No hay plaza para tanto m¨¦dico
Los expertos piden al Gobierno que detenga la proliferaci¨®n de nuevas facultades de Medicina Los recortes en la sanidad p¨²blica abocan cada vez m¨¢s al colectivo al paro o a la emigraci¨®n
Espa?a tiene m¨¢s facultades de Medicina por mill¨®n de habitantes que Reino Unido, Francia, Italia... En realidad, tiene m¨¢s que cualquier otro pa¨ªs grande¡ªm¨¢s de 20 millones de habitantes¡ª del mundo, con la excepci¨®n de Corea del Sur. En apenas ocho a?os, los centros en los que se puede estudiar esta carrera han pasado de 28 a 41. Con los alumnos de nuevo ingreso ocurre otro tanto: de 4.250 a m¨¢s de 7.000. La conclusi¨®n de esta ensalada de cifras es que ahora, con los servicios p¨²blicos de salud recortando en personal y con Espa?a a la cabeza de los pa¨ªses europeos que pierden poblaci¨®n por culpa de la crisis, sobran estudiantes de Medicina.
El paro entre los facultativos, algo ins¨®lito en la ¨²ltima d¨¦cada, y la creciente emigraci¨®n en busca de oportunidades laborales empiezan a evidenciar el desajuste entre el n¨²mero de especialistas y los puestos de trabajo que ofrece el sistema. Y eso, a juicio del Foro de la Profesi¨®n M¨¦dica, que agrupa a las principales organizaciones del sector, quiere decir que hay que tomar medidas. La petici¨®n no es nueva, pero ha tomado impulso ante la anunciada apertura de siete facultades m¨¢s, tres de ellas privadas. Los m¨¦dicos quieren frenar lo que consideran una ¡°proliferaci¨®n¡± descontrolada de estos centros. No solo no son necesarios, dicen, sino que adem¨¢s ponen en peligro la calidad de la formaci¨®n.
¡°El n¨²mero de estudiantes tiene que estar ajustado a los hospitales que est¨¢n acreditados para formarles de forma adecuada. Ahora tenemos aproximadamente 1.000 estudiantes m¨¢s de Medicina que la formaci¨®n que podemos ofrecerles. Hay unas 7.000 plazas para cursar la carrera, y unas 6.000 de MIR¡±, dice el presidente de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial, Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez Send¨ªn. ¡°Por tanto, es pura matem¨¢tica, hay 1.000 con los que no sabemos qu¨¦ va a pasar, porque no se van a poder formar. El aumento de facultades es un disparate; no hay ninguna necesidad. Se ha querido satisfacer a pol¨ªticos de comunidades aut¨®nomas y alcaldes; ha pasado exactamente igual que con la creaci¨®n indiscriminada de hospitales que ahora no sabemos c¨®mo pagar¡±, a?ade.
Se podr¨ªa argumentar que, con la crisis, tambi¨¦n hay exceso de licenciados o graduados en muchas otras profesiones: arquitectos, abogados, periodistas... Sin embargo, la de m¨¦dico es muy particular. Un licenciado en Medicina no puede trabajar en Espa?a, ni en el resto de Europa, solo con su carrera universitaria de seis a?os. Necesita especializarse, y para ello ha de conseguir una plaza de m¨¦dico interno residente (MIR) y formarse durante otros cuatro o cinco a?os.
¡°A esos 1.000 estudiantes que sobran, los que no van a tener plaza MIR, no les espera otra cosa que el ¨¦xodo, marcharse a otro pa¨ªs donde s¨ª se necesiten sus servicios¡±, se?ala Enrique L¨¢zaro, presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) y alumno de quinto en la Universidad de Barcelona. ¡°No es congruente derrochar el dinero que cuesta formarnos de esa manera. Es una inversi¨®n de la que luego no va a haber frutos¡±, a?ade.
?C¨®mo se ha llegado a esta situaci¨®n? ?Por qu¨¦ han abierto sin aparente control todas esas facultades, entre ellas ocho privadas, en apenas una d¨¦cada? ¡°Ni la planificaci¨®n ni la pol¨ªtica de recursos humanos han sido afortunadas en nuestro pa¨ªs en los ¨²ltimos a?os¡±, dice Rodr¨ªguez Send¨ªn, que lo ejemplifica as¨ª: ¡°En el a?o 2001 se dec¨ªa en Espa?a que sobraban unos 15.000 m¨¦dicos. Seis a?os m¨¢s tarde, seg¨²n un estudio del Ministerio de Sanidad de entonces, faltaban entre 15.000 y 20.000. Cinco o seis a?os m¨¢s tarde, es decir, ahora, sobran los mismos. Tenemos casi 3.000 m¨¦dicos en paro y, por si fuera poco, este a?o se nos han ido otros m¨¢s de 3.000 al extranjero, m¨¢s del 90% de los cuales a buscar empleo¡±.
El desfase entre los alumnos de la facultad y las plazas MIR es de 1.000
Los expertos insisten en que la planificaci¨®n es fundamental. Y sin embargo, no existe un registro nacional. No se sabe cu¨¢ntos m¨¦dicos en activo hay en cada especialidad ni d¨®nde trabajan. A principios de los noventa se vivi¨® otra ¨¦poca de paro m¨¦dico. Como respuesta, el Gobierno empez¨® a aplicar el numerus clausus, un cupo anual de alumnos de nuevo ingreso en Medicina. Se usaron las recomendaciones de la OMS: un estudiante por cada 10.000 habitantes. En 2002 hab¨ªa 4.250 estudiantes de nuevo acceso en 27 facultades (26 p¨²blicas y una privada), seg¨²n datos del Foro de la Profesi¨®n M¨¦dica.
La ¨¦poca de crecimiento econ¨®mico que sigui¨® en Espa?a, sumada al aumento de poblaci¨®n que trajo la inmigraci¨®n, provoc¨® una especie de boom tambi¨¦n en la sanidad: se inauguraron hospitales y centros de salud, en ocasiones sin m¨¢s planificaci¨®n que la electoral, y se lanzaban mensajes, incluso desde el Gobierno, de que hac¨ªan falta m¨¢s m¨¦dicos y de que, de seguir as¨ª, llegar¨ªa el temido d¨¦ficit de especialistas. En realidad, seg¨²n explica Beatriz Gonz¨¢lez L¨®pez-Valc¨¢rcel, catedr¨¢tica de M¨¦todos Cuantitativos en Econom¨ªa y Gesti¨®n de la Universidad de Las Palmas, solo se necesitaban en determinadas especialidades y ¨²nicamente en algunas zonas geogr¨¢ficas, porque lo que suced¨ªa era que estaban mal distribuidos. ¡°Es pr¨¢cticamente imposible decir taxativamente si faltan o sobran m¨¦dicos¡±, apunta.
Las comunidades se lanzaron a abrir hospitales. Madrid inaugur¨® seis a la vez en 2008. La demanda de m¨¦dicos aument¨® y ¡°hubo alg¨²n problema puntual de cobertura¡± en determinadas especialidades, explica Gonz¨¢lez. Simult¨¢neamente ¡°se produjo una convalidaci¨®n masiva de t¨ªtulos extranjeros¡± y aument¨® considerablemente el n¨²mero de plazas en las universidades. Un aumento procedente en buena parte de facultades privadas. ¡°Adem¨¢s se cre¨® un problema de equidad en el sistema. Mientras en la p¨²blica se entra con expedientes brillant¨ªsimos y estudiantes con sobresaliente se quedan fuera, en la privada se ingresa si el padre del estudiante paga¡±, recuerda.
Por aquellas fechas, el Ministerio de Sanidad tambi¨¦n aument¨® las plazas de formaci¨®n sanitaria especializada (MIR). El efecto llamada estaba servido: entre 2001 y 2011 se convalidaron m¨¢s t¨ªtulos extracomunitarios (50.205) que m¨¦dicos se licenciaron en las facultades espa?olas (46.194), seg¨²n datos del Foro de la Profesi¨®n M¨¦dica. Ya nadie se acordaba del paro m¨¦dico de los a?os noventa. Estudiar Medicina equival¨ªa a asegurarse un buen empleo. Toda ciudad de cierto tama?o quer¨ªa su Facultad de Medicina. Los Ayuntamientos ced¨ªan terrenos y las comunidades aut¨®nomas autorizaban los nuevos estudios. El alumnado aument¨® casi un 40% en apenas siete a?os.
Los recortes presupuestarios de la crisis se cebaron con el personal
Pero lleg¨® la crisis. El sistema sanitario reaccion¨® a ella a partir de 2010 con recortes presupuestarios. ¡°Y lo primero de lo que se recorta es lo m¨¢s f¨¢cil, el personal: sustituciones, interinidades...¡±, enumera Gonz¨¢lez. En la ¨²ltima convocatoria MIR hubo plazas para todos los estudiantes formados en Espa?a, pero en tres o cuatro a?os ¡°llegar¨¢ el desajuste¡±, se?ala.
¡°No podemos volver a tener una bolsa de paro de profesionales. En tres o cuatro a?os sus habilidades se pierden y tienen que volver a hacer un reciclaje¡±, dice Francisco Miralles, de CESM, la confederaci¨®n de sindicatos m¨¦dicos. ¡°Hay que aprovechar los recursos econ¨®micos al m¨¢ximo y este pa¨ªs no se puede permitir perder a profesionales que ha costado formar entre 200.000 y 250.000 euros¡±, a?ade.
Los expertos se preguntan si se est¨¢ viendo afectada la calidad de la formaci¨®n que se ofrece en todas esas facultades. ¡°A las sociedades cient¨ªficas les preocupa que esta, a nuestro entender, deficiente regulaci¨®n, pueda poner en riesgo la calidad formativa de nuestros graduados m¨¦dicos¡±, se?ala Carlos Macaya, presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones Cient¨ªfico M¨¦dicas Espa?olas (FACME). ¡°Es dif¨ªcil medir esa calidad, no hay m¨¦todo cient¨ªfico, pero yo ir¨ªa a ver lo que ha pasado en el examen MIR en los ¨²ltimos a?os. Y lo que pasa es que los extranjeros, tanto comunitarios como latinoamericanos, acceden cada vez m¨¢s a los primeros 2.000 o 3.000 puestos. Es un signo indirecto de que ojo con la calidad formativa que tienen nuestros m¨¦dicos que salen de estas universidades¡±, se?ala.
Otro problema relacionado con la saturaci¨®n de facultades es d¨®nde hacen pr¨¢cticas sus alumnos. Las camas de hospital, los enfermos con los que aprender, son limitados. ¡°Es necesario que est¨¦n asociadas con buenos hospitales universitarios. Aunque est¨¦n acreditados y formen MIR, no todos sirven para ense?ar Medicina¡±, precisa Ricardo Rigual, presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina. El incremento de facultades coincidi¨® con el de nuevos hospitales. El mismo a?o en que Madrid inaugur¨® seis hospitales (2008), el Gobierno regional firm¨® convenios con cuatro universidades para crear cuatro nuevas facultades de Medicina.
Formar a un facultativo en la p¨²blica cuesta m¨¢s de 200.000 euros
¡°Parece que hemos alcanzado la capacidad de saturaci¨®n. ?Cu¨¢ntos estudiantes pueden participar en una consulta con el paciente y su m¨¦dico? ?Cu¨¢ntos pueden atender una exploraci¨®n ginecol¨®gica? ?Cu¨¢ntos entrar en quir¨®fano?¡±, se preguntaba Antonio F. Compa?, decano de Medicina en la Universidad Miguel Hern¨¢ndez de Elche, hace unos meses en un art¨ªculo de opini¨®n. En ocasiones, en los hospitales p¨²blicos hay a la vez alumnos de la facultad p¨²blica y de la privada. ¡°Se pierde calidad cuando se compite por la formaci¨®n. Eso de que donde comen cuatro, comen cinco no es verdad. Si comen cinco, comen menos¡±, ejemplifica Rodr¨ªguez Send¨ªn.
¡°Tambi¨¦n nos preocupa la proliferaci¨®n de hospitales, tanto p¨²blicos como privados, que a nuestro entender f¨¢cilmente se otorgan el r¨®tulo de hospitales universitarios y hacen convenios con esas nuevas universidades que tambi¨¦n han proliferado¡±, opina Macaya. ¡°Ahora mismo no existe ning¨²n organismo que acredite que un hospital cumpla los requisitos para ser denominado universitario¡±, abunda Rigual. ¡°En Madrid ahora todos los hospitales se ponen el r¨®tulo. No se sabe qu¨¦ se acredita ni c¨®mo se selecciona y acredita al profesorado¡±, a?ade Macaya. ¡°Se tiene que regular igual que la formaci¨®n MIR, que est¨¢ muy bien regulada¡±.
?A qui¨¦n compete poner freno a las facultades? O, lo que es lo mismo, ?qui¨¦n las permite? Para empezar, los planes de estudio los autoriza la Agencia Nacional de Evaluaci¨®n de la Calidad y la Acreditaci¨®n (ANECA), una fundaci¨®n estatal en principio independiente pero cuyo patronato est¨¢ presidido por el ministro de Educaci¨®n de turno. Ahora Jos¨¦ Ignacio Wert. La competencia para autorizar la apertura de una facultad la tienen las consejer¨ªas de Educaci¨®n de las autonom¨ªas. Pero como necesitan conveniar con un hospital, tambi¨¦n intervienen las consejer¨ªas de Sanidad.
Es decir, en la pr¨¢ctica los ministerios no dicen a una autonom¨ªa si puede o no puede abrir m¨¢s facultades. ¡°Pero el responsable ¨²ltimo es el Gobierno. Si esto ocurre es porque hay leyes que lo permiten. C¨¢mbiense¡±, subraya Rodr¨ªguez Send¨ªn. El Ministerio de Sanidad asegura que ¨¦l solo se encarga de la formaci¨®n sanitaria especializada (MIR), que ¡°se adecua a las necesidades del Sistema Nacional de Salud¡±, explica una portavoz. Es el Ministerio de Educaci¨®n, por tanto, junto con las comunidades aut¨®nomas, el que puede explicar el por qu¨¦ de este fen¨®meno y si est¨¢ previsto ponerle freno como piden todas las organizaciones m¨¦dicas. Educaci¨®n aleg¨® ¡°cuestiones de agenda¡± para no responder a las preguntas de este diario durante 15 d¨ªas.
La saturaci¨®n de estudiantes en los hospitales puede afectar a la calidad
Detr¨¢s de la apertura de facultades ha habido intereses tanto pol¨ªticos como econ¨®micos. Una universidad privada cobra entre 10.000 y 20.000 euros por un curso. ¡°Si somos el segundo pa¨ªs con m¨¢s facultades de Medicina es por algo. Esto es simplemente porque hay dinero detr¨¢s. Son unos estudios muy demandados, a los que entran los mejores y la gente paga¡±, dice Rodr¨ªguez Send¨ªn. La proliferaci¨®n de facultades ha generado pol¨¦mica en algunas regiones por el uso de instalaciones p¨²blicas (hospitales) para un uso particular. Jos¨¦ Carrillo, rector de la Universidad Complutense, ha denunciado que hay hospitales p¨²blicos en Madrid que cobran menos a las universidades privadas que a las p¨²blicas por hacer uso de sus instalaciones.
Hay otras siete nuevas facultades de Medicina en estudio. La del Campus Mare Nostrum (Murcia) y la de la Universidad Cat¨®lica San Antonio (Alicante), ambas privadas; una concertada en Vic (Barcelona) y cuatro p¨²blicas, tres en Andaluc¨ªa (Almer¨ªa, Ja¨¦n y Huelva) y otra en Baleares. Algunas ya tienen el plan de estudios aprobado por la ANECA; otras cuentan con el terreno cedido por el Ayuntamiento; la de Vic pretende abrir en el curso 2015-2016, pero ning¨²n responsable quiso responder a si cree que es necesaria otra facultad en el ¨¢rea de Barcelona. La Cat¨®lica San Antonio no contest¨® a este diario en 15 d¨ªas.
Desde la Universitat de les Illes Balears, el catedr¨¢tico F¨¦lix Grases explica que llevan 15 a?os pidiendo estudios de Medicina y que Baleares es la ¨²nica comunidad que no los tiene. Y precisa: ¡°Iniciar¨ªamos la carrera en tercero, de forma que no incrementar¨ªamos el n¨²mero de estudiantes de Medicina¡±. Grases da la raz¨®n a las organizaciones que piden que el Gobierno ponga freno a la multiplicaci¨®n de facultades: ¡°Se han creado estudios con toda la alegr¨ªa del mundo, y con esto hay que ser muy prudentes para no saturar el mercado¡±.
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