¡°Es triste ver que no hay relevo generacional para el rock¡±

Cuenta que le gusta el picante y, por eso, elige un mexicano, como si de alguna forma viniese a decir que a veces necesita aderezar su propia vida con algo de emoci¨®n. Un buen d¨ªa decidi¨®, en mitad de la fuerte crisis econ¨®mica que vive Espa?a, dejar su c¨®modo trabajo remunerado en las oficinas de la web de Messenger Myspace para jug¨¢rsela y cumplir su sue?o: ser promotor musical. ¡°Todo el mundo me dijo que estaba chalado¡±, confiesa Jos¨¦ Luis Carnes (Madrid, 1982), que fund¨® a finales de 2011 la promotora The Mad Note Co., especializada en m¨²sica rock.

¡°Sin mi pasi¨®n por la m¨²sica, no tendr¨ªa sentido mi decisi¨®n¡±, afirma Carnes. Pero el oficio de promotor musical, m¨¢s all¨¢ del romanticismo, es un trabajo de una ¡°incertidumbre absoluta¡±. ¡°Si encadenas dos meses malos, te aterra que se conviertan en cuatro¡±, cuenta. Opina que asumir gastos anticipados ¡°a veces no da para vivir ni para uno¡±. Pero es su pasi¨®n. ¡°Es triste ver que no hay relevo generacional para el rock¡±, asegura.

Su aventura empez¨® a principios de 2011, cuando cogi¨® los 6.000 euros del finiquito para empezar con un amigo a llevar a Madrid a los m¨²sicos que les apasionaban. ¡°Hice un m¨¢ster con el primero que contratamos: Michael Monroe, el cantante de Hanoi Rocks. Tuve que hacer de todo: cargar, descargar, estar pendiente de ¨¦l, contratar las cosas¡­¡±, cuenta a medida que enrolla el primer taco de cochinita.

Al principio, compaginaba la promoci¨®n musical con un trabajo de fot¨®grafo freelance para eventos, pero lleg¨® un momento en que contratar m¨²sicos le exig¨ªa demasiado. ¡°Decid¨ª centrarme en eso y tirar por mi cuenta para comprometerme con mi ilusi¨®n¡±, se?ala. Corr¨ªa el final de 2011 y mont¨® su propia promotora, en la que trabaja ¨¦l solo pero que llega a acuerdos con otras agencias nacionales y europeas para encargarse de los conciertos en Madrid de m¨²sicos que vienen de gira por Espa?a, como recientemente ha pasado con Israel Nash Gripka, Eddie Spaghetti o Elliot Brood. Pero, a veces, ¨¦l hace sus propias apuestas. ¡°Me siento muy orgulloso de haber tra¨ªdo a Bob Wayne y el grupo US Rails. Apenas exist¨ªa p¨²blico para ellos y ahora se puede decir que est¨¢n consolidados¡±, apunta sobre su propia agenda, que nunca ha pasado de artistas que llenen salas de m¨¢s de 400 personas.

Los promotores, los programadores de salas o dem¨¢s agitadores culturales est¨¢n haciendo de todo para sobrevivir, asegura. ¡°Madrid est¨¢ siendo muy luchadora con la crisis¡±, afirma Carnes, que entra antes que nadie al festival Azkena Rock para poner carteles, dise?ados por ¨¦l mismo, de los grupos que contrata o a quien se puede ver a la salida del concierto de Wilco repartiendo informaci¨®n sobre Ha Ha Tonka, una joven banda de rock de Misuri. ?El objetivo? ¡°Poder seguir haciendo escena¡±, dice. ?Y alg¨²n sue?o dentro de su pasi¨®n y oficio? ¡°Traer a Tom Petty¡±, sentencia entre risas.

Aunque reconoce que los Guns N¡¯ Roses fue la banda que m¨¢s le marc¨® en la adolescencia, cuando estudiaba Bellas Artes con la idea de hacer ¡°algo relacionado con la fotograf¨ªa¡±. ¡°Guns N¡¯ Roses representan el lado peligroso del rock and roll¡±, explica con una amplia sonrisa, relacionando el nombre de su promotora con ese lado ¡°loco¡± e ¡°imprevisible¡± de la m¨²sica que le fascina.