El eslab¨®n d¨¦bil del ciclo de la malaria
El bloqueo de una prote¨ªna romper¨ªa el paso del par¨¢sito a los mosquitos
La malaria es una enfermedad causada por un par¨¢sito, el plasmodio (Plasmodium falciparum la mayor¨ªa de las veces, aunque en Asia tambi¨¦n existe el Plasmodium vivax). Y este organismo tiene un ciclo endiablado con varias fases que permite que se vaya adaptando a sus diferentes entornos (de humano a mosquito y vuelta, pasando por la sangre o el h¨ªgado de los afectados). El descubrimiento de la prote¨ªna que regula uno de estos pasos, el que permite que el plasmodio pase de una persona a un mosquito (desde donde, tras otro cambio, puede volver a ser inoculado a una persona), es un hallazgo clave para romper la cadena infecciosa, Lo ha hecho un equipo internacional con participaci¨®n del Centro de Investigaci¨®n en Salud Internacional de Barcelona (Cresib por sus siglas en catal¨¢n), la Universidad de Princeton y la Escuela de Medicina Tropical de Londres. Lo publican en Nature.
De todo el complejo ciclo del plasmodio, la prote¨ªna AP2-G act¨²a en una fase muy especial: la que permite que el organismo pase de la fase asexuada en que prolifera en los humanos, el trofozoito en que circula por la sangre destruyendo los gl¨®bulos rojos, a la fase sexuada, los gametocitos, que es la que sobrevive si es absorbida por los mosquitos anofeles.
¡°En el mosquito solo son viables las formas sexuales y esta prote¨ªna es la que regula el paso desde la forma asexuada¡±, explica Alfred Cort¨¦s, investigador del Cresib que ha dirigido la parte espa?ola del trabajo. ¡°Se trata de un fen¨®meno probabil¨ªstico. Alrededor del 99% de las veces el par¨¢sito pasa de una forma asexuada a otra, pero entre un 1% y un 5% de las veces lo hace a la forma sexual¡±, a?ade.
La identificaci¨®n de la prote¨ªna abre toda una serie de posibilidades para trabajar con un fin claro: controlar ¡ªo erradicar¡ª la malaria. Y ya la mayor¨ªa de los cient¨ªficos asocian ambas palabras: ¡°La erradicaci¨®n ser¨ªa el mejor control, porque si no hay riesgo de rebrotes¡±, dice Cort¨¦s.
No es poco lo que est¨¢ en juego. El ¨²ltimo informe de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) se?ala que en el mundo hay 104 pa¨ªses (la mayor¨ªa de los tropicales y muchos subtropicales, aunque se concentra en ?frica) donde la malaria es end¨¦mica, y que en 2010 caus¨® alrededor de 219 millones de casos, con 660.000 muertes, la mayor¨ªa de ni?os de menos de cinco a?os. La primera idea ser¨ªa bloquear esta prote¨ªna. De esta manera el par¨¢sito quedar¨ªa en el afectado, pero sin generar formas viables para seguirse propagando.
Pero Cort¨¦s apunta a m¨¢s posibilidades a¨²n que habr¨¢ que trabajar. ¡°Una vez descubierta la mol¨¦cula, lo que queda es tirar del hilo¡±, dice. Tambi¨¦n podr¨ªa ser ¨²til una aplicaci¨®n contraria: activarla tanto que todos los par¨¢sitos del individuo se convirtieran en formas sexuales. Estas solo sobreviven un corto periodo de tiempo en las personas, y necesitan pasar a un mosquito para sobrevivir. Si se consiguiera este proceso, el afectado quedar¨ªa limpio de plasmodio, y si a la vez se logra que no pase a un mosquito, el organismo se extinguir¨ªa. Otra posibilidad ser¨ªa actuar sobre la prote¨ªna para que todos los gametocitos generados sean machos o hembras, con lo que tambi¨¦n se romper¨ªa el ciclo.
Pero, una vez abierto el mel¨®n de las posibilidades cient¨ªficas, tambi¨¦n est¨¢ la opci¨®n de no actuar sobre la prote¨ªna, sino sobre la epigen¨¦tica que hace que esta se active, a?ade Cort¨¦s. ¡°Hasta ahora se conoc¨ªa la epigen¨¦tica de las prote¨ªnas externas del plasmodio, pero cada vez sabemos m¨¢s de las interiores¡±. La regulaci¨®n epigen¨¦tica (actuar sobre los sem¨¢foros que hacen que un gen se active o no para codificar la correspondiente prote¨ªna) ya se est¨¢ estudiando mucho en c¨¢ncer con buenos resultados, por lo que hay f¨¢rmacos que se sabe c¨®mo act¨²an, se?ala Cort¨¦s.
El descubrimiento abre toda una serie de posibilidades para trabajar controlar, o erradicar, la enfermedad
Todas estas posibilidades no implican dejar de trabajar en la vacuna, en la que la misma Fundaci¨®n ISGlobal que gestiona el Cresib participa a trav¨¦s del prototipo que desarrolla Pedro Alonso. ¡°Hace tiempo que tenemos claro que no pod¨ªamos poner todos los huevos en la misma cesta¡±, dice Cort¨¦s.
Pero ¨¦l defiende su aproximaci¨®n. ¡°La prote¨ªna no tiene casi mutaciones en la naturaleza¡±, dice despu¨¦s de haber secuenciado la de un millar de ejemplares. Esto suele querer decir que hace un trabajo muy espec¨ªfico que exige una estructura muy concreta. Esto es una ventaja cuando se trata con prote¨ªnas y c¨¦lulas, ya que es un indicador de que la probabilidad de que se creen resistencias es baja. Si no, aunque hasta ahora nadie ha forzado a mutar a la prote¨ªna porque no ha recibido el ataque de tratamientos dirigidos contra ella, el propio azar de la variabilidad natural har¨ªa que convivieran varias formas.
Todo esto son solo posibilidades de momento. La posibilidad de que aparezcan resistencias y la dificultad de desarrollar medicamentos que deben actuar contra un plasmodio que, a su vez, est¨¢ dentro del organismo humano, son se?ales de que la soluci¨®n no est¨¢ a la vuelta de la esquina. ¡°La malaria ya nos ha dado muchas sorpresas¡±, a?ade Cort¨¦s por tel¨¦fono desde Barcelona. Pero en medicina el primer paso es encontrar la diana, y, a partir de ah¨ª, desarrollar el arsenal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.