El preferido de Taranc¨®n
Muy rara vez se concede el t¨ªtulo de Pr¨ªncipe de la Iglesia a personas de edad tan avanzada como la del arzobispo Fernando Sebasti¨¢n, que cumpli¨® 85 a?os hace un mes
En el catolicismo contempor¨¢neo, muy rara vez, y solo en honor de grandes pensadores, se concede el t¨ªtulo de Pr¨ªncipe de la Iglesia a personas de edad tan avanzada como la del arzobispo Fernando Sebasti¨¢n, que cumpli¨® 85 a?os hace un mes. Hace siglos que los papas no hacen cardenales a sobrinos de 15 a?os o a ancianos cuyo ¨²nico servicio a la Iglesia era la posesi¨®n de abultadas carteras. Cardenal viene del lat¨ªn cardo o bisagra, es decir, un punto de apoyo, un gozne. Son las bisagras que facilitan el funcionamiento del edificio clerical en torno a su m¨¢ximo dirigente, el Papa. Su elecci¨®n es siempre un aviso de futuro.
"La sucesi¨®n de Rouco no se va a maquinar en Espa?a, sino a la manera de Francisco. Habr¨¢ sorpresas"
Precedentes sublimes al de Fernando Sebasti¨¢n fueron los de los te¨®logos Yves Congar (franc¨¦s, nombrado a los 90 a?os) y Hans Urs von Balthasar (suizo, a los 83), distinguidos a punto de morir (el segundo, falleci¨® dos d¨ªas antes de tomar posesi¨®n), ambos despu¨¦s de haber sido perseguidos o ninguneados por los inquisidores de antes del Concilio Vaticanos II. El precedente desgraciado sucedi¨® con el tambi¨¦n te¨®logo Karl Rahner, alem¨¢n, el m¨¢s influyente en aquel concilio, que falleci¨® sin ese t¨ªtulo (en 1984, a los 80), y quiz¨¢s se repita con Hans K¨¹ng, cuyo prestigio y autoridad intelectual y doctrinal no para de crecer. Ha cumplido 85 a?os. El esp¨ªritu aperturista y reconciliador de Francisco ser¨¢ juzgado por c¨®mo afronte las relaciones con este gran te¨®logo suizo-alem¨¢n, torpemente perseguido por Ratzinger. En Espa?a, que no se distingue en el ¨²ltimo siglo por tener grandes pensadores afines a Roma, el precedente ocurri¨® en 2010 con Estepa Llaurens, cardenal cuando ya ten¨ªa 84 a?os. Fue vicario castrense en un Ej¨¦rcito resistente, como la Iglesia cat¨®lica local, a los cambios democratizadores.
As¨ª que Sebasti¨¢n ya es cardenal, el ¨²nico espa?ol entre los 19 nombrados ayer por Francisco. Es rid¨ªcula cosecha si se atiene uno a las cifras. Pese a creer la caverna que Espa?a sigue siendo una reserva cat¨®lica, ahora solo hay dos cardenales en activo, cumplidos los dos con creces la edad de jubilaci¨®n: el de Madrid, Rouco, de 77 a?os, y el de Barcelona, Sistach, de 76. El resto, hasta 10, son em¨¦ritos, de los que cinco han superado la edad de votar en c¨®nclave (80 a?os). La media de edad supera los 82.
Fernando Sebasti¨¢n fue el te¨®logo preferido del mitificado cardenal Taranc¨®n. As¨ª lo declar¨® este en ocasi¨®n se?alada. El elogio marc¨® a la baja una carrera llamada a grandes misiones. La en¨¦rgica restauraci¨®n impuesta por Juan Pablo II releg¨® a Sebasti¨¢n a puestos de segund¨®n, que ejerci¨® en la Conferencia Episcopal con elegancia y brillantez. A ¨¦l se deben algunos de los mejores documentos episcopales de estos a?os. No era l¨®gico que muriese como arzobispo. Cuando se supo que hab¨ªa sido llamado por Francisco para que le asesorase sobre c¨®mo abordar la reforma de su Iglesia en Espa?a, ya se pens¨® que podr¨ªa haber sorpresas. Ha sucedido. Con ese gesto, el Papa manda dos mensajes. Primero, ser arzobispo de una sede habitualmente distinguida con el cardenalato no da derecho a tal distinci¨®n. Es un desplante a Toledo (sede primada), pero tambi¨¦n a Sevilla y Valencia. Segundo: la sucesi¨®n de Rouco no se va a maquinar en Espa?a, sino a la manera de Francisco. Habr¨¢ sorpresas.
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