Sin idiomas no hay para¨ªso
En el mundo laboral no basta saber otra(s) lengua(s). Hay que demostrarlo Para eso es indispensable contar con el correspondiente diploma que demuestre el nivel
Ser pluriling¨¹e ya no es una necesidad, sino una obligaci¨®n. El pragmatismo gana terreno a marchas forzadas al romanticismo de aprender nuevos idiomas. La demanda por a?adir nuevas lenguas al cat¨¢logo de conocimientos personales est¨¢ creciendo en los ¨²ltimos a?os, especialmente por la necesidad de dar valor a?adido al curr¨ªculo y ganar puntos respecto a la competencia. Esto no solo se nota en las aulas de las academias, sino tambi¨¦n en aquellos que se presentan por libre a los ex¨¢menes de certificaci¨®n para conseguir el preciado diploma que demuestre, ya sea a la universidad o a la empresa, que se domina cierto idioma.
El ingl¨¦s contin¨²a siendo el rey entre los idiomas extranjeros, pero se abren camino con fuerza las lenguas con mucho potencial laboral, como el alem¨¢n o el chino. Los certificados los otorgan las instituciones homologadas de cada pa¨ªs (lo que corresponder¨ªa al Instituto Cervantes), pero tambi¨¦n la red de Escuelas Oficiales de Idiomas (EOI). Aunque cada organismo bautice los t¨ªtulos con nombres diferentes, los niveles est¨¢n unificados por el Marco Com¨²n Europeo de Referencia para las Lenguas en seis pelda?os que van desde el nivel A1 (b¨¢sico) y el intermedio B2 (un First Certificate o un quinto y ¨²ltimo curso de la EOI) hasta el C2 (el m¨¢s avanzado).
Los ex¨¢menes que permiten obtener el certificado acostumbran a ser muy parecidos en su estructura, ya que todos miden las cuatro competencias b¨¢sicas: la comprensi¨®n escrita (preguntas sobre un texto), la comprensi¨®n oral (visionar un v¨ªdeo o escuchar una grabaci¨®n y responder cuestiones sobre ellos), la expresi¨®n escrita (redactar un texto) y la expresi¨®n oral. Hay que tener en cuenta que en general los t¨ªtulos no caducan, pero alguna empresa o universidad puede exigir que no hayan transcurrido m¨¢s de dos a?os desde la certificaci¨®n.
Imprescindible ingl¨¦s
Hay diferentes instituciones que acreditan el ingl¨¦s, aunque la principal es la Universidad de Cambridge, la que otorga el conocido First Certificate, los m¨¢s arraigados en Espa?a. Esta certificaci¨®n se puede conseguir a trav¨¦s de varios centros autorizados por el campus, como el British Council. M¨¢s de 250.000 alumnos espa?oles se examinan de estas pruebas, que se env¨ªan a este campus ingl¨¦s para su correcci¨®n. Las convocatorias de los ex¨¢menes se realizan con mucha frecuencia, que llega a ser mensual en las principales capitales. Las tasas de las pruebas van desde los 189 euros del First Certificate, 207 euros para el Advanced (C1) y 214 euros en el Proficiency (C2).
Pero el British Council tambi¨¦n ha desplegado sus propios t¨ªtulos. Se trata del International English Language Testing System (IELTS), que dispone de la versi¨®n Academic, si lo que se quiere es estudiar en una universidad inglesa. Tambi¨¦n hay una versi¨®n, el General, para el mundo laboral o para la migraci¨®n. ¡°Si alguien decide irse a vivir a un pa¨ªs anglosaj¨®n que no sea Estados Unidos, hay que tener en cuenta que normalmente te piden cierto nivel de ingl¨¦s para acceder a un permiso de trabajo y residencia¡±, explica Bernie Maguire, asesora de acreditaci¨®n y ex¨¢menes del British Council.
Pero despu¨¦s de Cambridge, el diploma m¨¢s conocido es el Test of English as a Foreign Language ?(TOEFL), cuya principal caracter¨ªstica es que eval¨²a en ingl¨¦s americano y es el m¨¢s reconocido si lo que quiere es estudiar o trabajar en Estados Unidos y Canad¨¢. La titulaci¨®n, que caduca a los dos a?os, la otorga la empresa ETS. La prueba cuesta unos 200 euros, pero depende del centro homologado que la acoge.
Aunque menos conocidos, tambi¨¦n se puede certificar el ingl¨¦s a trav¨¦s del Trinity College o la Universidad de Oxford.
El cl¨¢sico franc¨¦s
El franc¨¦s vuelve a ganar terreno a ra¨ªz de la crisis y la necesidad imperiosa de ampliar el cat¨¢logo de lenguas habladas. Aqu¨ª tambi¨¦n se est¨¢ viviendo un aumento de las certificaciones de este idioma f¨ªsicamente e hist¨®ricamente cercano, especialmente a partir del nivel B2, seg¨²n explica Veronique Deschamps, responsable de ex¨¢menes del Instituto Franc¨¦s de Barcelona. ¡°Hay mucha gente que ya tiene nivel, pero nunca se hab¨ªan preocupado en sacarse el t¨ªtulo, pero ahora ven necesario tener el diploma porque se quieren ir al extranjero o simplemente porque quieren mejorar su curr¨ªculo¡±, a?ade.
Si una persona apuesta por el idioma de Baudelaire, tiene a su disposici¨®n los conocidos Dipl?me d¡¯?tudes en Langue Fran?aise (DELF) y Dipl?me Approfondi de Langue Fran?aise (DALF), unas pruebas instauradas en 1987 que elabora el Ministerio franc¨¦s de Educaci¨®n. La diferencia entre ambos radica en la dificultad. El primero cubre cuatro niveles, los m¨¢s b¨¢sicos (del A1 hasta el B2), mientras el DALF acredita ya niveles avanzados (C1 y C2). Tambi¨¦n existe el DELF Profesional, aunque ¡°es poco conocido y poco usado¡±, admite Deschamps, y el DELF escolar.
En Espa?a, los dos organismos autorizados para la acreditaci¨®n son el Instituto Franc¨¦s y la Alianza Francesa, aunque en las ciudades donde no est¨¦n presentes, como Salamanca, se encarga la universidad. Los ex¨¢menes se convocan tres veces al a?o y su coste oscila entre los 73 euros del A1 hasta los 205 euros del C2. Para uso acad¨¦mico se suele pedir un B2. ¡°Aunque hay excepciones, como la Sorbona, que exige un C1¡±, advierte Deschamps.
El ¨²til alem¨¢n
Y si el franc¨¦s est¨¢ en auge, el alem¨¢n no se queda atr¨¢s. Muchas personas, igual que hicieron generaciones anteriores hace medio siglo, vuelven a mirar al pa¨ªs conocido como locomotora de Europa para labrarse un futuro. El Instituto Goethe ¨Cla instituci¨®n que gestiona todo lo relacionado con la cultura y el idioma alem¨¢n¨C est¨¢ notando este incremento de la demanda. Solo en la sede de Barcelona, desde 2009 se ha disparado un 83% el n¨²mero de alumnos que estudian en el centro y un 40% las personas que se presentan por libre para obtener el ansiado t¨ªtulo.
La crisis ha disparado el n¨²mero de personas que estudian alem¨¢n, ante la posibilidad de tener que emigrar para poder trabajar. El chino lo demandan menores y licenciados entre 20 y 40 a?os
El m¨¢s habitual y el m¨¢s demandado es el B2, junto con el C1. Para estos dos niveles, intermedio y alto, se realizan tres convocatorias anuales. Como en el caso de otros idiomas, las tasas del Goethe son variables seg¨²n el nivel, pero para obtener el B2, el m¨¢s habitual, el importe var¨ªa entre los 110 euros si se es alumno del centro o los 180 euros para los externos. El importe asciende hasta los 280 euros en el nivel m¨¢s alto, el C2.
Sonia Baez, jefa de estudios del Instituto Goethe en Barcelona, explica que tanto para una finalidad acad¨¦mica como laboral hay que pensar en certificar un nivel intermedio, aunque aconseja informarse antes porque los requisitos pueden variar seg¨²n la universidad o el trabajo. ¡°Puede ser que a un m¨¦dico le pidan un B2 en un land y un C1 en otro¡±, avisa.
El futuro es chino
Si China se est¨¢ postulando a reina de la econom¨ªa mundial, su idioma empieza a encontrar su mercado, especialmente entre empresarios y profesionales que apuestan por los pa¨ªses emergentes. El Instituto Confucio, encargado de gestionar los ex¨¢menes, aterriz¨® en Madrid en 2007. Existen tres tipos de certificaciones diferentes: YCT, HSK Y HSKK. El primero, formado por cuatro niveles, est¨¢ destinado para ni?os menores de 14 a?os. El HSK es la prueba escrita para adultos y se compone de seis niveles, el ya citado abanico desde el A1 al C2. El HSKK es el examen oral, formado por tres niveles, que se hace de forma individual con un ordenador.
Los tres certificados son independientes, pero Isabel Cervera, directora del Instituto Confucio de Madrid, asegura que tanto el escrito como el oral son necesarios para estudiar o trabajar en China. Si el destino es laboral o cursar una carrera en una universidad china, se requiere al menos el cuarto nivel del HSK ¨Cque corresponde al B2¨C, pero en el m¨¢ster ser¨ªa necesario un quinto o sexto, aconseja Cervera. Hay dos convocatorias anuales de las pruebas, que cuestan unos 50 euros y se realizan en las cinco sedes de la instituci¨®n en Espa?a (Madrid, Barcelona, Granada, Le¨®n y Valencia).
Cervera explica que el perfil habitual de personas que se presentan al examen ¨Cse ense?a el mandar¨ªn¨C son menores que ya estudian chino como extraescolar o licenciados entre 20 y 40 vinculados al mundo empresarial.
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