¡°Un esp¨ªa lo es para siempre. Y se pasa miedo¡±
El agente trabaj¨® 12 a?os para el CNI y vivi¨® circunstancias peligrosas en Nigeria
La cita es en Embassy, una cafeter¨ªa madrile?a que fue lugar de encuentro de esp¨ªas alemanes, ingleses y espa?oles durante la II Guerra Mundial. Juan, su nombre utilizado en algunas operaciones, o David R. Vidal, su verdadera identidad, ha trabajado durante 12 a?os para los servicios de inteligencia espa?oles estableciendo una red de informadores en 16 pa¨ªses, la mayor¨ªa de ellos en ?frica. En 2010, fue uno de los fundadores de GlobalChase, la primera academia privada de inteligencia en Espa?a.
Los derroteros por los que ha transcurrido su vida le han situado en la lucha contra redes de tr¨¢fico de inmigrantes, mujeres o ni?os. Se hab¨ªa dedicado a la inform¨¢tica, pero tras solucionar el papeleo de una ciudadana extranjera entr¨® en contacto con inmigrantes que necesitaban regular su situaci¨®n.
¡°En esas reuniones me relataban situaciones inhumanas, mujeres que eran obligadas a prostituirse y que hab¨ªan llegado a Espa?a a trav¨¦s de diferentes redes. A todas ellas les ped¨ª que lo denunciasen, pero el miedo les imped¨ªa dar ese paso. Logr¨¦ convencer a alguna y as¨ª entr¨¦ en contacto con la polic¨ªa¡±. Vidal afirma que a partir de ese momento agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) se reunieron con ¨¦l y le pidieron trabajar para ellos. ¡°Inicialmente eran datos, informaciones que pod¨ªan llevar a otros puntos tanto para el Ministerio del Interior como para el CNI¡±. Trabajos por los que percib¨ªa alrededor de 400 euros. Con el tiempo se fue especializando. ¡°Yo de esp¨ªa no ten¨ªa ni idea, ni sab¨ªa c¨®mo se hac¨ªa ni c¨®mo ten¨ªa que moverme. Cero absoluto. Pero una vez que das el paso te conviertes en esp¨ªa para siempre¡±. Desde el CNI le pidieron que estableciese una red de informadores en diferentes pa¨ªses africanos y ah¨ª fue cuando lleg¨® a manejar un presupuesto mayor, hasta 15.000 euros, que repart¨ªa entre sus confidentes, sus gastos y su sueldo, que nunca superaba los 4.000 euros.
El papel de los esp¨ªas en tiempos de paz tiene poco que ver con el misterio ni con ese aire de aventura del trabajo de los agentes cuando hay una guerra. ?Ha pasado miedo? ¡°S¨ª, mucho, sobre todo en Nigeria. La vida vale muy poco y me vi envuelto en un par de circunstancias bastante peligrosas¡±.
David R. Vidal asegura que desmantelar las redes de inmigrantes es una tarea muy complicada. ¡°El responsable suele estar en terceros pa¨ªses que no tienen relaci¨®n ni con el punto de partida de los inmigrantes ni con su destino final. Se ha constatado que el alquiler de ni?os en las pateras ha ido en aumento. Las mujeres que pasan con menores suelen pagar entre 500 y 1.500 euros dependiendo del origen de ellos. Luego son abandonados una vez que llegan a su destino. Es m¨¢s f¨¢cil que te admitan en un tercer pa¨ªs si vas con un menor¡±.
El agente Vidal ha escrito un libro, Diario de un esp¨ªa (C¨²pula), en el que relata sus incursiones en los distintos pa¨ªses en los que hab¨ªa logrado entretejer una red de contactos que le facilitasen informaci¨®n. ?C¨®mo vive un esp¨ªa? ¡°Lo m¨¢s complicado es establecer los contactos, pero una vez que los tienes hay que esperar. A veces consigues buena informaci¨®n, que es la que pasas a tus superiores, y otras no vale nada. Las comunicaciones se suelen pasar por correo electr¨®nico con unas claves predeterminadas. Si es muy urgente, el tel¨¦fono¡±.
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