Clientes para el cannabis uruguayo

La legalizaci¨®n de la marihuana en Uruguay es un experimento ante pol¨ªticas represivas que han fracasado. Supone riesgos y tambi¨¦n oportunidades, algunas incluso inesperadas. Dos semanas despu¨¦s de que el presidente Jos¨¦ Mujica promulgara la ley que permite y regula la producci¨®n y el consumo a uruguayos y extranjeros residentes en este pa¨ªs, el Gobierno y laboratorios de Canad¨¢ y otras farmac¨¦uticas de Chile e Israel han iniciado contactos con las autoridades de Montevideo para conocer qu¨¦ posibilidad habr¨¢ de comprarles marihuana, seg¨²n public¨® este lunes el peri¨®dico El Observador. La norma no preve¨ªa nada al respecto de la exportaci¨®n de cannabis, ni la permit¨ªa ni la prohib¨ªa.

El peri¨®dico uruguayo cont¨® que empresarios canadienses se han comunicado con pol¨ªticos y organizaciones no gubernamentales del pa¨ªs sudamericano para presentarles proyectos para adquirir marihuana. La ley establece que los usuarios podr¨¢n tener sus cultivos personales, hasta seis plantas con una cosecha m¨¢xima de 480 gramos anuales, o en plantaciones de clubes de 15 a 45 socios y con hasta 99 plantas. El Estado autorizar¨¢ a agricultores para la producci¨®n y posterior venta a precio regulado, as¨ª como tambi¨¦n los cultivos con fines cient¨ªficos y medicinales.

El mayor laboratorio de cannabinol se plantea instalarse en el pa¨ªs

Canad¨¢ est¨¢ interesada porque hay 26.000 personas en su territorio con autorizaci¨®n m¨¦dica para consumir cannabis como terapia contra el dolor. Pagan 3,66 euros por gramo. En Uruguay, el Gobierno progresista pretende que la marihuana legal se venda al mismo precio que la que ofrece el narcotr¨¢fico, es decir, a 0,73 euros por gramo. Los consumidores en este pa¨ªs podr¨¢n adquirir hasta 40 gramos por mes. Esto a¨²n no rige en la actualidad porque, pese a que la ley ha sido sancionada por el Parlamento el 10 de diciembre y promulgada el 24 por el Ejecutivo, a partir de ese d¨ªa se inici¨® un periodo de cuatro meses para reglamentarla.

Como en Canad¨¢ est¨¢ prohibida la producci¨®n de marihuana, la importa de Holanda. Pero este pa¨ªs europeo carece de la capacidad de fabricaci¨®n suficiente para abastecer las necesidades canadienses. De ah¨ª el inter¨¦s por proveerse tambi¨¦n en Uruguay.

¡°Es verdad que nos han consultado para instalarse en Uruguay, lo que implica un gran desaf¨ªo¡±, se entusiasm¨® el prosecretario de la Presidencia uruguaya, Diego C¨¢nepa, en di¨¢logo con El Observador. ¡°Es muy importante por todo lo que significa. Si bien no era un objetivo de la ley, Uruguay se transforma en un polo de biotecnolog¨ªa. Es un ¨¢rea de enorme competencia que est¨¢ en pleno desarrollo. Hasta hace un tiempo, la marihuana medicinal solo se pensaba como analg¨¦sica, pero ahora se est¨¢ estudiando que algunos derivados puedan ser medicamentos¡±, coment¨® C¨¢nepa. Por ejemplo, el laboratorio brit¨¢nico GV elabora con cannabis el f¨¢rmaco Sativex para los enfermos de esclerosis m¨²ltiple y de epilepsia infantil. Pero el director de Servicios Agr¨ªcolas del Ministerio de Ganader¨ªa e integrante de la comisi¨®n que trabaja en la reglamentaci¨®n de la ley, Inocencio Bertoni, dijo que de momento el Estado uruguayo est¨¢ concentrado en la regulaci¨®n del mercado interno.

El Gobierno quiere
mplear en los cultivos a
sectores desfavorecidos

Activistas y empresarios uruguayos tambi¨¦n quieren fabricar medicamentos como el Sativex en su territorio. Por lo pronto, el 29 de diciembre se form¨® la Federaci¨®n Nacional de Cannabicultores de Uruguay para integrar a los que quieran producir marihuana para fines personales, para la venta autorizada en farmacias o para la elaboraci¨®n de remedios. El nuevo colectivo, cuyos integrantes ven¨ªan abogando a t¨ªtulo individual por la ley finalmente aprobada, ahora buscar¨¢ participar del debate sobre la reglamentaci¨®n. La federaci¨®n reclama que se d¨¦ espacio a los peque?os agricultores y que las plantaciones contraten como empleados a grupos sociales considerados vulnerables, como transexuales, madres solteras y recicladores de residuos, seg¨²n ha explicado una de sus integrantes.

El consumo de marihuana ya estaba permitido en Uruguay desde hace d¨¦cadas, pero no el cultivo ni la comercializaci¨®n. Sin embargo, la aprobaci¨®n de la ley llev¨® a que turistas argentinos, que por esta ¨¦poca del a?o suelen llenar en parte las playas del lujoso balneario de Punta del Este, fumen ahora sin inhibiciones porros en la arena, en fiestas y en restaurantes, seg¨²n relat¨® el peri¨®dico La Naci¨®n, de Buenos Aires. Incluso varios de ellos han ido a las farmacias a consultar si ya vend¨ªan marihuana, pero los comerciantes les respondieron que solo lo har¨¢n cuando se reglamente la norma y que no estar¨¢ permitido ofrecerla a extranjeros no residentes.