Los hu¨¦rfanos de la oncolog¨ªa
El c¨¢ncer infantil es raro, lo que desincentiva la investigaci¨®n Los m¨¦dicos piden que la UE obligue a ensayar aplicaciones pedi¨¢tricas de los f¨¢rmacos
La oncolog¨ªa avanza a pie firme hacia una futura edad de oro: la de la medicina personalizada basada en la combinaci¨®n de gen¨¦tica e inmunoterapia. Pero este progreso corre el riesgo de pasar de largo de un grupo de pacientes especialmente vulnerable: los ni?os. Son pocos, ¡ªunos 1.400 diagn¨®sticos al a?o, seg¨²n la Federaci¨®n Espa?ola de Padres de Ni?os con C¨¢ncer (FEPNC)¡ª y se cura la mayor¨ªa ¡ªalrededor del 80%, seg¨²n la Sociedad Espa?ola de Hematolog¨ªa y Oncolog¨ªa Pedi¨¢trica (Sehop)¡ª, pero queda ese 20% al que atender.
La ¨²ltima prueba de este avance a dos velocidades la han dado el Consorcio Europeo de Terapias Innovadoras para Ni?os con C¨¢ncer (ITCC) y el Instituto para la Investigaci¨®n en C¨¢ncer de Londres (IRC), que acaban de presentar un estudio sobre los medicamentos anticancerosos que ha aprobado la UE desde 2007. En total fueron 28, de los que 26 ¡°tienen un mecanismo de actuaci¨®n importante para las enfermedades pedi¨¢tricas¡±. Sin embargo, ¡°14 han evitado ser probados en menores de 18 a?os porque la enfermedad espec¨ªfica en adultos para la que fueron desarrollados no sucede en ni?os¡±, publican.
¡°El retraso en oncolog¨ªa pedi¨¢trica es un hecho¡±, dice la onc¨®loga pedi¨¢trica Adela Ca?ete. ¡°Suscribo completamente ese art¨ªculo¡±. Carmen Men¨¦ndez, coordinadora de Sanidad de la federaci¨®n de padres, coincide: ¡°De 1980 a 2000 hubo una edad de oro, pero los avances en supervivencia llevan 10 a?os atascados¡±.
Las sociedades internacionales que han hecho el estudio ponen el dedo acusador sobre la UE y su legislaci¨®n de ensayos cl¨ªnicos. Esta directiva fue traspuesta en Espa?a en 2007, y establece que todos los nuevos medicamentos que se prueben deben ensayarse tambi¨¦n en ni?os. Pero deja una puerta abierta para evitar este trabajo: ¡°Si la enfermedad no existe en menores, no hay por qu¨¦ hacerlo. Y a ello se agarran los laboratorios¡±, dice Victoria Castel, onc¨®loga pedi¨¢trica del Instituto de Investigaci¨®n Sanitaria La Fe de Valencia.
Aquella directiva se hizo precisamente para ¡°evitar abusos y proteger a los ni?os y a las personas con discapacidad en los ensayos cl¨ªnicos¡±, pero ha tenido un efecto adverso, indica Castel. Y es que trabajar con ni?os es, tambi¨¦n en esto, m¨¢s dif¨ªcil. Seg¨²n la normativa, todos los medicamentos que se prueban deben tener un PIP (plan de investigaci¨®n pedi¨¢trica). Este viene a ser un proyecto de ensayos adaptado. Por ejemplo, los de seguridad y dosis (la llamada fase I) se hacen solo con ni?os enfermos ¡°y, generalmente refractarios¡± (que no han respondido a terapias ya conocidas), a diferencia de en adultos, donde se prueban con sanos, indica Adela Ca?ete. Es una manera de evitar riesgos a los ni?os.
El argumento utilizado por los laboratorios parece l¨®gico: es imposible probar en ni?os medicamentos para el c¨¢ncer de pr¨®stata, mama o los de pulm¨®n asociados al tabaco, simplemente porque por pura biolog¨ªa no hay casos infantiles de estas dolencias. Pero precisamente los avances en gen¨¦tica han abierto la puerta a saber que hay causas comunes en c¨¢nceres aparentemente distintos, aunque unos sean de adultos y otros infantiles. El conocimiento de las mutaciones implicadas en los tumores y otros mecanismos biol¨®gicos demuestran que hay factores que despu¨¦s de descubiertos en un tipo de tumor, luego aparecen en otros (por ejemplo, el famoso gen HER2 que empez¨® siendo un indicador de un tipo de c¨¢ncer de mama y que ahora se relaciona tambi¨¦n con otros ginecol¨®gicos o incluso con el de pulm¨®n). Y si esto es as¨ª entre adultos, lo mismo puede pasar entre mayores y ni?os.
Pero esta barrera conceptual es solo una parte de las dificultades para probar medicamentos oncol¨®gicos nuevos en ni?os. Al ser pocos los afectados, hay que manejarlo como una enfermedad rara, con la diferencia de que la oncolog¨ªa pedi¨¢trica tiene una hermana mayor que le quita esa imagen de desatenci¨®n. ¡°No hay convocatorias de investigaci¨®n solo para tumores infantiles, en las generales de oncolog¨ªa no entramos y en las de medicamentos hu¨¦rfanos [en las que se subvenciona la innovaci¨®n que no va a ser rentable porque est¨¢ dirigida a pocos pacientes] no nos consideran¡±, dice Castel.
Adem¨¢s, el solo hecho de tratar con ni?os es un obst¨¢culo en s¨ª mismo. ¡°Existe la percepci¨®n de que ensayar con ni?os tiene m¨¢s riesgos¡±, se?ala Ca?ete. Ello supone que hasta los seguros de responsabilidad se encarecen.
En Espa?a se diagnostican unos 1.400 c¨¢nceres infantiles al a?o
Otro obst¨¢culo no menos importante es que, hasta ahora, los principales tumores infantiles (hematol¨®gicos, cerebrales) reaccionaban bastante bien a tratamientos tradicionales, como la quimio y radioterapia, indica Lucas Moreno, coordinador de la Unidad formada por el CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas) y el Hospital Ni?o Jes¨²s de Madrid, especializado en ni?os, para ensayos pedi¨¢tricos. Eso ha hecho que el campo se abandonara un poco, opina.
Itziar Astigarraga, del hospital de Cruces (Barakaldo), desmiente en parte ese argumento. ¡°Se puede avanzar tambi¨¦n en esos tratamientos, que tengan menos efectos secundarios. Esto es muy importante en los ni?os¡±. ¡°Hay da?os en el coraz¨®n, en el pulm¨®n, en el cerebro que solo aparecen de mayores¡±, coincide Lucas Moreno. Esa idea de ensayar en un cuerpo en desarrollo hace que las cautelas se extremen. ¡°Tampoco es igual tratar a un ni?o de seis meses que a uno de 10 a?os¡±, dice Moreno.
El resultado es que los onc¨®logos infantiles tienen muchos obst¨¢culos para investigar y tambi¨¦n para utilizar las ¨²ltimas novedades. Como ha sucedido con otras enfermedades, como el sida, su comienzo fue una simple adaptaci¨®n de lo que se utiliza para adultos. ¡°Hay pocas formulaciones pedi¨¢tricas. Por ejemplo, faltan jarabes que los ni?os peque?os se traguen mejor que una pastilla. Tambi¨¦n hay que ver qu¨¦ hacemos con las reca¨ªdas¡±, afirma Men¨¦ndez.
La posibilidad de que haya una mejora pasa, seg¨²n los expertos, por trabajar en redes, crear protocolos internacionales que faciliten la cooperaci¨®n. ¡°Hay tres agentes implicados, los laboratorios, la Administraci¨®n y la academia, y tenemos que trabajar juntos¡±, dice Astigarraga. Moreno es optimista: ¡°Es verdad que de 2007 a 2010 ha habido un par¨®n, pero ya vemos que hay m¨¢s ensayos de novedades para ni?os¡±.
Y, mientras tanto, aprovechar todo lo que se hace para los mayores. ¡°Hay que centrar las aprobaciones no tanto en la histolog¨ªa o en el ¨®rgano, sino en la biolog¨ªa molecular. No tiene sentido que se sepa que algo funciona para un gen y no se pueda probar para el mismo gen porque est¨¢ en otro tumor¡±, insiste Castel.
Una sana envidia
La diferencia en el desarrollo de medicamentos para c¨¢ncer en adultos y en ni?os no deja de causar una sana envidia ¡ªy cierta indignaci¨®n¡ª en los onc¨®logos pedi¨¢tricos. La casualidad ha hecho que el lunes el Consorcio Europeo de Terapias Innovadoras para Ni?os con C¨¢ncer (ITCC) y el Instituto para la Investigaci¨®n en C¨¢ncer de Londres sacaran su art¨ªculo sobre las dificultades para introducir la innovaci¨®n, y que ayer el laboratorio Pfizer presentara en Espa?a (con 15 meses de retraso sobre otros pa¨ªses europeos) su medicamento contra un tipo de adenocarcinoma de pulm¨®n, el causado por el gen ALK. Buenas noticias para los afectados (unos 650 en Espa?a), cuya supervivencia puede triplicarse en un c¨¢ncer muy agresivo, pero algo amarga para quienes ven que pueden quedarse fuera de ese avance.
Porque el ALK no es un gen que solo influya en el c¨¢ncer de pulm¨®n. ¡°Tambi¨¦n est¨¢ relacionado con el neuroblastoma, un tumor cerebral frecuente en ni?os y que casi un 30% de las veces tiene una mutaci¨®n en el ALK¡±, explica Victoria Castel, onc¨®loga pedi¨¢trica. ¡°Tambi¨¦n interviene en el linfoma anapl¨¢sico¡±, a?ade, y los linfomas son de los tumores m¨¢s frecuentes en ni?os.
El problema es que el medicamento correspondiente no se ensay¨® en ni?os porque se estudiaba para el c¨¢ncer de pulm¨®n, algo propio de adultos, y ahora, si se quiere aplicar en menores, habr¨¢ que buscarse las vueltas, como acudir al llamado uso compasivo, explica Adela Ca?ete, otra onc¨®loga pedi¨¢trica: alegar que hay estudios de su eficacia y que no hay otra alternativa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.