Retirar el carn¨¦ antes del delito
Catalu?a plantea quitar el permiso de conducir de forma preventiva a los adictos ?Qui¨¦n vigilar¨¢ la confidencialidad de los datos?
La lucha contra los accidentes de tr¨¢fico ha alcanzado una nueva cota. El director del Servicio Catal¨¢n de Tr¨¢fico, Joan Josep Isern, plante¨® este lunes en una entrevista a Europa Press que las autoridades puedan retirar de forma temporal el permiso de conducir a las personas adictas al alcohol u otras drogas, o que est¨¦n en tratamiento con psicof¨¢rmacos que puedan mermar su capacidad al volante. La medida, seg¨²n Isern, es necesaria para ¡°llegar al a?o 2050 sin muertos¡±. Es evidente que el alcohol y las drogas son un peligro para la seguridad del tr¨¢fico. El 47% de los muertos en accidentes examinados por el Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa en 2012 dieron positivo en las pruebas de alcoholemia, presencia de psicof¨¢rmacos o drogas. El estudio recoge los resultados de los an¨¢lisis toxicol¨®gicos realizados a 832 fallecidos (la mayor¨ªa conductores, tambi¨¦n peatones y acompa?antes).
El porcentaje fue dos puntos mayor que el a?o anterior, que se situ¨® en el 45% de positivos en sangre de las sustancias analizadas. La tendencia est¨¢ al alza desde los ¨²ltimos cinco a?os: en 2008 era del 40% y en 2010, del 42%. Etre los que dieron positivo, el 74% hab¨ªa ingerido alcohol, frente al 26% que presentaba restos de consumo de drogas o el 28% que hab¨ªa consumido psicof¨¢rmacos. Tanto el consumo de alcohol como el de psicof¨¢rmacos entre los fallecidos fue mayor que en a?o anteriores. La ingesta de drogas, sin embargo, present¨® valores m¨¢s bajos.
Casi la mitad de las muertes en accidente de tr¨¢fico dieron positivo en 2012
A esos datos se agarr¨® Insern cuando lanz¨® la propuesta a la agencia de noticias. ¡°No puedes tener un problema grave de dependencia al alcohol, drogas o un tratamiento m¨¦dico y poder conducir¡±, declar¨® el director del SCT. El organismo responsable del tr¨¢fico en Catalu?a, sin embargo, declin¨® concretar m¨¢s la iniciativa a pesar de las reiteradas peticiones de este diario.
Isern pidi¨® la colaboraci¨®n de los fiscales y dio por hecho que de aplicarse una medida de este estilo, deber¨ªa hacerse ¡°en colaboraci¨®n¡± con el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalu?a. Salud defendi¨® este lunes su ¡°total respeto a la confidencialidad de los pacientes¡±. Pese a subrayar su disposici¨®n a colaborar con Tr¨¢fico, el departamento precis¨® que ¡°habr¨ªa que estudiar bien¡± c¨®mo se articular¨ªa la retirada del carn¨¦ a estas personas sin vulnerar la confidencialidad de sus datos.
Aunque los expertos en seguridad vial no dudan de la lacra que supone el consumo de alcohol y drogas para la circulaci¨®n, la propuesta de la autoridad vial catalana despert¨® las cr¨ªticas de m¨¦dicos, entre otras razones por la ¡°estigmatizaci¨®n¡± que puede suponer para los pacientes. Los expertos tambi¨¦n ponen en duda su efectividad e incidieron en los problemas que acarrear¨ªa para garantizar la confidencialidad de una informaci¨®n muy sensible.
Tampoco los juristas lo ven claro. ¡°El derecho castiga las conductas, no las formas de ser¡±, critica la abogada Olga Tubau. Retirar el carn¨¦ a una persona que no ha cometido ning¨²n delito podr¨ªa ser incluso ¡°anticonstitucional¡±. ¡°Como m¨ªnimo, habr¨ªa que demostrar que esa persona est¨¢ poniendo en riesgo la seguridad vial¡±. ¡°Ser¨ªa una sanci¨®n injusta y arbitraria, porque no est¨¢ vinculada con una conducta peligrosa concreta¡±, dice la letrada.
La propuesta de Isern ¡°confunde la adicci¨®n con la intoxicaci¨®n¡±, mantiene Antoni Gual, jefe de la Unidad de Adicciones del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona. El m¨¦dico est¨¢ de acuerdo en que la ley persiga a las personas que ¡°conducen intoxicadas¡±, pero estos no son necesariamente los adictos. Una cosa es beber un fin de semana y causar un accidente y otra muy distinta es tener un problema de adicci¨®n persistente.
¡°El derecho castiga las conductas, no las formas de ser¡±, afirma una letrada
Adem¨¢s, es posible que los adictos que han reconocido su problema est¨¦n m¨¢s concienciados y, por ejemplo, decidan no salir con el coche cuando han bebido. De ser as¨ª, esto restar¨ªa gran efectividad al planteamiento, ya que retirarles el carn¨¦ no servir¨ªa para reducir la siniestralidad. ¡°Incluso un adicto solo es un peligro para la seguridad p¨²blica cuando est¨¢ intoxicado¡±, contin¨²a el m¨¦dico, que opina que el planteamiento de Isern es ¡°una barbaridad¡±.
Otra cr¨ªtica a la propuesta es que esta supondr¨ªa penalizar a las personas que sufren una adicci¨®n y deciden hacer algo para ponerle remedio. Seg¨²n Gual, los servicios de Atenci¨®n Primaria logran identificar a cerca de un tercio de los alcoh¨®licos, lo que da idea de las dificultades que tienen los profesionales para llegar a estas personas. Si un adicto a las drogas o al alcohol tarda de media 10 a?os en acudir en busca de ayuda, ?ir¨¢ si sabe que corre el riesgo de perder el carn¨¦ de conducir?
A pesar del revuelo que ha generado la iniciativa, no es la primera vez que las autoridades hacen un planteamiento similar. De hecho, la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT) inst¨® este a?o a los m¨¦dicos a poner en conocimiento de las Jefaturas Centrales si un paciente con una enfermedad transitoria o permanente o por estar tomando una medicaci¨®n no puede conducir.
El mecanismo lo impuls¨® la Fiscal¨ªa de Seguridad Vial en 2010 a trav¨¦s de un protocolo seg¨²n el cual cuando los m¨¦dicos tuvieran conocimiento de que alguno de sus pacientes pudiera cometer un delito y, en caso de fallar todo lo dem¨¢s, pudieran ponerlo en concocimiento de las autoridades administrativas y judiciales correspondientes. La directora general de Tr¨¢fico, Mar¨ªa Segu¨ª, reconoci¨® en marzo que se trata de una posibilidad ¡°poco conocida por los m¨¦dicos¡±, tal y como recogi¨® entonces este diario.
Por ello, Segu¨ª se reuni¨® con distintos colectivos para mejorar el proceso de comunicaci¨®n e ¡°involucrarles¡± en la seguridad vial. Pero aunque existe la ¡°posibilidad¡± de comunicar que un determinado paciente sufre alguna dolencia que pueda afectar su capacidad para conducir, como un ictus, la epilepsia, el sufrir continuos mareos o p¨¦rdidas de consciencia, no hay un protocolo ¡°sistematizado¡± ni existen ¡°instrucciones claras¡± a seguir, explicaron tres m¨¦dicos de grandes hospitales de Madrid y Barcelona.
Algunos profesionales se han mostrado a favor de este planteamiento. Es el caso del Colegio Oficial de M¨¦dicos de Barcelona (COMB), que ya en 2009 elabor¨® un informe sobre ¡°aspectos m¨¦dicos relacionados con la conducci¨®n de veh¨ªculos¡±. Su presidente, Josep Arimany, cree que poner a disposici¨®n de la Administraci¨®n los datos de salud de adictos y consumidores de psicof¨¢rmacos es un ¡°paso que hay quedar¡±, aunque ¡°con todas las garant¨ªas¡±.
Los m¨¦dicos temen que la amenaza haga que menos adictos pidan ayuda
En ese informe, el COMB plante¨® el papel del m¨¦dico como ¡°prescriptor de seguridad vial¡±. El m¨¦dico ¡°deber¨¢ evaluar las circunstancias, y constatar la existencia de un riesgo real, inminente y actual que ponga en peligro al paciente o a terceras personas¡±, dice ese informe. Si, una vez dialogado con ¨¦l y con su familia, este no act¨²a ¡°conforme a las recomendaciones que se realicen¡±, entonces ¡°se podr¨¢ revelar el secreto profesional para evitar un mal que pueda ser irreparable¡±. Seg¨²n Arimany, la que debe garantizar que la informaci¨®n del paciente es confidencial y no se utiliza para otros fines es la propia Administraci¨®n.
Esto, sin embargo, despierta muchas dudas entre los expertos en protecci¨®n de datos. A Paloma Llaneza, abogada y experta en el tema, la propuesta de ¡°saltarse el secreto m¨¦dico para proporcionar la informaci¨®n a la Generalitat¡± le parece ¡°muy grave¡±. ¡°Una medida como esta tiene que respetar siempre los principios de pertinencia y proporcionalidad¡±, asevera Llaneza. ¡°No se puede vulnerar el derecho a la intimidad de las personas si existen otras medidas menos lesivas¡±, argumenta.
La DGT ya inst¨® a los facultativos a decir qu¨¦ pacientes no deber¨ªan conducir
La abogada se refiere a las sanciones que ya prev¨¦ la ley y las que contemplar¨¢ la nueva Ley de Seguridad Vial, para la que CiU presentar¨¢ una enmienda en la misma l¨ªnea de la propuesta de Isern, inform¨® TV3. Entre otras medidas, esta norma castigar¨¢ ¡°la mera presencia de drogas en el organismo del conductor¡± con una multa de mil euros y la detracci¨®n de seis puntos del carn¨¦. En la norma anterior era necesario demostrar la influencia de las drogas en la conducci¨®n para imponer la multa, que era de 500 euros, y restar los puntos.
Otro problema que ve Llaneza es el ¡°agravio¡± que una medida como esta podr¨ªa suponer para los conductores catalanes con respecto a los del resto de Espa?a. ¡°?Los catalanes estar¨¢n sometidos a una normativa m¨¢s estricta?¡±, se pregunt¨® la abogada. Consultada por este diario, la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT) mantuvo este lunes que cualquier medida de este tipo deber¨ªa tomarse en el conjunto de Espa?a, ya que Catalu?a solo tiene competencias para ordenar la circulaci¨®n y poner multas, pero no para otorgar o retirar permisos de conducir.
Si castigar a los adictos genera pol¨¦mica, hacerlo con los consumidores de f¨¢rmacos presenta todav¨ªa m¨¢s problemas. Para empezar, ¡°al menos un 20% de la poblaci¨®n consume este tipo de medicamentos¡±, explic¨® Enric ?lvarez, jefe de Psiquiatr¨ªa del Hospital de Sant Pau de Barcelona. Seg¨²n ?lvarez, no est¨¢ demostrado que muchos psicof¨¢rmacos produzcan efectos secundarios que afecten a la conducci¨®n. ¡°Los estudios que se han hecho concluyen que en el caso de los antidepresivos, no¡±, afirm¨® el m¨¦dico. En el caso de los medicamentos antipsic¨®ticos ¡°no hay tampoco evidencia cient¨ªfica¡±. S¨ª la hay con las benzodiazepinas, pero ni siquiera en este caso ?lvarez lo ve claro. ¡°?Vamos a retirar el carn¨¦ a una persona que sufre ansiedad y est¨¢ medicada en dosis bajas?¡±, se pregunta el m¨¦dico, que insiste en que cualquier propuesta debe estar basada en una revisi¨®n a fondo de la literatura cient¨ªfica.
¡°El problema no son los psicof¨¢rmacos sino, en todo caso, las enfermedades que est¨¢n detr¨¢s¡±, argument¨® ?lvarez. El reglamento de conductores establece limitaciones relacionadas con la vista, el o¨ªdo, el sistema locomotor o cardiovascular y el consumo de alcohol y drogas a la hora de conceder o renovar el carn¨¦ de conducir, pero no entra en c¨®mo retirarlo en los casos citados por Isern.
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