La Justicia da la semilibertad al preso que perdi¨® el m¨®vil y acab¨® en prisi¨®n

Fernando Enrique Mu?oz, de 22 a?os, ha ganado una batalla, pero no la guerra. El preso alicantino fue condenado a 10 a?os y medio de c¨¢rcel por varios robos con violencia, pero los reclusos que fueron juzgados junto a ¨¦l como sus compinches niegan su culpabilidad y el director de la prisi¨®n en la que est¨¢ internado tambi¨¦n lo cree inocente. Por todo ello, Mu?oz acaba de obtener el tercer grado, tan solo dos a?os despu¨¦s de entrar en la c¨¢rcel. La Audiencia de Alicante le ha concedido el r¨¦gimen abierto al apreciar, entre otras consideraciones, las valoraciones del director de la c¨¢rcel de Villena, que asegur¨® que el recluso no encaja en el perfil de los delitos que se le achacan, ni tiene ninguna relaci¨®n con los que fueron condenados junto a ¨¦l como miembros de la misma banda.

Su tel¨¦fono m¨®vil apareci¨® entre los objetos sustra¨ªdos por una banda

Desde su detenci¨®n, en 2010, Fernando sostiene que no tuvo nada que ver con esos robos. La principal prueba contra ¨¦l fue la aparici¨®n de su tel¨¦fono m¨®vil entre varios de los enseres robados y despu¨¦s abandonados por una banda de atracadores. La polic¨ªa y varias de las v¨ªctimas lo se?alaron despu¨¦s como uno de los autores y fue condenado.

?l mantiene que perdi¨® o le robaron el m¨®vil la v¨ªspera de los atracos por los que le sentenciaron. Cuatro a?os largos despu¨¦s de su comisi¨®n, el pasado junio, el recluso consigui¨® un documento de su compa?¨ªa de tel¨¦fonos (Orange) que, seg¨²n su criterio, demostraba que hab¨ªa denunciado la desaparici¨®n de su m¨®vil un d¨ªa antes de que se cometieran los cr¨ªmenes. Pero el Tribunal Supremo asegur¨® el pasado 28 de noviembre que no era prueba suficiente para desvirtuar su condena.

Los investigadores creyeron que era el celular de uno de los atracadores

La resoluci¨®n de la Audiencia de Alicante que ahora lo deja en semilibertad tiene en cuenta ¡°la excepcionalidad¡± de la valoraci¨®n del director de la prisi¨®n de Villena, Feliciano Crelgo, con ¡°m¨¢s de 30 a?os de ejercicio¡± y que fue verificada ante el juez. En su declaraci¨®n, recogida en la resoluci¨®n, Crelgo asegur¨® que Fernando es un interno ¡°con un perfil personal que no encaja en el tipo delincuencial de los delitos por los que ha sido condenado ni parece que tenga relaci¨®n personal de tipo alguno con ese entorno ni con los otros condenados¡±. Esa afirmaci¨®n junto con el hecho de que el preso haya pagado los 18.000 euros de indemnizaci¨®n que se le impusieron para resarcir a las v¨ªctimas, ¡°el indudable apoyo familiar con el que cuenta¡± y la oferta que tiene para volver a trabajar en un taller, son los argumentos a los que recurre el tribunal para darle el r¨¦gimen abierto.

Tras la condena, Crelgo, el director de la prisi¨®n, inici¨® una investigaci¨®n por su cuenta ante la sospecha de que Fernando hubiera sido injustamente encarcelado. Habl¨® con la persona que fue condenada junto a ¨¦l por los robos, Israel Torres, y este le dijo que tanto Fernando como otro sentenciado no hab¨ªan participado en los hechos y que a Fernando no lo conoc¨ªa de nada. As¨ª lo declar¨® el propio Crelgo en el Juzgado de Instrucci¨®n 6 de Alicante, ante cuyo titular asegur¨® que no era habitual que hiciera gestiones de este tipo: ¡°En 33 a?os que llevo trabajando, es la primera vez que pienso que un penado no ha participado en los hechos por los que se le conden¨®¡±, dijo.

Sus supuestos compinches aseguran que no lo conocen de nada

Otro preso que no fue condenado por esos delitos tambi¨¦n envi¨® una carta al juzgado que conden¨® a Fernando y a Israel, su supuesto c¨®mplice, en la que dec¨ªa: ¡°Juan de Dios D¨ªaz Moreno [otro de los sentenciados] y Fernando Enrique Mu?oz, fueron injustamente condenados (...) al haberse equivocado la testigo en el reconocimiento que efectu¨®¡±. Despu¨¦s a?ad¨ªa que el delito lo hab¨ªa cometido ¨¦l mismo junto con Israel Torres, sentenciado junto a Fernando, y otro preso que no fue juzgado por esos hechos, Jos¨¦ Manuel Cort¨¦s, que tambi¨¦n se dirigi¨® al juzgado para asegurar que Fernando y Juan de Dios eran inocentes.

Fernando asegura que, la v¨ªspera de que se cometieran los atracos, el 19 de febrero de 2009, llam¨® a Orange para denunciar la p¨¦rdida de su m¨®vil y bloquearlo. El tel¨¦fono hab¨ªa desaparecido de su bolsillo la noche anterior, durante la celebraci¨®n de su cumplea?os. Dos d¨ªas despu¨¦s, el 21 de febrero, la polic¨ªa de Elda (Alicante) se lo devolvi¨® a su padre. Hab¨ªa aparecido entre algunos objetos robados esa madrugada por una banda que embest¨ªa los coches de sus v¨ªctimas con otro coche robado para desvalijarlas cuando bajaban a comprobar los da?os. El hallazgo se volvi¨® contra ¨¦l al asegurar varias v¨ªctimas que Fernando estaba entre los asaltantes.

El Tribunal Supremo se neg¨® recientemente a revisar su condena

El recluso abandonar¨¢ la prisi¨®n de Villena el viernes para ser trasladado a Fontcalent. De este ¨²ltimo centro podr¨¢ salir todos los fines de semana y, en cuanto se incorpore a su trabajo, ser¨¢ controlado ¨²nicamente por v¨ªa telem¨¢tica, es decir, con una pulsera que indicar¨¢ su localizaci¨®n. Desde ese momento podr¨¢ dormir cada d¨ªa en su casa.

Su abogado, Santiago Talavera, no ocultaba ayer su satisfacci¨®n. ¡°Es una victoria parcial porque no hemos conseguido revisar su condena. Pero lo m¨¢s importante era sacar al chico de prisi¨®n¡±, asegur¨® el letrado. ¡°Pase lo que pase hemos acabado con una injusticia, aunque nos queda el mal sabor de boca de no haberlo exculpado. Ahora que est¨¢ fuera tendremos la tranquilidad y el tiempo para lograrlo¡±, concluy¨®.