot¨¦tico cambio de mayor¨ªas llegar¨ªa a finales de 2015, con la norma implantada (incluidos contenidos, cambios de asignaturas, elecciones de materias de itinerarios o nuevos libros de texto) en toda la educaci¨®n primaria, en primero y tercero de ESO y primero de bachiller. Aunque se retrasara un curso entero la puesta en marcha, las elecciones llegar¨ªan con la mitad de la primaria (primero, tercero y quinto) y la de la nueva FP B¨¢sica implantadas. Es decir, que el frenazo supondr¨ªa una buena cantidad de problemas, algo con lo que seguramente cuenta el Ministerio de Educaci¨®n, aunque hay puntos que no ser¨ªa complicado eliminar de forma inmediata, como las rev¨¢lidas, la nueva forma de selecci¨®n de directores, las competencias de los consejos escolares o la importancia de la nota de Religi¨®n para la media. En todo caso, muchos profesores se quejan de la enorme sensaci¨®n de inestabilidad y provisionalidad con la que, les guste m¨¢s o menos, los docentes van a empezar a poner en marcha la reforma el curso pr¨®ximo.
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