Un informe m¨¢s, un a?o menos

2013 ha sido un a?o de expectativas defraudadas para la necesaria Reforma Universitaria. En abril un nuevo Informe de Expertos propon¨ªa las l¨ªneas b¨¢sicas para un cambio de estructuras sobre cinco ejes b¨¢sicos: recursos humanos, evaluaci¨®n de la calidad, sistema de gobierno, financiaci¨®n y estudios y t¨ªtulos universitarios. Este importante trabajo se suma a otros, elaborados bajo gobiernos de distinto color, que revelan la existencia de un amplio consenso sobre las principales debilidades del actual sistema, por lo que un pacto de Estado sobre este tema no ser¨ªa imposible si hubiera generosidad por parte de todos.

Ahora, con una universidad amenazada de deterioro por la falta de financiaci¨®n y los fuertes recortes en investigaci¨®n, se hace m¨¢s necesario que nunca reivindicar la necesidad de un cambio estructural profundo. No podemos tener una universidad que d¨¦ la espalda a la empleabilidad, que no contrate a los mejores, que est¨¦ sobredimensionada de titulaciones y sin especializaci¨®n, que no pueda hacer frente a las ineficiencias internas, que est¨¦ burocratizada en exceso y que siga gobernada desde la endogamia. Es una obligaci¨®n de todos lograr una universidad de excelencia que sea capaz, no ya de sobrevivir, sino de liderar la transformaci¨®n hacia la nueva sociedad del conocimiento.

Los Consejos Sociales tenemos la responsabilidad de exigir e impulsar este cambio. En un momento donde los consensos deseables son improbables, permanecer inm¨®viles es peor que equivocarse. Hay que tomar medidas, desde la valent¨ªa de hacer y la generosidad de escuchar. Tenemos la oportunidad y el deber de exigir una educaci¨®n superior que d¨¦ respuesta a la principal dificultad a que se enfrentan los j¨®venes, la empleabilidad, y a uno de los retos que est¨¢ perdiendo nuestro pa¨ªs, la competitividad. Un pa¨ªs no prospera si su Universidad no avanza.

Por ello, los Consejos Sociales queremos ser los aliados del cambio. Ofrecemos nuestra colaboraci¨®n al Ministerio de Educaci¨®n, a la Conferencia de Rectores y a todos los agentes implicados, a todo aquel que est¨¦ dispuesto a dar un paso al frente para abordar con decisi¨®n y firmeza, de forma racional y ordenada, los cambios que la universidad espa?ola necesita con urgencia. En este camino, reclamamos una actitud valiente y generosa a todas las partes. Valent¨ªa al Gobierno para plantear los cambios; y generosidad a la Comunidad Universitaria para ser protagonista de los mismos sin anteponer intereses de colectivos particulares a los intereses generales.

Creemos necesario ordenar la universidad para mejorar la eficacia y eficiencia de los recursos econ¨®micos y acad¨¦micos. Tenemos muchas universidades con poca diferenciaci¨®n, por lo que hay que apostar por la especializaci¨®n para facilitar la excelencia y la internacionalizaci¨®n. Es imprescindible reorganizar las titulaciones en funci¨®n de la demanda real y detectar d¨®nde hay fuentes de empleo para adecuar los conocimientos y capacitaciones. Si queremos tener universidades excelentes, hay que superar los problemas propiciados por la endogamia y la excesiva funcionarizaci¨®n contratando a los mejores candidatos, impulsando la movilidad de doctores y permitiendo el acceso de personal extranjero.

La universidad necesita sistemas de gobierno m¨¢s democr¨¢ticos y aut¨®nomos y, sobre todo, un nuevo modelo de gobernanza que asegure el retorno social de su actividad y una gesti¨®n eficaz, flexible y eficiente para ser m¨¢s competitivas. La autonom¨ªa universitaria s¨®lo lo ser¨¢ desde la responsabilidad, la transparencia y la rendici¨®n de cuentas. La universidad tiene que rendir cuentas a la sociedad, no a s¨ª misma. Por ello, es imprescindible separar y profesionalizar las responsabilidades acad¨¦micas y gestoras. As¨ª se viene haciendo en Europa y Espa?a no puede ser una excepci¨®n.

Y por ¨²ltimo, la Universidad necesita legitimarse socialmente para poder reclamar con toda la fuerza y el respaldo necesarios la financiaci¨®n p¨²blica suficiente e incrementar las v¨ªas de financiaci¨®n privada. Para ello ser¨¢ necesario desprenderse de prejuicios, ligar una parte de la financiaci¨®n p¨²blica a la obtenci¨®n de resultados e incrementar la financiaci¨®n privada en funci¨®n tambi¨¦n del rendimiento.

Vamos a empezar un nuevo a?o. Ya no necesitamos nuevos informes ni seguir posponiendo las soluciones, sino acometer los cambios que todos sabemos necesarios y urgentes. Debemos actuar ya, sabiendo que cuando la urgencia no es prisa, sino inteligencia, el tiempo puede jugar a nuestro favor.

Joaqu¨ªn Moya-Angeler es presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Espa?olas.