Izpis¨²a perdi¨® el apoyo por las patentes y su dedicaci¨®n parcial

La dimisi¨®n de Juan Carlos Izpis¨²a de la direcci¨®n del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB), que en su breve historia ha escrito algunas de las mejores p¨¢ginas de la investigaci¨®n espa?ola reciente, no se explica por los recortes presupuestarios ¡ªaunque el presupuesto del centro ha ca¨ªdo un 16,8% en cuatro a?os¡ª ni, desde luego, por criterios cient¨ªficos. La Generalitat y el Gobierno espa?ol dicen que han roto con Izpis¨²a por haber conservado sus lazos con el Instituto Salk, y por dudas sobre los beneficios de las patentes surgidas de la investigaci¨®n.

Los departamentos de Econom¨ªa de la Generalitat y el Gobierno central, principales cogestores del patronato del CMRB, coincidieron ayer en se?alar a este diario la principal causa por la que han promovido estos cambios en el centro. Izpis¨²a nunca dej¨® de ser una estrella cient¨ªfica del Instituto Salk de California, uno de los laboratorios de referencia en la biolog¨ªa mundial. Consideran escasa su dedicaci¨®n al CMRB, o al menos su presencia all¨ª. Y se quejan de que las patentes generadas por la investigaci¨®n no pertenezcan al instituto de Barcelona, sino al Salk u otros organismos.

Ambas Administraciones aseguraron haber puesto a sus abogados a investigar los detalles de la propiedad intelectual del CMRB. Izpis¨²a tiene la intenci¨®n de llevarse con ¨¦l 18 de los 21 proyectos cient¨ªficos del centro, al considerarlos sus ideas e iniciativas, en lo que supondr¨ªa de hecho un vaciamiento de contenido del instituto, aunque permanezca abierto. Las Administraciones van a jugar sus cartas legales para intentar evitar esa p¨¦rdida, en todo o en parte.

¡°La financiaci¨®n, que es de 1,7 millones anuales por cada Administraci¨®n, se va a mantener en 2014 y en el futuro previsible¡±, dice en entrevista telef¨®nica el consejero de Econom¨ªa de la Generalitat, Andreu Mas-Colell. Primero en la cartera de Investigaci¨®n y ahora en la de Econom¨ªa que la abarca, Mas-Colell no solo ha seguido de cerca la situaci¨®n del CMRB, sino que fue uno de sus principales impulsores, como reconoci¨® en su momento el propio Izpis¨²a.

Tras reconocer a Izpis¨²a como un gran cient¨ªfico y una pieza clave ¡°en los inicios de la medicina regenerativa en Espa?a¡±, y lamentar que ¡°su direcci¨®n no se haya consolidado¡±, Mas-Colell destaca los dos puntos clave que han movido al patronato a retirarle su apoyo: ¡°No es exacto decir que Espa?a ha perdido un gran cient¨ªfico, porque la verdad es que no estaba mucho en Espa?a; la vinculaci¨®n primaria de Izpis¨²a era con el Salk, y el centro de Barcelona era un grupo de investigaci¨®n ligado al Salk¡±. El portavoz de la secretaria de Estado de Investigaci¨®n, Carmen Vela, coincidi¨® con esta apreciaci¨®n.

¡°En las circunstancias actuales¡±, prosigue Mas-Colell, ¡°un centro de investigaci¨®n en Espa?a requiere un compromiso del director al 100%, con los dos pies clavados en el centro. Este r¨¦gimen de dedicaci¨®n parcial pareci¨® adecuado en un principio, pero no ha funcionado; pese a la calidad investigadora de Izpis¨²a y su equipo, que nadie duda, el CMRB no est¨¢ teniendo como centro, como instituci¨®n, la potencia que podr¨ªa tener¡±.

El patronato, donde est¨¢n representadas las dos Administraciones, ha contratado al investigador ?ngel Raya, un antiguo posdoc (investigador posdoctoral) del propio Izpis¨²a, para que dirija el CMRB en sustituci¨®n de su antiguo jefe. ¡°Raya es un investigador notable en el campo¡±, dice Mas-Colell, ¡°ha colaborado con el propio Izpis¨²a y va a cumplir la condici¨®n que requerimos: tener los pies clavados al centro; un sistema maduro tiene que funcionar as¨ª, potenciando no solo a los investigadores, sino tambi¨¦n a las instituciones¡±.

El segundo punto de la discordia que se?alan ambas Administraciones se refiere a la propiedad intelectual de las investigaciones. ¡°El mero hecho de que Izpis¨²a vaya a llevarse 18 de los 21 proyectos de investigaci¨®n del CMRB revela lo que dije antes: que este no era un centro potente para la ciencia espa?ola. Desde la Generalitat, y creo que tambi¨¦n desde Madrid, vamos a mirar con lupa la situaci¨®n de esa propiedad intelectual y esas patentes, porque la pr¨¢ctica internacional es que se compartan entre el investigador y la instituci¨®n, y aqu¨ª hay un tri¨¢ngulo complicado con el Salk¡±. Las fuentes del Ministerio de Econom¨ªa tambi¨¦n confirman la sinton¨ªa entre ambas Administraciones en este punto.

La Administraci¨®n pone a trabajar a sus abogados para no perder proyectos

Sobre la cuesti¨®n de las patentes, Izpis¨²a responde: ¡°Me insinuaron que yo beneficiaba al Salk, pero si acaso ha sido al rev¨¦s, ya que el Salk ha tenido que hacer todo el trabajo de administraci¨®n y pagar por la gesti¨®n y la solicitud de las patentes, y aun as¨ª las comparte con el CMRB en proporci¨®n a la contribuci¨®n cient¨ªfica de cada centro; as¨ª que ?d¨®nde est¨¢ el beneficio para el Salk?¡±.

El cient¨ªfico a?ade una nota de pesimismo m¨¢s general: ¡°En este campo, adem¨¢s, no se puede patentar casi nada; ?ni siquiera Yamanaka consigui¨® patentar los resultados de su primer art¨ªculo!" El bi¨®logo Shinya Yamanaka recibi¨® el premio Nobel hace dos a?os por ese art¨ªculo, donde presentaba el descubrimiento de las c¨¦lulas madre iPS, que se obtienen reprogramando c¨¦lulas de la piel.

Fuentes del Ministerio de Sanidad resaltaron ayer su compromiso con la biomedicina en general, plasmado en los 100 millones con que el Instituto Carlos III, dependiente del ministerio, financia investigaciones como estas y otras. ¡°Lamentamos¡±, a?adieron, ¡°que la Generalitat no haya sido capaz de dise?ar una estrategia de investigaci¨®n que permitiera el mantenimiento de Juan Carlos Izpis¨²a al frente del centro¡±. Seg¨²n fuentes conocedoras del centro, Izpis¨²a no era tan buen gestor como cient¨ªfico y ¡°solo ven¨ªa tres o cuatro veces al a?o¡±, informa Ivanna Vallesp¨ªn. Las fuentes hablan de descontrol en la gesti¨®n del centro, que era la ¡°rep¨²blica independiente de Izpis¨²a¡±. ¡°El patronato se hab¨ªa tapado los ojos muchas veces¡± por la gesti¨®n, hasta que la situaci¨®n ha llegado a ser un ¡°problema grave¡±.