La sequ¨ªa resucita los pueblos fantasma de la fiebre del oro en California
Mormon Island, cerca de Sacramento, ha aflorado a la superficie y atrae a cazadores de vestigios antiguos
Como si de un sortilegio se tratara, la pertinaz sequ¨ªa que atraviesa California ha hecho emerger a la superficie el esqueleto y los restos de viejos fantasmas del pasado. Los pueblos abandonados y olvidados de una era que atrajo hasta las costas del Oeste a millones de personas deseosas de encontrar un fil¨®n de oro y hacerse ricas del d¨ªa a la noche han resucitado de su largo letargo de siglos.
1849 fue el a?o en que comenz¨® la fiebre del oro y la ¨¦poca en la que se improvisaron miles de pueblos para alojar a los muchos buscadores de oro que atra¨ªdos por su brillo se aglomeraron en el Estado Dorado. Hac¨ªa 1860 la fiebre estaba ya muy mermada y veinte a?os m¨¢s tarde se apagar¨ªa definitivamente.
Fue entonces cuando los pueblos quedaron abandonados y, en muchos casos, su destino deriv¨® en ser sepultados por las aguas de embalses y lagos para apagar la sed de las crecientes necesidades de agua de California a medida que crec¨ªa y se poblaba.
El pueblo fantasma de Mormon Island, cerca de Sacramento, ejemplifica ese trozo de esa historia que ahora se puede consultar en los vestigios que han aflorado a la superficie. Creado a mediados del sigo XIX por una comunidad de mormones ¨Cde ah¨ª el nombre-, en su ¨¦poca de esplendor lleg¨® a albergar a 2500 vecinos. Tras ser abandonado al finalizar la fiebre del oro, conocida en ingl¨¦s por el nombre de gold rush, en 1955 qued¨® sumergido bajo las aguas del Folsom Lake.
Durante 58 a?os el pueblo morm¨®n hab¨ªa sido borrado de la faz de la tierra hasta que, iron¨ªas del destino, la sequ¨ªa lo ha rescatado de nuevo. El lago ha bajado a m¨¢s de una quinta parte de su capacidad y los restos del viejo poblado han salido a la superficie para regocijo de los muchos curiosos y cazadores de vestigios antiguos que desde que la buena nueva fue corriendo de boca en boca se est¨¢n dando cita en el enclave.
Algunos llegan pertrechados con detectores de metales para encontrar monedas, clavos, pomos de las puertas, anillos y otros objetos desperdigados y enterrados durante mucho tiempo por entre las ruinas de piedras y los muros del asentamiento fantasma. Para la Folson Lake Recreation Area el asunto ha llegado a tal extremo que la superintendencia se ha visto obligada a prohibir el uso de estos aparatos y a amenazar con multas en el caso de deso¨ªr los avisos de los rangers que patrullan la zona.
¡°Como muchos de los pueblos inundados por los embalses, las estructuras de los edificios se desmontaron y se cortaron los ¨¢rboles para despejar de obst¨¢culos la superficie del lago, pero a¨²n as¨ª los muros del contorno se pueden apreciar e incluso la estructura de una bodega muy bien conservada y la ruta de un viejo canal de agua¡±, explica la arque¨®loga Jenifer Padgett.
Desde el punto de vista arqueol¨®gico ¡°estos vestigios son un tesoro ya que ayudan a entender mejor c¨®mo era la vida en California a mediados del siglo XIX¡±, explica Padgett.
Los fantasmas de Texas y Utah
California no es el ¨²nico Estado donde los pueblos fantasmas, aliados con la sequ¨ªa, vuelven a cobrar vida. Tambi¨¦n Texas y Utah tienen enclaves de un pasado que parec¨ªa olvidado para siempre.
En Texas, las aguas del mermado Lake Buchanan dejaron aflorar a la superficie en 2011 Bluffton, un poblado que hab¨ªa permanecido sumergido desde la creaci¨®n del lago en 1937. El lugar engrosa la larga lista de los m¨¢s de 200 sitios arqueol¨®gicos en este Estado que la sequ¨ªa ha dejado al descubierto, incluyendo cementerios, seg¨²n datos del Texas Historical Comission¡¯s.
En Utah, muchas ruinas de asentamientos de los americanos abor¨ªgenes quedaron al descubierto la pasada d¨¦cada, tras la bajada de nivel a menos de la mitad del Lago Powell, en el rio Colorado. Incluso se ha podido recuperar la espectacular catarata Cathedral in de Desert que hab¨ªa quedado sepultada por el gigantesco embalse construido en 1960.
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