Los cheques de comida ya son salario
Empresas y sindicatos advierten de que la obligaci¨®n de cotizar por la retribuci¨®n en especie reducir¨¢ los beneficios sociales de los empleados El cambio no afectar¨¢ a los sueldos m¨¢s altos
Los vales de comida forman parte de la remuneraci¨®n de miles de trabajadores en Espa?a, junto a otras retribuciones en especie, como el seguro m¨¦dico, las aportaciones a planes de pensiones privados, el cheque guarder¨ªa y los pluses de transporte. En muchas ocasiones, sobre todo en el caso de los sueldos m¨¢s modestos, suponen una ayuda importante para llegar a fin de mes. Pero hasta ahora ten¨ªan una cruz: no cotizaban y cuando alguien perd¨ªa ese sueldo modesto, su prestaci¨®n por desempleo o su jubilaci¨®n eran menores de las que le hubieran correspondido por la retribuci¨®n real. El Gobierno ha decidido que todos esos conceptos coticen. La Seguridad Social recaudar¨¢ m¨¢s. Lo necesita, sus cuentas est¨¢n muy tocadas tras a?os de crisis y paro. Y, de rebote, mejorar¨¢ las prestaciones futuras de esos sueldos. Pero la medida ha enfurecido a los empresarios, que advierten de que la subida de los costes laborales se traducir¨¢ en un recorte de estas remuneraciones y, en algunos casos, les llevar¨¢ a despedir.
Para el Ministerio de Empleo, el beneficio est¨¢ claro: aumentar la recaudaci¨®n en 900 millones en un momento en el que la Seguridad Social necesita ox¨ªgeno. No cree que aumentar el coste laboral en unos seis euros de media por trabajador, seg¨²n sus c¨¢lculos, ponga en riesgo empleo. ¡°Si las empresas quieren hacer pol¨ªticas sociales que lo hagan con cargo a sus beneficios, no a costa de la Seguridad Social¡±, ha dicho la ministra F¨¢tima B¨¢?ez. ¡°Si un cheque guarder¨ªa es bueno para la conciliaci¨®n en una empresa, lo ser¨¢ porque es bueno para la conciliaci¨®n, no porque no cotice¡±.
Para los trabajadores, el aumento de la cuant¨ªa que cotizan har¨¢ que reciban una mayor prestaci¨®n por desempleo y mejorar¨¢ la pensi¨®n, destaca Felipe Serrano, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco. ¡°A los trabajadores les interesa que este tipo de remuneraci¨®n en especie figure como renta¡±, opina el experto. Y, si bien supone una subida de costes para las empresas, recuerda: ¡°Todos queremos buenas pensiones y una Seguridad Social saneada, y hay que financiarla¡±.
El Gobierno coincide. ¡°El empleado siempre gana cuando se cotiza por todas las retribuciones que recibe¡±, ha insistido B¨¢?ez. Un salario de 1.050 euros mensuales, donde 50 euros se reciben en especie sin cotizaci¨®n, supone una diferencia del 5% tanto en la prestaci¨®n por incapacidad temporal o desempleo como en las futuras pensiones, seg¨²n Empleo.
Pero las empresas ¡ªlas ¨²nicas que pierden se mire por donde se mire¡ª y otros expertos consultados afirman que en la pr¨¢ctica los asalariados perder¨¢n. La CEOE insiste en que ¡°se destruir¨¢ empleo¡± y las empresas ¡°ser¨¢n menos competitivas¡±. Ha llegado a afirmar que se ¡°pone en riesgo la recuperaci¨®n¡±.
¡°Es un nuevo palo para los trabajadores, que ya han visto c¨®mo les han bajado el sueldo, ampliado la jornada y ahora, adem¨¢s, se pueden quedar sin otras retribuciones¡±, alerta Jos¨¦ Luis Tortuero, catedr¨¢tico de Derecho de Trabajo y Seguridad Social de la Universidad Complutense de Madrid. ¡°El mayor impacto ser¨¢ para los trabajadores con menores retribuciones, que son normalmente quienes tienen vales de comida..., no para las retribuciones m¨¢s altas¡±, a?ade. La ampliaci¨®n de los conceptos salariales que forman parte de la llamada base de cotizaci¨®n tiene una excepci¨®n: los trabajadores con salarios m¨¢s altos que ya cotizan el m¨¢ximo (3.597 euros al mes), que son cerca del 4% del total de 16,3 millones de asalariados. Las dietas que cobran algunos empleados siguen exentas de cotizaci¨®n porque est¨¢n ligadas a una actividad concreta y a un d¨ªa concreto.
¡°Hay problemas m¨¢s importantes que este fraude¡±, se?ala un catedr¨¢tico
La medida, de entrada, no ha gustado a CC?OO. ¡°Por las formas y, en parte, por el fondo¡±, precisa su responsable de Seguridad Social, Carlos Bravo, que s¨ª resalta que con esta medida se mejoran las potenciales prestaciones futuras de los asalariados. Con las formas se refiere a que el Ejecutivo tom¨® la medida sin siquiera advertir a los agentes sociales de que lo iba a hacer y, obviamente, sin negociaci¨®n. El fondo se refiere a que, para su sindicato, no todos los conceptos introducidos ahora en la base de cotizaci¨®n ¡ªvales, aportaciones a planes de pensiones¡ª se deber¨ªan considerar estrictamente sueldo. ¡°Cada concepto en s¨ª mismo tiene un debate detr¨¢s. Muchas exenciones no deber¨ªan existir. Por ejemplo, las stock options [opciones sobre acciones]. Pero otras tienen sentido. Por eso era importante que el Gobierno hubiera dialogado antes de que se aprobara la medida¡±, argumenta.
El rechazo de UGT a la medida ha sido frontal. Carmen L¨®pez, la responsable de Seguridad Social del sindicato, pidi¨® por carta la retirada del decreto y lamenta la confusi¨®n que ha generado. Teme esta central que la medida golpee a la negociaci¨®n colectiva: ¡°Esta modificaci¨®n desincentivar¨¢ al empresario a la hora de negociar estas percepciones y tendr¨¢ importantes efectos en materia salarial¡±. Muchos convenios contemplan y regulan estas retribuciones en especie, aprovechando las exenciones, y ahora el sindicato teme que desaparezcan sin m¨¢s.
La aprobaci¨®n del decreto ley por parte del Consejo de Ministros ¡ªel 21 de diciembre, entr¨® en vigor al d¨ªa siguiente y, aunque el Congreso lo convalid¨® sin m¨¢s el 22 de enero, las empresas tienen de plazo hasta el 31 de mayo para regularizar la situaci¨®n¡ª puso patas arriba los departamentos de recursos humanos. ?Cu¨¢l iba a ser el impacto en la n¨®mina? Josep Ginesta, director del ?rea Laboral y Capital Humano de Rib¨¦ Salat Consulting, ha hecho sus c¨¢lculos. Las empresas tendr¨¢n que soportar una carga al menos del 30% de los importes dedicados a beneficios sociales, siempre que sus trabajadores no superen la base m¨¢xima de cotizaci¨®n. Mientras, los trabajadores ver¨¢n reducidos sus ingresos un 6,35% por esos pluses. As¨ª, el abogado estima que el coste adicional para los trabajadores oscilar¨¢ entre los tres euros y los 50 y para las empresas entre los 11 y los 315, seg¨²n el porcentaje del sueldo que sea en especie (el m¨¢ximo permitido por la ley es el 30%). ¡°En una empresa peque?a que ya tiene problemas para ajustar el presupuesto es mucho dinero¡±, dice Ginesta.
Cambios en los pagos en especie
- Vales de comida.Estas ayudas cotizar¨¢n desde el primer euro percibido por el trabajador. Hasta ahora solo se integraban en las cuotas a la Seguridad Social cuando exced¨ªan de nueve euros al d¨ªa.
- Planes de pensiones. Las aportaciones a los fondos de pensiones privados y otras prestaciones que mejoren las que ofrece la Seguridad Social, excepto la de incapacidad temporal, pasan a integrarse en la base de cotizaci¨®n.
- Ayudas de guarder¨ªa. Los beneficios sociales, normalmente derivados de la negociaci¨®n colectiva, como las ayudas de guarder¨ªa, que hasta ahora estaban exentos pasan a cotizar.
- Stock options. Toda retribuci¨®n en acciones se considerar¨¢ ¨ªntegramente. Con la norma anterior, esto suced¨ªa cuando superaban los 12.000 euros anuales.
- Plus de transporte. Las compensaciones de transporte y distancia cotizar¨¢n desde el primer euro. Antes lo hac¨ªan cuando el monto exced¨ªa el 20% del IPREM (639 euros al mes).
Empleo afirma que los c¨¢lculos que se han realizado estos d¨ªas son err¨®neos. La Seguridad Social asegura que la obligaci¨®n de incluir en las bases de cotizaci¨®n retribuciones en especie de los salarios que hasta ahora estaban fuera aumentar¨¢ una media de seis euros al mes el coste laboral para las empresas. El impacto sobre la n¨®mina final que reciben los trabajadores ser¨¢ menor, de 1,09 euros.
Tanto UGT como CC?OO no se creen las cifras que da el Gobierno sobre el aumento en la recaudaci¨®n que supone la medida, ni tampoco el impacto que, seg¨²n los empresarios, va a tener en sus cuentas. ¡°No existe informaci¨®n muy clara¡±, afirma Felipe Serrano. Y contin¨²a: ¡°No me parece que el coste sea muy significativo¡±, teniendo en cuenta el beneficio que supondr¨¢ para los trabajadores en sus futuras pensiones. ¡°Las bases de cotizaci¨®n est¨¢n cayendo de forma significativa, mientras se han generalizado los incrementos salariales a trav¨¦s de los pagos en especie¡±, asegura Serrano.
Otro experto, Jos¨¦ Luis Tortuero, cuestiona la idoneidad de la medida precisamente porque su impacto en la recaudaci¨®n no va a ser ¡°desproporcionado¡±. ¡°Si es poco dinero, con m¨¢s raz¨®n no hacerlo, porque adem¨¢s genera costes adicionales para las empresas, como los cambios inform¨¢ticos, en un momento delicado econ¨®micamente hablando¡±, se?ala. ¡°Desde el punto de vista general, la hip¨®tesis de que esta medida sirve para luchar contra el fraude es buena, pero hay problemas mucho m¨¢s importantes que este, como la contrataci¨®n sumergida, los salarios en negro... Hay mucho espacio de fraude sobre el que actuar¡±, opina el catedr¨¢tico, que insiste en que los pagos en especie suelen ser ¡°cantidades peque?¨ªsimas¡±, pero de gran sensibilidad para el trabajador.
¡°Creo que se tiene que cotizar por el salario real¡±, opina el profesor de Econom¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de Fedea, Ignacio Conde-Ruiz, que puntualiza: ¡°La situaci¨®n es que estamos en una crisis laboral y tocar las cotizaciones en un momento como este no me parece acertado¡±.
Los asesores fiscales advierten de que la medida tendr¨¢ un efecto sobre el empleo porque llega en un momento de crisis en el que cualquier subida de los costes laborales puede hacer que una empresa baje salarios, recurra a despidos o deje de hacer contrataciones que ten¨ªa en mente. ¡°Un cliente me llam¨® cuando conoci¨® la medida para decirme que estaba pensando en cerrar¡±, afirma Adolfo Jim¨¦nez, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios. ¡°Me dijo que, despu¨¦s de tres a?os de p¨¦rdidas, esta era la gota que colmaba el vaso¡±, cuenta. ¡°Muchos empresarios ajustar¨¢n plantilla, otros cerrar¨¢n y otros se plantear¨¢n pagar esos pluses en b¡±, explica Jim¨¦nez con alarma.
De entre todos los pagos en especie, los vales de comida son los que gozan de mayor popularidad. Probablemente porque en m¨¢s de una ocasi¨®n han comido o bebido gracias a ellos tanto los beneficiarios directos del cheque como sus amigos, con lo que su uso original se desvirt¨²a. Incluso han desatado una guerra de cifras entre la ministra B¨¢?ez, que calcula que lo disfrutan unos 275.000 empleados, y la patronal del sector, la Asociaci¨®n Espa?ola de Emisores de Vales de Comida y Otros Servicios, que lo cifra en m¨¢s de 600.000 trabajadores que generan una facturaci¨®n de 1.056 millones. La patronal advierte de que, tras la medida, la restauraci¨®n recortar¨¢ en casi 500 millones su cifra de negocio, se perder¨¢n 275.400 clientes diarios y 48 millones de comidas anuales. Incluso calcula, con una precisi¨®n propia de un relojero suizo, cu¨¢ntos puestos de trabajo se perder¨¢n: 10.059. A?ade que el Estado ver¨¢ reducida su recaudaci¨®n neta en 99 millones de euros, debido a los menores ingresos por IRPF, IVA, Seguridad Social e impuesto de sociedades.
¡°Somos un sector doblemente perjudicado¡±, asegura Miguel Gallego, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Hosteler¨ªa y Restauraci¨®n. ¡°Va a tener un efecto negativo en un momento de repunte del consumo; es un jarro de agua fr¨ªa¡±, a?ade. Gallego est¨¢ convencido de que la medida llevar¨¢ al cierre de establecimientos, sobre todo entre los locales m¨¢s afectados, como los que se encuentran en pol¨ªgonos industriales. ¡°Si hay fraude en este tipo de retribuciones, como insin¨²an algunos [en referencia al Ministerio de Empleo], que los inspectores de trabajo lo persigan¡±, concluye.
Ahora, Empleo trabaja en la elaboraci¨®n de un reglamento que desarrolle el decreto y, para ello, tiene ¡°las puertas abiertas¡± a las sugerencias de los afectados.
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