El a?o que Estados Unidos igual¨® los matrimonios gais con los heterosexuales
El Tribunal Supremo dict¨® en junio dos sentencias hist¨®ricas que dieron un espaldarazo a la lucha por los derechos de los homosexuales Nueve Estados aprobaron estas uniones en 2013
Estados Unidos dio en 2013 un paso de gigante hacia la igualdad de derechos de los homosexuales. El Tribunal Supremo firm¨® en el mes de junio dos sentencias que suponen un avance hist¨®rico en la carrera de fondo que libra el activismo gay desde sus or¨ªgenes a finales de los a?os 60. La lucha por la igualdad da muestras de no tener marcha atr¨¢s y avanza imparable a lo largo y ancho del pa¨ªs. A finales de 2012 el matrimonio entre personas del mismo sexo era legal en nueve Estados y el Distrito de Columbia y doce meses despu¨¦s la lista suma ya 18 (Illinois, que tambi¨¦n aprob¨® la ley este a?o, ser¨¢ el 19 cuando entre en vigor en junio de 2014).
La mayor instancia judicial de EE UU asest¨® un duro golpe a los defensores del matrimonio como la uni¨®n entre un hombre y una mujer y su resoluci¨®n fue aplaudida por el presidente, Barack Obama, que fue rotundo al calificar de "victoria" las sentencias. En la ¨²ltima d¨¦cada el debate sobre la plena legalizaci¨®n de derechos ha dado un giro de 180 grados. La voz minoritaria ya no es la que exige derechos sino la que trata de frenar su avance. Hoy el 55% de la sociedad norteamericana est¨¢ a favor de las uniones homosexuales, 15 puntos m¨¢s que en 2004.
El Tribunal Supremo resolvi¨® en junio la demanda de Edith Windsor contra la DOMA, la ley federal aprobada en 1996 durante el mandato de Bill Clinton que limita el matrimonio a la uni¨®n entre un hombre y una mujer. La norma imped¨ªa a las parejas homosexuales legalmente casadas disfrutar de los mismos derechos que las parejas heterosexuales en materia de impuestos o de beneficios de seguros sanitarios, entre otras cosas. Edith Windsor, de 83 a?os, tuvo que pagar unos 300.000 d¨®lares por la herencia de su esposa, con la que convivi¨® 44 a?os, mientras que si su pareja hubiera sido un hombre no le habr¨ªa costado nada.
Los Estados de California, Nueva Jersey, Nuevo M¨¦xico y Utah se han visto obligados judicialmente a permitir estas uniones
El alto tribunal, aunque con un ajustado resultado de cinco magistrados a favor contra cuatro, resolvi¨® que la DOMA "viola la Quinta Enmienda de la Constituci¨®n al hacer unos matrimonios m¨¢s respetados que otros". El mismo Bill Clinton hab¨ªa pedido meses antes un fallo a favor de la inconstitucionalidad de su propia ley. La sentencia del Supremo fue recibida con una inmensa alegr¨ªa no solo por la comunidad homosexual, sino por buena parte de la sociedad. La resoluci¨®n, no obstante, no abarca la totalidad de la ley, ya que en este caso los jueces solo deb¨ªan pronunciarse sobre la desigualdad de derechos. A¨²n est¨¢ en vigor la parte que deja libertad a los Estados en los que no se permite el matrimonio gay a no reconocer a las parejas casadas en otros lugares donde s¨ª es legal.
La segunda gran derrota de los defensores del llamado matrimonio tradicional fue la sentencia del tribunal contra la Proposici¨®n 8 de California, ley que prohib¨ªa el matrimonio gay en el Estado pese a haber sido aprobado con anterioridad. California se convirti¨® en 2008 en el segundo Estado en permitir estas uniones, pero en solo unos meses y tras casar a unas 18.000 parejas un refer¨¦ndum tumb¨® la ley. Dos parejas llevaron el caso a los tribunales y el Supremo les ha acabado dando la raz¨®n.
La Justicia est¨¢ jugando un papel fundamental en la causa de la igualdad de derechos. El matrimonio homosexual se abre camino de maneras muy diversas en los distintos Estados en los que los gais disfrutan de este derecho, pero cada vez es m¨¢s crucial el papel de los jueces. Adem¨¢s de California, este a?o los Estados de Nueva Jersey, Nuevo M¨¦xico y Utah se han visto obligados judicialmente a poner en vigor leyes previamente aprobadas que acabaron derogadas por las autoridades o en un limbo gracias a resquicios legales que las dejaron en papel mojado. Este a?o, tambi¨¦n se aprobaron leyes a favor de las uniones gais en los Estados de Delaware, Rhode Island, Minessota y Hawai, todos ellos en la segunda mitad del a?o y tras la decisi¨®n del Supremo.
La lucha que comenz¨® hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas en el comienzo del verano de 1969 ha cogido impulso. Aquel mes de junio de finales de los 60, en el barrio neoyorquino de Greenwich Village, homosexuales, lesbianas, transexuales o drag queens se divert¨ªan en el pub Stonewall Inn hasta que una noche la polic¨ªa irrumpi¨® en el local. La redada se transform¨® en seis d¨ªas de protestas in¨¦ditas en la calle, a las que fue sumando gente. Fue la semilla del llamado movimiento LGTB.
El mapa que el matrimonio gay dibuja ahora en EE UU ampl¨ªa sus fronteras de una forma que parece ya imparable. Actualmente hay 31 Estados en los que no es legal pero el ritmo de los ¨²ltimos dos a?os es una prueba de que sus reivindicaciones ya han traspasado la barrera LGTB para ser interiorizadas por la mayor¨ªa de la sociedad estadounidense, que ven en la consecuci¨®n de sus derechos el camino hacia una sociedad m¨¢s igualitaria.
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