V¨ªctimas colaterales del ahorro

Los inmigrantes sin permiso de residencia pagaron su invisibilidad social con su exclusi¨®n sanitaria. La decisi¨®n del Ministerio de Sanidad de limitar el acceso a las personas aseguradas (para los extranjeros, que cotizan a la Seguridad Social, lo que implica tener residencia legal) estaba enfocada a los m¨¢s de 650.000 extranjeros provenientes de pa¨ªses ricos que utilizaban el sistema sanitario espa?ol sin que luego sus pa¨ªses compensaran ese gasto. A eso se refiere el famoso informe del Tribunal de Cuentas que cifraba esta atenci¨®n en 970 millones, aunque se refer¨ªa a los ciudadanos de la UE y otros pa¨ªses ricos. Pero nadie repar¨® (y si lo hizo, nadie lo enmend¨®) que al dejar a estos extranjeros (entre ellos, 676.000 europeos) sin tarjeta, tambi¨¦n se la quitaban a unos 150.000 inmigrantes sin papeles que este peri¨®dico calcul¨® que hab¨ªa en Espa?a, y que hasta el decreto de los recortes ten¨ªan toda la atenci¨®n sanitaria con solo empadronarse.

La invisibilidad de esta poblaci¨®n llega hasta el punto de que no hay c¨¢lculo oficial del ahorro conseguido a su costa, que este peri¨®dico estima en menos de 250 millones de euros al a?o.

A partir de ese momento, para los extranjeros en situaci¨®n irregular comenz¨® una odisea. Salvo los cuidados a embarazadas, menores y urgencias, la atenci¨®n depend¨ªa de comunidades (las hay objetoras a la medida que han creado sus propias tarjetas que den acceso a la sanidad p¨²blica, como Catalu?a, Asturias, Andaluc¨ªa y Pa¨ªs Vasco) u ONG. M¨¦dicos del Mundo ha recogido m¨¢s de 1.000 casos de personas con problemas para recibir tratamientos (desde diabetes a c¨¢ncer). El caso del senegal¨¦s Alpha Pam, que muri¨® en Mallorca de tuberculosis, fue el m¨¢s destacado de las consecuencias de dificultar la atenci¨®n.

El Tribunal Constitucional se manifest¨® contra la exclusi¨®n. Pero no lo hizo al juzgar la norma de Sanidad, sino al avalar la decisi¨®n del Gobierno vasco de seguir atendiendo a los sin papeles. Tiene pendientes recursos de comunidades como Navarra y Andaluc¨ªa, aparte del PSOE.

Tambi¨¦n la defensora del pueblo, Soledad Becerril, afirm¨® ante el Senado su voluntad de que se garantizara la asistencia sanitaria a todas las personas, incluidos los inmigrantes en situaci¨®n irregular, y dijo que iba a estar vigilante ante situaciones de desigualdad que se produjeran.

Ante estas situaciones Sanidad solo ha ofrecido un convenio (aseguramiento) para atender a los extranjeros sin tarjeta sanitaria, que depende de que lo desarrollen las comunidades.

Mientras tanto, los inmigrantes pueden contratar un seguro privado o contar con la ayuda de ONG (algunas tradicionales, como la Cruz Roja o M¨¦dicos del Mundo; otras creadas casi ex profeso, como Yo S¨ª Sanidad Universal) que les dan ayuda. Y todo ello con la complicidad de profesionales insumisos, que les atienden en la sanidad p¨²blica en lo que pueden, con la dificultad que tiene que no es posible abrirles historias cl¨ªnicas porque no tienen tarjeta sanitaria.

Los ¨²ltimos, los del Colegio de M¨¦dicos de Guadalajara, que han anunciado que abrir¨¢n un consultorio martes y jueves por la tarde. Cuentan con la ayuda de especialistas y Cruz Roja para casos m¨¢s complicados.