Adopte y regale un tibur¨®n o una tortuga en Navidad o Reyes Magos
Los animales son marcados con transmisores satelitales para seguir sus movimientos migratorios en el Oc¨¦ano Pac¨ªfico
?Cu¨¢l puede ser un regalo original para Nochebuena, Navidad o el d¨ªa de Reyes Magos? ?Por qu¨¦ no adoptar y regalar¡ªpor v¨ªa virtual¡ªuna tortuga o un tibur¨®n a los que nunca se conocer¨¢ y solo se les seguir¨¢ el rastro, desde cualquier parte del mundo, mediante un transmisor por sat¨¦lite, pero como un mecanismo para protegerlos y defenderlos de los depredadores humanos, y ayudar a conservar las especies marinas?
Con tarifas que oscilan entre 50 y 4.000 d¨®lares, una persona, una familia, un grupo de amigos, un centro educativo o cualquier empresa e instituci¨®n p¨²blica o privada, costarricenses o del exterior, podr¨¢ acceder diferentes modalidades de ¡°adopci¨®n¡± de una tortuga o de un tibur¨®n en Costa Rica, bautizarlos a su gusto.
?Para qu¨¦? La idea es integrarse a la lucha cient¨ªfica y tecnol¨®gica en aguas costarricenses sobre el Oc¨¦ano Pac¨ªfico¡ªya sea en la famosa isla del Coco o cerca del litoral¡ªpara tratar de proteger a ambas especies de las constantes amenazas de un implacable peligro: flotas pesqueras de Costa Rica y de Asia dedicadas a cazar tiburones para quitarles las aletas o a la pesca de at¨²n, camar¨®n y otras especies marinas con t¨¦cnicas de arrastre que aprisionan a las tortugas.
La mayor mortalidad de tortugas se produce por los m¨¦todos utilizados por las flotas costarricenses, chinas, japonesas, coreanas, taiwanesas y de otras naciones asi¨¢ticas. La cifra anual de tortugas atrapadas en redes en todo el mundo supera las 250.000 y en aguas de Costa Rica sobrepasa las 15.000, seg¨²n el Programa de Restauraci¨®n de Tortugas Marinas (Pretoma), asociaci¨®n costarricense no estatal que lanz¨® el plan de adopciones.
De 6.000 a 9.000 toneladas m¨¦tricas de fauna acompa?ante¡ªcasi el 95% de la captura total¡ªson descartadas de las redes de arrastre en Costa Rica, asegur¨® Pretoma, que integra la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN) y la Sociedad Mundial Para la Protecci¨®n Animal (WSPA).
Como un manjar que es en Asia, las flotas pesqueras asi¨¢ticas y costarricenses capturan a los tiburones, les cortan o desprenden la aleta y, mutilados, les devuelven al mar, en una masiva depredaci¨®n. Costa Rica es el sexto exportador mundial de aletas de tibur¨®n, con 327 toneladas anuales.
¡°Si la aleta de un tibur¨®n adulto pesa cerca de un kilo, quiere decir que se matan 327.000 tiburones cada a?o y aunque es un negocio legal, hay un comercio ilegal de pescadores costarricenses que venden aletas a flotas extranjeras¡±, dijo el costarricense R¨¢ndall Arauz, presidente de Pretoma.
Seguimiento
Las campa?as para adoptar una tortuga o un tibur¨®n buscan financiar la marca de esas especies con transmisores satelitales para estudiar sus movimientos migratorios y las amenazas y recopilar as¨ª conocimiento para su conservaci¨®n. El transmisor reporta posici¨®n geogr¨¢fica, temperatura acu¨¢tica y profundidad a la que descendi¨® cada animal, en una comunicaci¨®n que puede prolongarse de seis hasta doce meses, ya que el instrumento se deteriora al estar expuesto a situaciones naturales hostiles.
Pretoma inform¨® de que cada transmisor vale entre 3.500 y 4.000 d¨®lares y se les adhiere con un pegamento especial que tampoco provoca ning¨²n da?o al animal. ¡°Es como un Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y nos da una informaci¨®n muy rica para promover acciones de manejo y conservaci¨®n de la especie y dar recomendaciones a las autoridades¡±, narr¨® Arauz.
Los precios son variados y por 50 d¨®lares se puede adoptar una tortuga a la que, en su proceso de anidaci¨®n en playas costarricenses, se le puso una marca met¨¢lica. Por 500 d¨®lares se accede a una tortuga o a un tibur¨®n con transmisor ¨²nicamente ac¨²stico y por 2.000 a 4.000 con transmisor satelital, seg¨²n Arauz.?
Con un pegamento especial que no da?a a las tortugas, que en su mayor¨ªa son carey y verde, bi¨®logos marinos las capturan y les colocan los transmisores en alta mar y las devuelven a su ambiente natural, en operativos desplegados en aguas ribere?as o en la isla del Coco, de soberan¨ªa costarricense, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad en 1997 y ubicada a unos 525 kil¨®metros de suelo continental de Costa Rica.
El marcaje de tiburones, de la especie martillo, con sistemas ac¨²sticos es con un arp¨®n de punta modificada que solo penetra la piel y engancha el trasmisor.?
Beneficios
Al adoptar y bautizar a una tortuga, se suministra un enlace de Internet para darle seguimiento en vivo, ya sea en playas de anidaci¨®n, en la isla o en refugios nacionales, adem¨¢s de una fotograf¨ªa enmarcada y un collar artesanal en forma de quelonio. El proceso incluye un certificado de adopci¨®n con los datos del animal y el acceso a charlas cient¨ªficas sobre el estado de estas poblaciones marinas. Si se adopta y bautiza un tibur¨®n, se entrega un certificado de reconocimiento, informes sobre el desaleteo y el enlace para seguirlo por sat¨¦lite.
Los transmisores est¨¢n enviando informaci¨®n a Argos, firma basada en Francia y Estados Unidos que opera una red de sat¨¦lites desde hace m¨¢s de 20 a?os y recoge, procesa y distribuye datos medioambientales de plataformas fijas y m¨®viles por todo el planeta.
Arauz aclar¨® que si una tortuga que porta un transmisor es capturada en redes de pesca de arrastre, solo podr¨¢ sobrevivir de 30 a 40 minutos sin respirar y su muerte es casi segura, porque quedan atrapadas entre otras especies marinas. "En ocasiones, el mecanismo permite detectar que el animal dej¨® de sumergirse y abrir sospechas de que est¨¢ retenido o muerto en un buque. Una vez en un barco pesquero en el muelle de Puntarenas (puerto costarricense del Pac¨ªfico central) encontramos una tortuga muerta pero con el transmisor todav¨ªa funcionando¡±, record¨®.
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