¡°La novatada es vejatoria, aunque no te toquen un pelo¡±
El director de un colegio mayor de Madrid pide m¨¢s implicaci¨®n de las autoridades
Enrique Fuentes se pone en alerta cada septiembre. Durante mes y medio destina a un fin las 24 horas del d¨ªa: detectar y combatir novatadas. Su objetivo es acabar con ellas. Sin paliativos. No entiende que se consideren bromas, que provoquen risas, que se desarrollen a la vista de todos. ¡°A principio de curso, si sales a comprar tabaco te encuentras con cuatro o cinco filas de novatos y novateadores por el campus a la vista de todos¡±.
Fuentes dirige el colegio mayor P¨ªo XII, ubicado en la Universidad Complutense de Madrid. Ocup¨® el puesto hace tres a?os. ¡°Llegu¨¦ aqu¨ª y me encontr¨¦ con el pastel¡±, resume este licenciado en Filosof¨ªa y Ciencias de la Educaci¨®n. Desde entonces disecciona el fen¨®meno con celo de investigador. Instal¨® c¨¢maras de seguridad, separ¨® a los novatos de los veteranos en dos edificios. ?l duerme en el de los nuevos. ¡°Tienen que pasar por delante de mi habitaci¨®n si quieren hacer novatadas en el colegio¡±. El asunto no le es ajeno. Sufri¨® acoso escolar en su infancia y confiesa que eso le ha hecho desarrollar una sensibilidad especial.
?l fue uno de los directores que impuls¨® el texto conjunto que lanzaron el pasado septiembre m¨¢s de un centenar de colegios espa?oles. Clamaban por el fin de estas pr¨¢cticas at¨¢vicas que ya aparec¨ªan en los escritos de Plat¨®n hace 25 siglos. ¡°No son bromas, es maltrato¡±, repite.
El asunto volvi¨® a primera p¨¢gina de forma dram¨¢tica. En diciembre, la polic¨ªa portuguesa asoci¨® a una novatada la muerte de seis j¨®venes de la Universidad Lus¨®fona de Lisboa. ¡°Casos como este son muy excepcionales y entran por los ojos¡±, se?ala el director. ¡°Pero lo que hay que entender es que la novatada implica una humillaci¨®n y es vejatoria siempre, aunque no te toquen un pelo¡±.
Explica con cierto desencanto que, tras tres a?os en su particular cruzada, solo ha habido una familia que habl¨® y combati¨® el asunto abiertamente. ¡°La madre reclam¨® que ten¨ªa derecho a que se tratara bien a su hijo y colaboramos para que as¨ª fuera¡±. Aprovecha la cita para pedir m¨¢s colaboraci¨®n externa. ¡°Me consta que hay muchos directores que est¨¢n en esta pelea como yo, pero hace falta implicaci¨®n de las instituciones, de la polic¨ªa¡±. Los abusos se producen normalmente fuera del colegio, con la participaci¨®n de excolegiales que emborrachan a los nuevos y les someten a todo tipo de pruebas vejatorias. ¡°Es un problema de orden p¨²blico que la polic¨ªa deber¨ªa perseguir de oficio, como la trata de blancas o el tr¨¢fico de personas¡±.
La aplicaci¨®n de medidas legales para combatir el fen¨®meno le convence a medias. Francia incluy¨® las novatadas en el C¨®digo Penal y eso no las ha erradicado. ?l regular¨ªa ¡°arquitect¨®nicamente¡± los colegios mayores para que los alumnos nuevos y los veteranos estuvieran siempre separados, como ocurre en el suyo. Fuentes tambi¨¦n es partidario de instaurar la contrataci¨®n de perfiles m¨¢s profesionalizados para hacerse cargo de la direcci¨®n de los colegios, con la ayuda de educadores sociales que reciban a los estudiantes. El director del P¨ªo XII a?ade que la concienciaci¨®n y el trabajo de campo, en cualquier caso, debe empezar mucho antes. ¡°Se necesita una cultura de los derechos humanos a todos los niveles ya desde los alumnos de secundaria. ?C¨®mo es posible que nos riamos de las humillaciones a otros?¡±.
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